tag:blogger.com,1999:blog-81685523411548337082024-02-02T01:51:07.706-08:00VIVIENDO CON JUAN DIEGO...REALITY BLOGJuan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.comBlogger26125tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-17380934879986816102010-06-18T21:37:00.000-07:002019-06-18T18:29:20.145-07:00YO SOY DE TI, QUE NO TUYO....<b>Mira, amor, es tarde. Voy a ser sincero: alguien podrá quererte mejor que yo. Alguien podrá ofrecerte otra vida, más estable, más bonita, menos alocada.. No voy a engañarte, si te quedas, posiblemente querrás irte muchas veces. A veces no estarás contento, a veces no sabré hacerte sonreír. Muy posiblemente, a veces, ni siquiera tenga ganas de mirarte, ni de hacerte el amor, ni de escuchar qué tal tu día. Mierda, si lo pienso, ¿qué razones hay para que estemos juntos? Parece tan difícil, tan cuesta arriba... Pero, ¿qué quieres que te diga? Me imagino sin ti y me doy miedo. Esa idea me aterroriza. Y quiero tenerte a mi lado, porque sin ti ese lado sería un sitio horrible, un viaje sin vistas, una vida donde nunca haya momentos en los que reces para que el tiempo se detenga. Te quiero, huevón, porque tú haces que yo no sea cualquiera. Haces que sea ese que está contigo, ese que parece haber alcanzado la gloria y que ahora vuelve para contarlo. Y sí, te lo aseguro, que alguien podrá quererte mejor que yo, pero no más. Y estoy seguro de ello, porque te conozco mejor que nadie, Eres mi hogar, me sé de memoria tu mirada tanto que si te miro a los ojos sé donde escondes lo que no dices. He estado frente a ti lo suficiente, he contemplado tus esquinas, tus infinitos, tus días de lluvia y cuando ríes y te brilla el sol entre la boca. Cualquiera puede desear conocer más mundo e irse, pero sin duda todos queremos regresar al lugar de donde somos. Y quizá por eso volvamos siempre, porque yo soy de ti, que no tuyo. Tú eres otro país, uno de esos que crean dos locos para amarse bajo sus propias leyes. Porque yo soy de ti, que no tuyo... </b>
<br />
<b><br /></b>
<b>1 año... ♥</b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtQziSNjaKKUFqF_CPhWpQisFHx-pJaIiCvzHm98y1pu3eVFV2JsM22XUbW7GfqlU5qt8tUvrPOOLZFuwto9QcxwnEVzFoEAPsU2P571S3Y6aqzhRDFOzcj-RB40kgz2FcGvIX4fWzBhNw/s1600/17103573_759534037529488_3491127702986147584_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="598" data-original-width="500" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtQziSNjaKKUFqF_CPhWpQisFHx-pJaIiCvzHm98y1pu3eVFV2JsM22XUbW7GfqlU5qt8tUvrPOOLZFuwto9QcxwnEVzFoEAPsU2P571S3Y6aqzhRDFOzcj-RB40kgz2FcGvIX4fWzBhNw/s400/17103573_759534037529488_3491127702986147584_n.jpg" width="333" /></a></b></div>
<br />
<b><br /></b>
<b>Juan Diego</b>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-38575477658300125612009-06-09T01:40:00.000-07:002009-06-09T01:45:37.428-07:00FUMANDO ESPERO...<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp07iPGbzrjwvhtyh1XOzpa1La8fwn9-Ondh6xCSP0kjBsnHYMH5thDOI6l8zAtVfCh_bJbkSsPZ496AH3OJCmpE-xtuaa-4IrRqwMntLLDa97as6Urrn8cWDim6A80uSQMg7cHhIrCWvD/s1600-h/fumador.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5345246027263595074" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 300px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp07iPGbzrjwvhtyh1XOzpa1La8fwn9-Ondh6xCSP0kjBsnHYMH5thDOI6l8zAtVfCh_bJbkSsPZ496AH3OJCmpE-xtuaa-4IrRqwMntLLDa97as6Urrn8cWDim6A80uSQMg7cHhIrCWvD/s400/fumador.jpg" border="0" /></a> <div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">En días simples llego a fumar una docena de cigarros. En días medianamente complejos puedo fumar hasta quince. En días terribles, en esos momentos en que la tensión me devora y la presión absorbe cada palmo de mi cuerpo, puedo llegar, sin problemas, a la cajetilla. Lo sé bien, ¡esto es terrible!!<br /><br />Fumo desde los 18 años y sería inútil recordar el medio millón de veces en que intenté alejarme del vicio condenado. Mi familia, mis amigos, los hombres que se cruzaron por mi vida, los vecinos, los compañeros de trabajo, los metiches, todos han querido quitarme el vicio. Nadie pudo. Yo no pude.<br /><br />Creo que fumar es una de las actividades mas gays que existen. Nada más gay que disparar el humo poniendo la boca en forma de corazón. Nada más gay que despedir el tizne por la nariz, fruncir el ceño y empapar el ambiente con la tóxica brisa blanquizca. Nada más gay que estirar la manita con el cigarro sostenido poniendo los ojitos cual muñeco vaquero de la publicidad de Marlboro. Siempre he creído que los modelos de Marlboro no pueden ser más maricones…<br /><br />Empecé a fumar por elemental monería. Me parecía simpático llegar a la universidad cigarrito en mano desplazándome seductor a través de los pasillos. Luego, si algún mozalbete guapetón me miraba como descubriendo cierto gusto en mí, bastaba dar un soplido elegantón poniendo los ojos tipo macho de Marlboro. Será, tal vez, por querer corresponder miradas o intentar buscarlas, que fui encendiendo un cigarrillo tras otro. De pronto fumaba media docena al día…<br /><br />Trabajé desde muy joven. Apenas siendo oficialmente adulto ya había llenado mi vida de publicidad y de las responsabilidades propias del oficio. Entre estudiar y trabajar los cigarrillos se encendían, la tensión aumentaba y Juan Diego no paraba de fumar.<br /><br />Llegué a los 21 fumando una cajetilla diaria y sin haber tenido una sola pareja. Solo y sin un amor, el cigarro pasó a ser agradable compañero. Y, aun sabiendo que fumar es dañino para la salud humeaba en lugares públicos y privados sin control. Por ratos para eliminar la tensión, por ratos para corresponder una mirada seductora, por ratos y por absoluta inercia fumaba por fumar, porque fumar era ese escape dulce y envenenado que me permitía sentirme especial, que me acercaba a ser parecido a los modelos de Marlboro…<br /><br />Entrar a la disco sin cigarrillo en la mano sería un sacrilegio. Encontrarme con un chico guapo en algún punto de la ciudad y no llegar con el chicote encendido y humoso otro sacrilegio. Una noche sin cigarros y sin un lugar para comprarlos, mi peor tortura. Terminar de almorzar y no fumar, un castigo. Tomarme un trago y no fumar, el más grande aburrimiento. Decir (y sentir) que estoy tenso y preocupado y no acudir a mi Marlboro me pondrá peor. Estar más de una hora sin fumar me da más ganas de fumar (por la tensión de no hacerlo). No fumar porque hay bebés o embarazadas cerca me hace odiar a la naturaleza. Escribir, como ahora, y no fumar, imposible…<br /><br />A veces me siento un apestado. Los no fumadores se escandalizan de mi consumo y me miran con desdén. ¡Echa el humo para allá! ¿Otro cigarro? ¡Te vas a morir pronto! No faltan los que me recuerdan el estado calamitoso en que deben encontrarse mis pulmones o los que me invitan a su casa y me piden no fumar (me voy rápido). Detesto los letreros que recuerdan la ley 25357 que exige no fumar en lugares públicos y siento profundos deseos de ahorcar a Fabián cada vez que me recuerda que como fumador pasivo se envenena más que yo. Y, el día del NO FUMADOR, fumo el doble, me llegan los niños reclamando aire puro y los médicos intentando convencerme que si no paro de retener nicotina me iré de este mundo en unos años más.<br /><br />Probé con caramelos, chicles, chupetines, oraciones anti-tabaco, mantras de sanación y cierta vez fui condicionado a no tener sexo con alguien si fumaba un cigarro durante la noche. Terminé masturbándome…<br /><br /><br />Odio que me digan que hacer. Odio que odien algo que me gusta. Odio a aquellos que se preocupan por la salud del mundo pero no reciclan. Odio a los que se preocupan por mí y no me conocen. Odio a esos maricones fingidos que se preocupan por mis pulmones pero tienen el trasero desgarrado. Odio a aquellos que fumaban como chinos en quiebra y hoy no fuman, y se santifican pregonando que ¡ellos pudieron! ¡que dejaron el vicio! e intentan ser un ejemplo para mí y todos los chicos Marlboro. Odio a los que odian el humo, a los que se tapan la nariz, a los que me esquivan cuando vengo disparando hollín. Odio a los que se pierden el placer de exhalar e inhalar un ratito y aún ensuciando sus pulmones ( y los de los fumadores pasivos) sienten la paz de satisfacer un pecado y atentar deliciosamente contra la salud pública y privada…<br /><br />Me odio un poco hoy porque llegué a la extraña conclusión de que es hora, ya es hora, de dejar de fumar… El lunes empiezo un tratamiento con pastillas patrocinado por un laboratorio norteamericano (cuna de Marlboro) que promete eliminar de mi cerebro el deseo de fumar.<br /><br />De las pocas cosas fieles que hallé en la vida, una es el cigarro. El lunes empezaré a dejarlo (creo) y tengo una terrible pena por hacerlo. No imagino que sentiré cuando llegue a la disco y el cigarro no esté o cuando un guapo me mire fijamente y Marlboro se haya ido.<br /><br />Quiero dejarlo y no puedo. Voy a dejarlo y me apeno. Sé que me daña y lo quiero. El cigarro, carajo, es como algunos hombres que se cruzaron por mi vida: dañino pero rico, nocivo pero necesario…<br /><br />No aplaudan mi decisión ni me halaguen que yo estoy casi llorando de saber que pronto deberé aprender a vivir sin él…<br /><br />JUAN DIEGO</span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;color:#000099;"><a href="mailto:escribeajuandiego@gmail.com">escribeajuandiego@gmail.com</a></span></strong></div>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com149tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-52755424895835065162009-06-05T11:14:00.000-07:002009-06-08T23:08:40.833-07:00DEL AMOR AL ODIO: CHARLY…<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcVx9E35ZKaAfIbIQJE_HQKeRbFoHUGEle-3TIzztdoSFnKgxqVIUQCwqPxw7dSy9lt3Oga7l9H8_7wSRyKm4uMi25AxgLmZa1B0ju4dg7XFEw7OMa-Rpj4fyyuBfiTzoQRpPKZgVg8fo9/s1600-h/1.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5343920226045557618" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 291px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcVx9E35ZKaAfIbIQJE_HQKeRbFoHUGEle-3TIzztdoSFnKgxqVIUQCwqPxw7dSy9lt3Oga7l9H8_7wSRyKm4uMi25AxgLmZa1B0ju4dg7XFEw7OMa-Rpj4fyyuBfiTzoQRpPKZgVg8fo9/s400/1.bmp" border="0" /></a> <div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Regresó Juan Diego y con él los conflictos imprevistos. ¡Qué joda!! Resulta que Charly, como buen lector de mi blog (y seguidor), descubrió que este peruano loco había vuelto a postear. Pues, al buen Charly no le gustó para nada lo que leyó. Se puso como loco y me insultó por teléfono. Me dijo desde imbécil hasta maldito, pasando por maricón y... Al final, como dice Leonel, “ese chiquito era pura miel solo pa’ meterte huevo” Charly pasó de encantador piropeador a marica dolido, y nada peor que un marica dolido…<br /><br />“Este blog te dejará sin amigos y pareja” me ha dicho Guillermo hace unos minutos. Fabián, que amaba a Charly como yo no lo podía amar me dijo hace un rato “Juandi, Charly era un buen partido. No te quejes después de estar solo”. Omar está llamando a mi teléfono por septuagésima tercera vez y omito responderle. Sé que me va a decir…<br /></span></strong><span class="fullpost"><br /><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Luego de la agraviante llamada telefónica recibida por Charly, decidí enviarle un mensaje a su correo procurando calmarlo. Se inicia en ese momento una cadena de mutuas respuestas que me atrevo a postear aún sabiendo que avivaré el odio (y tal vez más deseos de insultarme) de aquel que hasta hace unos días quería convertirme en el centro de su mundo… Alguien a quien bauticé como príncipe... </span></strong></span></div><span class="fullpost"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><div align="justify"><br /><br /><span style="color:#000000;">Lima, 4 de Junio del 2009 09:23 a.m.<br />De: juanxxxxxxxx@hotmail.com<br />Para: charxxxxxxx@hotmail.com<br />Asunto: Hola Charly<br /><br />Charly:<br /><br />Quiero entender tu violenta reacción. Tal vez ni te esperabas leer algo así en mi blog. No ha sido hecho con mala intensión. Igual pensaba decirte en algún momento que, aunque eres un chico maravilloso, no tengo la intensión de intentar amarte. No me nace y no puedes molestarte por eso…<br /><br />Te mereces un pata mejor que Juan Diego. Alguien que quiera recibir todo ese amor inmenso que tú sabes dar. Yo me quedo con mis cuitas existenciales y mis deseos de ser feliz, y reitero mi deseo de no incluirte en mi vida.<br /><br />Recuerda que el problema no eres tú, no sé si yo, pero si algo queda claro es que el contenido del post es real. Eres especial, el sueño de cualquiera, no el mío. Y, contra eso difícil hacer algo.<br /><br />Te deseo lo mejor y ojalá en algún momento nos juntemos y tomemos un café riéndonos de todo…<br /><br />JD<br /><br />----------------------------------------------------------<br /><br />Lima, 4 de Junio del 2009 09:31 a.m.<br />De: charxxxxxxx@hotmail.com<br />Para: juanxxxxxxxx@hotmail.com<br />Asunto: Fw: Hola Charly<br /><br />Eres un pobre invecil como te atreves a escribirme no dices que te aburro que no soy nada en tu vida eres un maricon infeliz que solo quiere cagarse de risa de la gente eres un inveeeeeeeeeeecil con todas sus letras me das fastidio e perdido el tiempo contigo me das asco con tus problemas de niño de 5 años<br /><br />vete a la mierda no me jodas la pasiensia dejame en paz no eme scribas nunca quedate con tu blog de mierda no hables de mi ni te pasastes<br /><br />---------------------------------------------------------</span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;">Lima, 4 de Junio del 2009 09:41 a.m.<br />De: juanxxxxxxxx@hotmail.com<br />Para: charxxxxxxx@hotmail.com<br />Asunto: Juattttttt!!!<br /><br />Como dice Magaly, ¡juaaaaaaaaatttttt!! No sé que te pasa. Tu reacción es inmadura y cojuda. Pero estoy decidido a no pelear.<br /><br />Solo te digo que me perdones si mis palabras han logrado sacar lo peor de ti. No voy a insultarte. Si te molesta que haya posteado aquello que sentía por ti (o que no siento), discúlpame otra vez. Pero no puedes molestarte conmigo por no querer estar contigo, es ilógico.<br /><br />Olvido lo anterior y lo atribuyo a pequeños demonios colándose por tu calma, jejeje…<br /><br />Un abrazo<br /><br />JD<br /></span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;">-------------------------------------------------------<br /><br />Lima, 4 de Junio del 2009 09:54 a.m.<br />De: charxxxxxxx@hotmail.com<br />Para: juanxxxxxxxx@hotmail.com<br />Asunto: Fw: Juattttttt!!!<br /><br />Callate cabro maldito eres un arrastrado no sabes apresiar quien te ama eres una mierda ya me dijeron que Juan diego era un huebón yo tengo la culpa por fijarme en ti con tus palabras bonitas quiueres limpiar tus porquerias que haces desgrasiado que juegas con mis sentimiento tus amigos son mas gente que tu menos ese leonel que es una puta los demas son gente tu no tu eres una basura que ojala te quedes solo en el mundo que te orinen los perros que te echen su mierda ensima muerete por mi ------<br /><br />voy a rezar para que te mueras que te atropelle el carro cabro enfermo que te vaya mal en todo me choteastes no me quistotes jugar conmigo malo tu maldad lo pagaras yo no te hise nada malo que no pasarias conmigo ni 15 minutos no eres una mierda ojala que te de sida y todo lo malo eres mierda purita maldito<br /><br />---------------------------------------------------------<br /><br />Lima, 4 de Junio del 2009 10:06 a.m.<br />De: juanxxxxxxxx@hotmail.com<br />Para: charxxxxxxx@hotmail.com<br />Asunto: fw:fw: Juattttttt!!!<br /><br />Estas loco, tío, locazo, jajajajaja… Como nunca le agradezco a mis extrañas confusiones por permitirme no amarte y evitar que desee estar cerca de ti. ¡De buen loco que me libré!!<br /><br />Éxitos!!<br /><br />JD<br /><br />--------------------------------------------------------</span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;">Lima, 4 de Junio del 2009 10: 13 a.m.<br />De: charxxxxxxx@hotmail.com<br />Para: juanxxxxxxxx@hotmail.com<br />Asunto: Fw: Juattttttt!!!<br /><br />Cállate maricon maldito vete a reconch…<br /><br />-------------------------------------------------------<br /><br />Interrumpo aquí la secuencia de mensajes. El contenido de los trece siguientes correos recibidos entre ayer y hoy recuerdan insistentemente a mi señora madre y me condenan al infierno de las enfermedades de transmisión sexual y a terminar hecho puré en el pavimento agrietado de la ciudad. Además, amigos míos, no merecen leer los mensajes de un sujeto con tan mala ortografía…<br /><br />Cierro esta historia…<br /><br />Juan Diego</span></span></strong></span></div><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;"></span></strong>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com78tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-33207639789494095812009-06-03T17:59:00.000-07:002009-06-08T23:03:06.164-07:00EL PRÍNCIPE LLEGÓ...<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2OQcGxIuWj9prIRhuGEdxjUF9_uMQiqqd42_ZnIc9DoxtiW_K6IKUTmKgY1bX3zvOR-790-L5ONxpCL9fnqJX_pe-yFTzhOusEEth_MUcEAXXS-zF7-c9bihLH4T3xsMA2qklPSF4bQ1l/s1600-h/eitan.jpg"><span style="font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5343274047613595314" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 289px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2OQcGxIuWj9prIRhuGEdxjUF9_uMQiqqd42_ZnIc9DoxtiW_K6IKUTmKgY1bX3zvOR-790-L5ONxpCL9fnqJX_pe-yFTzhOusEEth_MUcEAXXS-zF7-c9bihLH4T3xsMA2qklPSF4bQ1l/s400/eitan.jpg" border="0" /></span></a><span style="font-size:85%;"> </span><div align="justify"><span style="font-size:78%;"><span style="font-family:verdana;"><strong><span style="color:#000000;"><span style="font-size:85%;">Charly es un patita encantador. Le importo. Le gusto. Me desea. Daría cualquier cosa (me lo ha dicho) porque Juan Diego le brinde la oportunidad de hacerlo feliz. Quiere amarme hasta el fin, tener ojos solo para mí. Me busca, sigue, adora escucharme. Mis apariciones son para él como las de la Virgen en Fátima. Charly encontró en Juan Diego el hombre ideal, aquel que le chorrea las medias. Carajo, Charly me ama…<br /><br />Quienes me leen saben bien que he buscado eternamente la posibilidad de hallar al príncipe azul y cual ceniciento rendirme enamorado frente a sus encantos. ¿Dónde estás corazón? pregunto triste y desesperanzado en un post anterior (1) y evidencio mi angustia por no hallar aquel que me permita ser el centro de algún mundo… Bueno, Charly me ama, el príncipe llegó… </span><br /></span></strong></span></span><span class="fullpost"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;"><strong>Pero hay un detalle. No amo a Charly. No me interesa. Y, desgraciadamente, ya empecé a cogerle fastidio a su meloso estilo de intentar hacerme feliz. No soporto a Charly y a su amor. Detesto escucharlo decir que podría ser el centro de su mundo (ha leído mi blog el pendejo). No imagino besarlo, no deseo tirarlo, no quiero verlo. El quiere pasar una vida conmigo, yo no lo aguanto más de quince minutos. ¿Qué tiene de malo, Charly? Nada. Cualquier gay podría morirse por este guapo romanticón. Juan Diego, no.<br /><br />Me dice Fabián con mucho respeto que “soy un idiota”. Omar me dice con mucho respeto que “debo ser imbécil para dejarlo pasar”. Me dice Nadiana, siempre respetuosa, “que soy un tremendo cojudo para no dejarme amar”. Me dice Guillermo, molesto (fue él quien me lo presentó) que “voy de mal en peor”. Me dice Leonel admirado “que soy un pavazo por permitir que ese cuerpo ricotón se aleje sin darle el revolcón que se merece”.<br /><br />Es que Charly es un ángel. Es casi perfecto. Charly es de aquellos hombres que deben haber nacido en año bisiesto. Pero no lo amo, ni quiero amarlo, y no hay nada de mí que muestre la intensión de hacerlo. Pero ¿porqueee? chilla Fabián. ¿Porqueeeee? llora Omar…<br /><br />No puedo amar a alguien tan sublime, eso es. Un webón que me ofrece la vida perfecta y soñada será parte de mis fantasías, mas no es lo que mi cuerpo y alma quieren, no esta vez, por lo menos. Probablemente estoy trastornado y vivir con Juan Diego ya se está haciendo un suplicio. Probablemente mi vida necesita esa cuota de complejidad homosexual y de locura cotidiana que tanto critico.<br /><br />Será quizás que las malas experiencias me han convertido en un tipo desconfiado incapaz de recibir amor del bueno. No sé. Lo cierto es que no quiero a Charly, prefiero seguir solo…<br /><br />Leonel, sentencia esta semana de debates sentimentales al decirme con naturalidad “lo que pasa, amigo, es que a usted le gustan los chicos malos”. Y me aterra pensar que tenga razón.<br /><br />Charly es bueno y sin complicaciones, y no me atrae… Renzo y Álvaro con sus vidas complicadas me atraían. ¿Qué me pasa?<br /><br />Juan Diego</strong></span></span><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;"><strong> </strong></span></div>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com133tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-4541237468611064132008-07-21T10:18:00.000-07:002009-06-09T00:08:31.747-07:00YA REGRESÉ...<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkHvPGKKA3FQKymaLbp3M-L3lZS_xsSB_eC1R8W8SGUOZHb_Ie-gwWbLEdVCKCBS-GhcweNcTvLfGTHcydcAZiwu7wRi2K66xzXNVoDdqen2yypipP29D03nwBEXiMRzORBqltMZzDiij6/s1600-h/Joseph%2520Giliberti%2520%25281%2529.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5225522561461414178" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkHvPGKKA3FQKymaLbp3M-L3lZS_xsSB_eC1R8W8SGUOZHb_Ie-gwWbLEdVCKCBS-GhcweNcTvLfGTHcydcAZiwu7wRi2K66xzXNVoDdqen2yypipP29D03nwBEXiMRzORBqltMZzDiij6/s400/Joseph%2520Giliberti%2520%25281%2529.jpg" border="0" /></a> <div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:78%;color:#000000;"><strong>Sí que he tenido los cuarenta días más intensos, alborotados y estresantes de mi vida. Los últimos doce años he vivido entre actividades intensas, alboroto cotidiano y estrés posicionándose de mis músculos en todo momento, pero nunca como en esta cuaresma de trabajo y estudios que dura hasta hoy.<br /><br />Pensé relajarme en Colombia. Imaginé que Bogotá serviría de primorosa distracción. ¡Craso error! Cuando viajas a hacer una pasantía, a lo sumo un city tour o una salidita híper heterosexual podrían aliviar tus deseos de entretención, el resto del tiempo se destina a ponencias eternas, debates cuasi científicos, pocas horas de sueño y deseos de obtener las mejores notas. Es decir, el viajecito de veinte días, me sirvió académicamente, mas nada. No tuve espacios de tiempo para suspirar el frío bogotano y sentirme libre de esa Lima gris que me acojuda y aprieta y de algunos de sus estúpidos habitantes.<br /><span class="fullpost"><br />Nunca pude encontrar entre las elegantes instalaciones del hotel momenticos ricos para olvidar que en Lima mi vida sentimental es confusa y poco interesante. Siquiera pude visitar algún huequito gay y, quién sabe, conocer un colocho guapetón que me permita olvidar al cada día más rico Renzo y sus propuestas indecentes. No, Juan Diego se la pasó estudiando y cuando no lo hizo, pensó en Renzo riquísimo o salió a lugares tan heterosexuales como sus compañeros y bailó cierta noche cumbia colombiana con sus guapitas compañeritas de clase. Es que para rematar la fiesta, hacía años que no me sentía (léase comportaba) taaaaan heterosexual como en Bogotá. Y, como para confundir más mi cabeza y cuerpo, una colombiana tetona, potona y bella intentó besarme en ‘Andrés Carne de Res’, el restaurante más emblemático de la ciudad.<br /><br />Obtuve la máxima calificación de la pasantía y hasta una propuesta de trabajo en Colombia. Yo solo quería regresar a Lima. Extrañaba a mi familia, a mis amigos-hermanos del alma, a mis gatos, mis perros, la comida peruana rica e inigualable, al desorden limeño, la humedad infectante, mis problemas peruanos, mi oficina y a Renzo cada días más rico.<br /><br />Cuando pisé suelo peruano y esa extraña brisa que cubre la capital encapotaba mis fauces, sentí alivio, alegría, ganas de correr a casa, ganas de comerme un cebiche con bastante ají y ganas, muchas ganas de llamar a Renzo y decirle “ya regresé”.<br /><br />Pero esta Lima se dispone cada día a torturarme más. El trabajo me capturó casi bajando del avión y los viejos dementes que me sirven de compañeros de trabajo no tardaron en joderme la paciencia y arruinar mi pequeña vacación. Y los estudios estrujándome, quitándome vida, forzándome a ser el mejor, el primero carajo (por algo pago tanto). Quería escribir, sentarme frente a mi notebook y dejar las palabras fluir, contar, decir, opinar, chillar, postear. Pero no. La tortura china que me genera el entorno y la tortura turca que sé generarme como nadie, evitaron que pueda hacer lo único que a veces me calma: escribir.<br /><br />Nunca recibí tantos e-mails, nunca tantos reclamos y hasta mentadas de madre por no postear. El desgraciado mala gente de Juan Diego dejaba a miles sin el chismorreo rico que tiene su vida y esa presión me anulaba hasta la inspiración para escribir. Todo se juntaba. Todo a la vez.<br /><br />Han sido cuarenta días de stress, pero hoy se encendió una luz. Renzo me llamó y aunque suene estúpido, al escuchar su voz de pendejo bonachón, Lima era menos gris y la humedad que acogota la laringe se transformaba en suspiro a la limeña. Renzo me llamó y sí, para que mentir, en realidad me devolvió la llamada, le dejé un mensajito en el celu con la frase tonta de la semana “ya regresé”.<br /><br />Es que no aprendo. Antes de llamar a Fabián que me escribió cada uno de los días que pasé en Bogotá, antes de llamar a Leonel que hizo posar a un amiguito suyo desnudo por web cam para que yo no extrañe el lomo saltado (1) o antes de llamar a Guillermo que no pudo dormir ninguna de las noches que estuve ausente porque tuvo pesadillas en las que vio que algo malo me pasaba, antes de llamar a alguno de mis amiguitos-hermanitos del alma, mi alma y mi cuerpo prefirieron llamar a Renzo. Soy un tarado, si, un weboncito incapaz de entender que ese hombre no le conviene, que ese hombre casado o algo por estilo, que es rico, potable, buenote, sensual y habla lindo, no le conviene…<br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8arxfeOV-oWNaKVTRYrCbIYiPxrxLWsk3ZlPLS95URsZkkJ3U0rHoaxTyy-dXnMMMLzySXvfF-sryegiqmToWJVOyQ7Jkoov8UcPqTwsuyCro3SCSVNoMrsDSa-RIG554BMUXRv4aCI_k/s1600-h/39a.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5225520685603717650" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8arxfeOV-oWNaKVTRYrCbIYiPxrxLWsk3ZlPLS95URsZkkJ3U0rHoaxTyy-dXnMMMLzySXvfF-sryegiqmToWJVOyQ7Jkoov8UcPqTwsuyCro3SCSVNoMrsDSa-RIG554BMUXRv4aCI_k/s400/39a.jpg" border="0" /></a><br />Bueno, Renzo es lindo y dice que le importo, que apenas me vio lo cautivé. Que su relación de pareja ya no funcionaba, que no ama a Rómulo, que está enamorando de mí, que quiere ser el amor de mi vida, que soy encantador, inteligente, dulce, maravilloso y floro, floro y más floro… pero floro que me encanta escuchar…<br /><br />Si, de hecho se estarán preguntando en qué momento de estos cuarenta días de ausencia Renzo y yo nos juntamos y mis oídos se dejaron florear. Pues, recordarán que luego de aquella noche de pelea en la que Leonel se coronó como campeón de peso gallo con cachetadas incluidas, Renzo me entregó solapamente un papelito. En él, escribió con linda letra su número celular y correo electrónico. Solo para completar lo ocurrido esa noche contaré que la pasé estupendo con Mateo y que el chiquillo resulto ser el heterosexual más pasivo del mundo. Fue una madrugada riquísima…<br /><br />Llamar a Renzo me tentaba. Sabía que hacerlo era incorrecto, pero un deseo instintivo me forzaba a llamarlo. Dudé mucho, consulté con mi almohada, me ahogué de ganas de sentir esa presión estomacal que ocasiona lo incorrecto y prohibido. No obstante, a la siguiente noche, una llamada de Renzito alegraba mi noche. Me sorprendió su llamada, nunca le di mi número. Pero él, muy lindo, armó una cadena logística que le facilitó mi teléfono. Se contactó como con veinte personas, al final lo consiguió.<br /><br />Me mostré distante, aparenté poca emoción, aún me duraba la cólera por lo que le había dicho a su pareja sobre mí (2), sin embargo escucharlo me derritió completito. Me pidió verlo esa misma noche. “Son las diez” repliqué. “No importa… quiero verte”. Y, como si su voz me hipnotizara, sentí su pedido casi como una orden.<br /><br />Estuve en la esquina indicada a las once en punto. Me bañé, cambié, acicalé en tiempo record. Solo quería verlo y comprobar si lo que había despertado en mí la noche anterior se repetía o si solo era parte de mi habitual estupidez. Esa cojuda idea que tengo acerca de que el amor de mi vida me despertará sensaciones eléctricas y que solamente con verlo sabré si es el indicado, revoloteaba por mi cerebro insistentemente. El momento aquel en que bailamos y nos olvidamos del mundo, nunca lo había experimentado con hombre alguno. Él llegó guapísimo y ojeroso. La esquina en la que me citó, desolada y oscura. Me miró, sonrío con expresión de niño que consigue su golosina predilecta y cuando iba a decirle lo que había ensayado “hola, Renzo, estoy aquí, pero no creas que…” él se acercó casquivano y me besó. Siiiiiii, me chapó sin resquemores en plena calle y que rico me chapó, carajo. Solo respondí el beso y me olvidé que en Surco el serenazgo(3) está por todos lados, me olvidé que conozco a Rómulo de hace muchos años y que me cae muy bien, me olvidé de mis prejuicios y dudas y metí lengua como un loco. Él empezó, pero luego yo me tragué su boca con frenesí. “Mi chiquito rico” me decía el rico desgraciado roba besos. Me sentí como en la noche anterior, en medio de la sala de Fabián, teniéndolo cerca, queriendo reventar esa boca y arañar esa espalda.<br /><br />“Vámonos a un lugar íntimo” dijo con voz de quien ya no puede con la arrechura(4). ¿Sexo tan rápido? le pregunté a mis adentros. ¡Qué importa, carajo!! me auto repetí para eliminar los consejos de mamá y mi hermana en los que dicen como en la canción de Lucerito(5) que si salgo con un hombre por primera vez no me suelte el pelo y esté donde esté sea buen chico y me porte bien, pero como también dice la cancioncita, con Renzo pierdo mi autocontrol, es que me gusta tanto, demasiado… No obstante, el lugar ‘íntimo’ que pedía Renzito no era un hotel o su casa. Me llevó a un bar gay miraflorino y tuve una riquísima madrugada de domingo, bailando, tomando licor, riendo, besándome con él como si se tratase del amor de mi vida, acariciándonos, mirándonos, dándonos cerecitas en la boquita, dejándome florear…<br /><br />A eso de las tres de la madrugada, me vino un compulsivo ataque de razón y le encaré molesto y arrepentido (algo tarde) que el es un gay comprometido y, más que eso, ¡casado!!, pues vive con Rómulo desde hace dos años. Es decir, los desgraciados que hablaron de mí en la fiesta no estaban tan fuera de la verdad. Me estaba convirtiendo en un destruye hogares, en el terror de las parejas estables gays. Y, que iba a ser de los dos perros afganos a los que crían y a los que llaman hijos. ¿En qué me convertía solo por un poco de arrechura desmedida? Siempre quise ser un chico bueno, pero ese huevón me llevaba a ser malo y ese ratito de razón me lo enrostraba sin asco. Lástima que un nuevo ciclón de besos apasionados me quitaron lo racional y volví a caer…<br /><br />La razón regresó rápidamente, porque el mejor amigo de Rómulo, un tal Adrián, se ponía frente a nosotros. Renzo ni se inmutó. “No puedes decirme nada” le dijo desafiante. Resulta que Adrián emparejado desde hace doce años, se chapaba y desfilaba de la mano de un mozuelo que no pasaba de los dieciocho. La pareja de Adrián, uno de los mejores amigos de Renzo, viajaba frecuentemente y durante sus ausencias su vetusta pareja se entregaba a los brazos de cualquiera. Adrián miró a Renzo con expresión de quien comparte la pendejada y se olvida de la amistad y, lo que es peor, vi en esos ojos que le decía algo así como “estos son vacilones, pues, los firmes están en casa o de viaje”. En ese momento entré en razón. Me sentí tonto…<br /><br />Renzo quiso besarme, acariciarme, me floreó quince veces más, pero yo sentí que estaba abrazando a un tipo que acostumbraba sacar los pies del plato. Por que una cosa era ser la manzana discordante por amor, pero ser el ‘puntito’ de una noche de domingo que se dejó embelezar por unos labios carnosos, eso nooooo… Me fui a casa. Me sentí usado. Renzo debió haberme llamado unas cien veces, nunca respondí.<br /><br />No respondí sus llamadas, no respondí a las llamadas con remitente privado, había decidido olvidarme de mi infame domingo de doncello gay con un hombre feliz o infelizmente casado, no importaba, el asunto era no volver a caer en esos brazos, esos ojos y ese floro a veces barato pero que elevaba mi ego a la punta del Everest. Pero… a los pocos días de mi intento, experimenté la situación más sublime que sujeto alguno me haya hecho vivir. Lástima que quien ocasionaba el disfrute de tan sublime momento era él, Renzo.<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvEeisBfRy0YHeJSxYjMreehD2Pe-FkNvvYx-4PJlSc0oJLzPof6YzCQrXzQctc0Gz-XjvSWuOoJn8Hm40auDtF9at2Y5vmy5GMX9ttuzOnCC7WKrrjMNCroA7tyVMzX0aPZKucEHxlVis/s1600-h/J_+Lee+Spicer+52.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5225521217685375890" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvEeisBfRy0YHeJSxYjMreehD2Pe-FkNvvYx-4PJlSc0oJLzPof6YzCQrXzQctc0Gz-XjvSWuOoJn8Hm40auDtF9at2Y5vmy5GMX9ttuzOnCC7WKrrjMNCroA7tyVMzX0aPZKucEHxlVis/s400/J_+Lee+Spicer+52.jpg" border="0" /></a>“Sr. Juan Diego, le han dejado flores y unos regalos en la recepción” me indicaban de seguridad. De pronto, mi oficina se llenó de flores y un enorme oso. Una tarjeta perfectamente blindada acompañaba los detalles. La sorpresa me colmaba, la vergüenza me asaltaba, mis compañeros de trabajo se asombraban de la escena. El desgraciado y también lindo de Renzo, se atrevía a enviarme regalos maricones a la oficina. Estaba loco para atreverse a cometer tal payasada, tan linda y tierna payasada. La tarjeta leía “Perdóname, lindo. Imagino tu carita de desconcierto y río a distancia. Aunque haya otra persona en mi vida, yo te amo, debes saberlo que me he enamorado de ti y por ti estoy dispuesto a todo”<br /><br />Ese ego que se levanta de vez en cuando, se levantó cual bandera izada por el más patriota. Se siente rico que un hombre sea capaz de esas locuras por ti, que un tipo te prefiera, te elija y haga cositas romanticonas por ti. Pero, el Juan Diego juicioso, el exalumno salesiano, el hijito bueno de mamá salía a relucir. El Juan Diego de los amigos bonachones que lo aman por ser bueno y correcto sacaba pecho. El Juan Diego romántico y deseoso de ser amado se asomaba emocionado, era rápidamente vapuleado por el Juan Diego que sabe que lo correcto y justo no es estar con Renzo.<br /><br />Luego de dar una excusa válida para evitar chismes baratos de oficina, me deshice de las flores y tiré la tarjeta a la basura. No obstante, librarme de él iba a ser una misión imposible. Lo tuve en la puerta de la oficina y salí por una puerta falsa. Lo tuve en la puerta de la universidad y pernocté en ella hasta la medianoche. Cuando lo tuve en la puerta de mi casa con un oso igualito al que me había enviado y que yo regalé a una compañera, supe que no podría sacármelo de encima y supe, también, que alguien que hace todo eso por ti, es porque algo le importas. “Traje un oso igual al que imagino botaste” me dijo, sonrío y me compró.<br /><br />Renzo entró a mi casa e hicimos el amor. Fue una noche espectacular. Juro que mientras lo hacíamos sentí que lo amaba y que ese huevón rico y romántico era el amor de mi vida. Pero, como el amor de tu vida jamás llegará tan fácil, Rómulo asomaba su pena y tristeza por mi vida. Rómulo, que parecía tener las mismas costumbres de su pareja, se apareció con la expresión más lánguida en la puerta de la universidad. Me dijo muy calmado que sabía que Renzo y yo éramos amantes. ¡Eso me dijo! Y lo peor de todo ¡era verdad!!!! Tartamudeé, tosí. Él me habló súper paternal (tiene 38 años) y me pidió que me aleje del amor de su vida. Me dijo que Renzo era así. ¿Así? “Suele ser voluble, hoy te ama, mañana no, hoy me quiere dejar, mañana vuelve corriendo a mis brazos”. Renzo se había ido de la casa, llorando y sin sus hijos. Rómulo estaba desolado y el culpable de todo, tartamudeaba sin saber que decir…<br /><br />Decidí ese día olvidar a Renzo. Pero él no estaba dispuesto a dejarme partir de su vida y volvió insistentemente a mi casa e insistentemente hicimos el amor a pesar de la guerra que se vivía en torno a nosotros.<br /><br />Rómulo recorrió las casas de mis amigos y lloró con todos. Fabián lloró con él y luego me lloró para entrar en razón. Guillermo dice hasta hoy que no se explica como yo puedo haberle quitado la pareja a Rómulo. Omar llora más que Rómulo, Nadiana dice que lo que mal empieza, mal acaba y, Leonel, es el único que parece alegrarse e insiste en que tire mucho, mucho, para que si, en caso, la cosa no se concrete seriamente, por lo menos exprimo ese cuerpito al máximo.<br /><br />Renzo lloró y dijo que me amaba, que todo había sido rápido, un flechazo, pero me amaba y la verdad, le creía…<br /><br />Mi viaje a Colombia estaba cerca, faltaban apenas unos días. Renzo y yo nos veíamos a diario, nos divertíamos, tenía unos detalles maravillosos, no obstante, me enteré que visitaba a diario a Rómulo, pues no quería que sufriera y quería ser su mejor amigo, al final tenían dos hijitos afganos al que mi casi novio ama tanto como a mí. Me dio mucha cólera que alguien que dice amarme no pueda desprenderse de su pasado. “Tu presente soy yo” reclamé.<br /><br />Quería a Renzo para mí, sin Rómulo ni afganos, sin ese pasado del que yo lo había extraído. Entendí después de hablar con mi mami y con mi hermana, que Renzo jamás iba a ser enteramente mío, que Rómulo iba a permanecer en su vida y sus afganos eran el pretexto perfecto para esa permanencia. Entendí que el amor de mi vida lo era también de otra vida, talvez de una vida que lo conocía, amaba y merecía más que yo.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkGq1izA4MNUaOWB_KxihkLjE7we4ZLQEiyuscR0lPgYfETiIzd7bqGdiNqRunFVA7Kq8cjXgobPOw1uN3G7KofhdSV1KNvMOhWX9HGTU5hW763f_SuBuy4NJxNbg4yh7VZ9vO55KCH4c0/s1600-h/q06.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5225521217939886370" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkGq1izA4MNUaOWB_KxihkLjE7we4ZLQEiyuscR0lPgYfETiIzd7bqGdiNqRunFVA7Kq8cjXgobPOw1uN3G7KofhdSV1KNvMOhWX9HGTU5hW763f_SuBuy4NJxNbg4yh7VZ9vO55KCH4c0/s400/q06.jpg" border="0" /></a><br />Le dije a Renzo que debíamos terminar, que esto no iba a funcionar. Hicimos el amor después de mi pedido y luego él sugirió que me vaya a Colombia, piense bien las cosas y entienda que en la Lima que me complica se quedaba esperándome un hombre que me ama y está dispuesto a ser el amor de mi vida… “Me llamas y me avisas que regresaste, estaré esperándote”<br /><br />Decidimos no hablar durante los veinte días que estaría en Bogotá y así fue. Quise llamarlo cada una de las horas que estuve por allá, me aguanté, lloré, pensé, reflexioné, lo extrañé como loco, volví a Lima y lo llamé. Su teléfono estaba apagado. Dejé un mensaje que decía “ya regresé”. El me llamó, dice amarme más que hace veinte días…<br /><br />Cierro mi laptop. Renzo me espera. Mis miedos y dudas también…<br /><br />Gracias por esperarme, gracias mil por leerme…<br /><br /><span style="font-size:130%;color:#ff0000;">JUAN DIEGO<br /></strong></span><a href="mailto:escribeajuandiego@gmail.com"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">escribeajuandiego@gmail.com</span></strong></a> </div><div></div><div><span style="font-family:arial;font-size:78%;"><br /><strong><span style="font-size:85%;"><span style="color:#000000;">(1)</span> El <span style="color:#000000;">LOMO SALTADO</span> es un antiguo plato típico de la gastronomía del Perú. Un buen LOMO, puede ser tambien un rico hombre. Más sobre el LOMO SALTADO </span></strong></span><a href="http://www.recetas-de-cocina.net/comida-peruana/lomo-saltado.html"><span style="font-family:arial;font-size:85%;color:#000099;"><strong>http://www.recetas-de-cocina.net/comida-peruana/lomo-saltado.html</strong></span></a></div><div><span style="font-family:arial;"><strong><span style="font-size:85%;"><span style="color:#000000;">(2)</span> Si no leíste o recuerdas el dato exacto de mi <span style="color:#000000;">POST anterior,</span> click aquí </span></strong></span><a href="http://sexopudoryhombres.blogspot.com/2008/05/un-novio-para-juan-diego.html"><span style="font-family:arial;font-size:85%;color:#000099;"><strong>http://sexopudoryhombres.blogspot.com/2008/05/un-novio-para-juan-diego.html</strong></span></a></div><div><span style="font-family:arial;"><strong><span style="font-size:85%;"><span style="color:#000000;">(3)</span> <span style="color:#000000;">SERENAZGO:</span> Como me lee muchísima gente extranjera, deben saber que el SERENAZO es La Unidad de Serenazgo es un órgano de línea, encargado de coordinar, y en su caso colaborar con los órganos públicos competentes en la protección de personas y bienes y en el mantenimiento de la tranquilidad y el orden ciudadano. Cada distrito de Lima tiene el suyo. Patrullan las calles y, por lo general, odian a los gays...</span></strong></span></div><div><span style="font-family:arial;"><strong><span style="font-size:85%;"><span style="color:#000000;">(4)</span> <span style="color:#000000;">ARRECHURA</span>: en Perú arrechura es INAGUANTABLE DESEO SEXUAL, GANAS LOCAS DE TIRAR.</span></strong></span></div><div><span style="font-family:Arial;"><strong><span style="font-size:85%;">(5) <span style="color:#000000;">AUTOCONTROL de LUCERO:</span> Click para ver letra </span></strong><a href="http://www.lyricskeeper.com/lucero-lyrics/226998-autocontrol-lyrics.htm"><span style="font-size:85%;color:#000099;"><strong>http://www.lyricskeeper.com/lucero-lyrics/226998-autocontrol-lyrics.htm</strong></span></a></span></div><div><span style="font-family:Arial;font-size:85%;"><strong></strong></span></div><div><span style="font-family:Arial;font-size:85%;"><strong></strong></span></div><div><span style="font-family:Arial;font-size:85%;color:#ffffff;"><strong>EEEEE</strong></span></div><div><span style="font-family:Arial;font-size:78%;"></span></div><div><span style="font-family:Arial;font-size:78%;"></span></div><div></div></div></span></span><br /><span style="font-family:verdana;font-size:78%;color:#000000;"></span>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com124tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-25581357765101270292008-06-10T19:02:00.000-07:002009-06-08T23:10:11.341-07:00ALGO CONTIGO...<object height="364" width="445"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/_jTXErclGII&hl=en&fs=1&color1=0x2b405b&color2=0x6b8ab6&border=1"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/_jTXErclGII&hl=en&fs=1&color1=0x2b405b&color2=0x6b8ab6&border=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="445" height="364"></embed></object><br /><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></strong><br /><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><div align="justify"><span style="color:#000000;">Siento mucho mi prolongada ausencia. El trabajo intenso y la maestría que sigo me tienen totalmente secuestrado. Espero postear en los próximos días, pues hay escasez de relatos, más no de vivencias... Tengo taaaaaaaanto que contarles...</span></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;color:#000000;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;color:#000000;"></span></strong></div><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;">Les dejo un adelanto de mi nuevo post, una canción linda que se adapta perfectamente con todo aquello que hoy vivo y que en poquito les detallaré... Canta VICENTICO y dice ALGO CONTIGO...</span></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;color:#000000;"></span></strong></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><span style="font-family:Georgia;font-size:100%;color:#000000;"></span></span></div><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;">No me he ido, ni escapado, sigo aquí, deseando siempre escribir, esperando encontrarlos, extrañándolos...</span></strong></span></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><br />Gracias por leerme</span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;"><br /><span style="color:#000000;">Juan Diego</span></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"><a href="mailto:escribeajuandiego@gmail.com"><br /><span style="color:#000000;">escribeajuandiego@gmail.com</span></a></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><br /><span style="color:#000000;">P.D: El 22 estaré en Colombia, así qure amiguitos colombianos espérenme...</span></span></strong></div>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com26tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-73476368960871397152008-05-05T07:23:00.000-07:002009-06-09T00:09:06.480-07:00UN NOVIO PARA JUAN DIEGO<div align="justify"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong>,<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyHAi-awqe4Q4ps09AoiZgFfAJ0fdEaedC9i1nnAWGXCm-MGcPSDphI9nhsu4Ld_lsH2Jz-oB3X7LeEYguvP1A_56lWr0HqxkE39fbfWsSz5j0ws4TBiS_uuTBSZXt5QIPqc9OTzolzsIm/s1600-h/6_0.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5196905552368518994" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyHAi-awqe4Q4ps09AoiZgFfAJ0fdEaedC9i1nnAWGXCm-MGcPSDphI9nhsu4Ld_lsH2Jz-oB3X7LeEYguvP1A_56lWr0HqxkE39fbfWsSz5j0ws4TBiS_uuTBSZXt5QIPqc9OTzolzsIm/s400/6_0.jpg" border="0" /></a><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;"><strong>Todos creen que me siento solo y no se equivocan. Si, es cierto, tengo a mi familia maravillosa junto a mí, a mis amigos-hermanos del alma siempre al lado, tengo trabajo, estudio, llevo una activa vida social, pero... me siento solo. No ando deprimido ni alterado ni amargado, solamente me siento solo y quiero que me dejen en paz sintiéndome así que eso no es tan malo.<br /><br /><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Desde el domingo toda la tropa ha organizado una serie de actividades a fin de detener la supuestamente efervescente infelicidad solitaria de Juandieguito. He recibido regalos, invitaciones a almorzar, comer, bailar, chupar. Y, todos mis amigos se han propuesto emparejarme a cómo de lugar.<br /><br />Me citaron el lunes en casa de Fabián. Llegué hecho trapo luego de un agotador día de trabajo. Allí, Omar y su parejita charapa, Gary, se encargaron de presentarme a Hans, otro charapita cumbiambero. Me vendieron al charapita como un chibolo riquísimo de piel suave y aire exótico, cuerpo marcado, boca golosa y no sé que tanto más...<br /></strong></span><span class="fullpost"><br />Cuando me di cara a cara con el muchachito, me topé con un pequeño shipibo que traía susto por doquier. Su cara denotaba el pánico que sentía de ser expuesto cual esclavo para la compra de un futuro patrón. Me gusta la piel bronceada, un peruanito rico siempre viene bien, pero lo que nadie me dijo era que Hans postulaba para ser hembra. Sus cejas eran el fiel reflejo de que lo metrosexual se está perdiendo para convertirse en mariconada pura. Jimmy Santi y sus cejas dibujadas con plumón, podría ser un macho completo al lado de Hans. El chico era hiper amanerado, una señorita del oriente peruano que cruzaba sus piernitas y tomaba el cafecito de Fabián siguiendo hasta el último consejo de Frida Holler y su dedo meñique. Conclusión: agradecí a la parejita por sus buenas intensiones, pero honesto como suelo ser, les dije que no pasaba nada con Hans.<br /><br />Fabián me invitó el martes, después de clases, a comer a un restaurante en la Costa Verde. Iríamos en parejas. ¿Quienes? Él y su Raúl, y un amigo de Raúl y yo. O sea, me seguían buscando novio. Me recogieron de la universidad y me montaron en un BMW espectacular, azul, brillante, nuevo. Quien lo manejaba era Anselmo. Un hombre atractivo e inteligente de 66 años. Si, no me equivoqué al escribir. Anselmo tiene 66 años, apenas 38 años más que yo. Casi podría ser mi padre y es mayor que mi madre. Sus canas le dan ese toque de abuelito al que todos queremos. Mientras trataba de seducirme (lo hizo toda la noche) imaginaba que besarlo sería como besar a mi abuelo que en paz descanse. Sus bigotes blancos, mostacho de jinete de caballo de paso, se movían divertidos en dirección izquierda. De no haber sido por el raro movimiento y por el delicioso robalo sudado en chupe con risotto criollo me habría dormido en las manos maltrechas del tío. Fabián se molestó conmigo. Dice que debí mostrarme más "amable" con el empresario petrolero. Millonario o no, lo que menos quiero es emparejarme con alguien mayor que mi madre.<br /><br />Llegó el miércoles. Era el turno de Leonel. Previamente, mi amigo, me había enviado vía e-mail una serie de fotos de chiquillos héteros buenísimos compañeros del chilinguee de Paulcito, su hétero particular. Uno estaba más rico que el otro. Fue difícil definir con cual de ellos sería mi cita de miércoles. No tenía ilusión alguna con esos cueritos de cuerpitos marcados y pinta de jugadores del Boca Juniors. Saberlos heterosexuales no me brindaba motivación alguna, aunque como me dijo Leonel, muy serio, lo importante sería divertirme. Escogí a Mateo. Me recordaba a un compañero de colegio (1). Acepté visitar el cuarto-matadero de mi amigo a las 8 de la noche. ¡Vas a disfrutar como loco! me decía Leonelcito emocionado y feliz de intentar hacerme feliz.<br /><br />Estuve puntualísimo. Me recibió Mateo. Las fotos no hacían justicia alguna con su físico. El chiquillo que no llegaba a los veinte abriles. Se parecía, para mi mal, a un amor platónico hollywoodense, a Jesse Bradford (2). Como parece ser la característica de este tipo de muchachitos, era educadísimo, amabilísimo, y posesor, para ¿mi buena suerte? de un culo riquísimo.<br /><br />Me reí a más no poder con los muchachos. Tomamos ron (me cae bomba), de pronto el hétero quería besarme. Yo quería ser besado y besarlo hasta tragarme esa boquita rosadita, pero mi hígado, estómago y cabeza vivían los estragos que beber ron producen en mí. Mi entusiasmo crecía como crecían mis ganas de vomitar, y justo cuando Mateíto rico puso su boca rica en mi boca, todas las sustancias que peleaban por no salir, salieron disparadas. Vomité a Mateo de la cabeza a los pies. El pobre muchacho corrió cual cenicienta siendo vencida por la hora y yo me convertí en pordiosero de la vergüenza. Cogí mi carroza de calabaza y me fui.<br /><br />Luego del roche no quería saber nada de los hombres. Parecía que el universo se habían propuesto arruinarme todos los planes de conquista. En resumen, aire, tierra, cielo, viento, subsuelo no querían verme acompañado.<br /><br />Guillermo me dijo que él no me presentaría a nadie. Que el amor llegaría a mi vida sin que lo busque o me lo busquen. Estoy de acuerdo. El amor no se puede forzar. No obstante haber forzado un poquito las cosas con Mateo no habría sido tan malo. Pero... no quedaba de otra. ¿Qué planes tiene Dios para mí? me pregunté mucho estos días. El sabrá, pues.<br /><br />Omar y Gary organizaron una reunión ayer viernes. Celebraban dos semanas de feliz unión sentimental. El depa de Fabián estuvo repleto. Mis amigos-hermanos y sus respectivas parejas, mis desgraciados intentos de pareja en fila y con trago en mano: Hans, el cumbiambero amanerado, el tío millonario y Mateo hétero y riquísimo. Además, destacaban otras parejitas invitadas amigos de los prometidos de mis amigos y, a un lado, aburrido, Juan Diego acariciaba a Cher, la perra de Fabián.<br /><br />Pop, dance, cumbia y hasta salsa cubana inundaban los parlantes del equipo de sonido. Los tragos iban y venían. Mateo me sacó a bailar. No acepté. Odio bailar en casas o departamentos. Bailo como descocido en una discoteca, pero en una casa, no. El tío millonario me invitaba a ir de viaje a Buenos Aires. Imaginar sus mostachos a ritmo de tango me hacía decir ‘gracias, pero no puedo...’ Hans bailaba los ritmos de Euforia moviéndose como serpiente endemoniada y dando de nalgazos dirigidos a mis ojos, me sonreía como bataclana de quince lucas.<br /><br />De un momento a otro, el tío millonario invitaba a Mateo a Buenos Aires. Mateo se entusiasmaba mientras se dejaba agarrar el potito con disimulo. Hans, borracha, otro no podría ser el término a usar, se tiraba al piso haciendo planchas cumbiamberas. Nadiana se horrorizaba de tanta ¿vehemencia?<br /><br />Mi cámara retrató todos los momentos. Fui el fotógrafo de la reunión. ¡Juandi por aquí! ¡Mira Juandi tómale una foto a... ! Un flaquito de anteojos, pareja de uno de los amigos de Armando, la pareja de Guillermo, me siguió hasta el baño. Intentó meterse al baño conmigo y se ganó un ¡Vete a la m...! Momentos después, la pareja del flaco sinvergüenza pregonaba que yo me había sometido a su macilento enamorado. Fabián me defendió en el acto. ¡Juan Diego no es de esos! Y, claro, Leonel, directo y cruel, dijo que Juan Diego tiene buen gusto y jamás, nunca, por nada, se fijaría en una porquería como ésa. (así lo dijo)<br /><br />Me sentí tan fastidiado por la tonta situación que quise irme. La llegada de cinco personas más detuvo mi intento. Eran dos parejas tomaditas de la mano y un violinista guapo y risueño. Fabián me presentó al violinista recién llegado. Si que estaba rico. Algo mayor que yo, atlético y con una sonrisa linda que inundaba de luz cada palabrita que soltaba. Me cayó bien. Si no fuera por él me hubiera marchado, decidí quedarme a disfrutar de su compañía. ¡Mentiraaaaa!<br /><br />Me quedé para mirar, de lejitos, a la pareja de Rómulo, uno de los amigos de Gary. Rómulo, que me conoce desde hace años, se acercó a saludarme y tras él, su pareja. Si, carajo, no me quedé por la grata compañía del violinista de sonrisa linda de quien siquiera recuerdo el nombre, me quedé porque algo me atrajo, entretuvo, distrajo de la mirada de Renzo la pareja de Rómulo. Y, algo atrajo, entretuvo, distrajo a Renzo de mi mirada. Lo cierto es que cuando la puerta del depa se abrió para que ellos hagan su ingreso, su mirada y la mía se encontraron, como que se buscaron entre las cabezas que se dispersaban rítmicas sobre la sala. Esa mirada me era familiar, no sé de donde. Y a él también, porque me preguntó si nos conocíamos de algún lado.<br /><br />- No que yo sepa - respondí -. Pero...<br />- Te habré visto en sueños, entonces - respondió haciendo un mohín de pendejito con los labios.<br />- O en otra vida - le dije casquivano jejeje...<br />- ¿Bailamos?<br /><br />Odio bailar en casas o departamentos, pero no pude decirle que no a este amable muchacho. Rómulo me sonrío ampliamente y dijo ¡Vamos Juan Diego quiero verte! Pobre Rómulo, me animaba a bailar y yo estaba entusiasmado con la mirada rica de su Renzo que pasaba su mano por mi cintura, yo pasaba la mía por la suya. De un momento a otro, pareció que no había nadie en la reunión, que todo estaba oscuro y solo él y yo bailábamos a ritmo de Thalia. Nos miramos fijamente, algo de mi alma se rindió frente a él, mi cuerpo se expresó débil y mis manos acariciaron su espalda. Sentí sus manos recorriendo lentamente mi omóplato, su aliento mezclándose con mi aliento, su boca pegándose a la mía. Cerré los ojos para dejarme llevar, él me abrazaba, yo lo abrazaba, íbamos a besarnos, en eso recuperamos la cordura ante el grito agudo de Fabián. ¡Cambio de pareja! chilló mi amigo. Renzo y yo nos soltamos rápidamente como si nos apestara la presencia cercana del otro. Rómulo miró molestísimo a Renzo y caminó con la cara color naranja rumbo al baño. Renzo y yo apenas nos reponíamos del momento mágico, mientras Fabián y Guillermo me reprobaban con gestos. Juro que no podía explicar qué había pasado. Leonel, en cambio, estaba feliz. “Amigo, eres terrible” reía. Vendría a los segundos la desaprobación de Omar. ¿Y a ti que te pasa? No supe que decir. Renzo caminó hacia el baño. Fui tras de él, quería explicarle a Rómulo que su pareja y yo bailamos sin mala intensión. Sé que eso no era cierto, pero qué más podía decir. Aunque sí era cierto. Cómo voy a querer besar a la pareja de otro en medio de la fiesta.<br /><br />Todos los invitados a la reunión me miraban pésimo. Los amigos de Rómulo me odiaban hinchando las pupilas. La pareja del flaco que se quiso meter conmigo al baño, afirmaba voz en cuello que tengo la costumbre de someterme a parejas ajenas.<br /><br />Leonel caminó hacia el tipo y le metió una bofetada inmisericorde que resopló por todo Miraflores. El flaco quiso defender a su pareja y se ganó un puñete en el estómago. El abofeteado gritaba histérico y adolorido. ¡De mi amigo Juan Diego nadie habla mal, carajo! vociferaba mi Leonel querido. Agradecía que me defienda, no obstante usar los golpes era demasiado. Los amigos de los golpeados quisieron vengar el vejamen. La presencia de Paul, hétero cuero y enorme, detuvo cualquier intensión. Mateo se alejó del viejo millonario que le sobaba el culo y se posó machito delante de ellos.<br /><br />Fabián calmaba los ánimos. Guillermo también. Armando se atrevía a decir que todo lo sucedido era mi culpa. Leonel lo vio dispuesto a mandarle un duro sopapo. Guillermo gritó al gordo y le pidió no repetir ese comentario. Nadiana decía que nadie tenía derecho a juzgarme y su mariachi tomaba una cerveza tras otra. Gary le preguntaba a Omar si Juan Diego siempre es así y Omar lloraba por que Juan Diego postula para santito de iglesia. El violinista de sonrisa linda me miraba con cierto asco y sus amigos me 'cacheteaban'con la mirada. “Pero si solo bailaban pegados” soltó risueño el viejo millonario. Todos discutían en voz alta, deliberaban, peleaban...<br /><br />Quise explicarle a Rómulo que esto era un terrible malentendido, que jamás me fijaría en un hombre ajeno, si, iba a mentir una vez más, pero me detuve cuando escuché que Renzo le decía tras la puerta del baño que yo no le interesaba para nada, que hizo conmigo lo mismo que Rómulo había hecho con un tal Mauro en un cumpleaños hacía dos semanas. ¿Se siente feo, no? le decía. O sea, el tarado ése me había usado para vengarse de la pareja. Buen par de pendejos. “Es muy chibolo para mi gusto” le decía Renzo. Rómulo parecía aceptar las excusas. Salieron del baño abrazados.<br /><br />Volví a la sala y vi claramente que Leonel arrastraba de los pelos al flaco sinvergüenza que se quiso meter al baño conmigo. Los demás gritaban. Guillermo y Armando jalaban a Leonel para que cese el ataque. ¡Basta! resoplaba Fabián. Omar lloraba, Gary, también. Todo fue un caos. La reunión terminó entre gritos y golpes. Los invitados salieron golpeados y prometiendo no volver. Rómulo y Renzo se disculpaban con Fabián y conmigo. Yo quería arrastrar de los pelos a Renzo. “Cuídate mucho” me dijo el desgraciado de Renzo mientras volvía a acariciar mi omóplato y yo casi cedía. Con disimulo introdujo un papel en mi bolsillo.<br />Nos quedamos en el depa solo mis amigos, sus parejas y los héteros, el millonario y Hans que era el único que bailaba frenéticamente moviendo el poto como sambista de carnaval.<br />El pobre Leonel recibió todas las reprimendas debido a su violencia incontrolable. “De Juan Diego nadie habla” encaró a Guillermo. “Si dicen que tú eres una puta me hago el huevón porque no estarían mintiendo, pero de Juan Diego nadie habla, ok” Adoro a Leonelcito, pero dejaba en el ridículo al pobre chato delante de su pareja. Guillermo tuvo un ataque de tos convulsiva. “Aquí nadie es puto ni puta” aclaré. “Yo no hice nada malo, solo bailé con el baboso ése” Todos me vieron raro al escuchar que baboseaba a Renzo. ¿No lo veías tan baboso hace un rato? me dijo un lloroso Omar.<br /><br />“Vámonos, Diego” me dijo Leonel. “Nuestros amigos son muy injustos con nosotros” Cogí mi casaca y me dispuse a irme. “Siento mucho si origine problemas” me disculpé.”No te vayas, Juandi” me pidió Fabián. Esa invitación para quedarse en el depa no incluía a Leonel, obviamente, así que la rechacé. Leonel se ganó pleitos con todos a causa mía. “Mañana hablamos” les dije a todos.<br /><br />Mateo posó su brazo sobre mi hombro, me dejé abrazar. Salimos los cuatro del depa. Paul recordó las habilidades para la pelea de Leonel y todos reímos. Subimos al auto. Prendí la luz y revisé el papel que me entregó Renzo. Me daba el número de su celular y su e-mail.<br /><br />¡Vamos a chupar a mi cuarto! gritó Leonel. Todos esperaron mi respuesta. ¡Vamos¡ respondí. Mateo me abrazó, Leonel y Paul se dieron un piquito y yo guardé en mi billetera el papelito entregado por Renzo.<br /><br />Mateo ponía su boca rica en la mía. Afortunadamente no había tomado ron. La noche apenas empezaba...<br /><br />Gracias por leerme<br /><br />Juan Diego<br />escribeajuandiego@gmail.com<br />----------------------------------------------------------------------<br />(1) (Post 4: La Maldición de los héteros)<br />http://sexopudoryhombres.blogspot.com/2008/02/la-maldicin-de-los-hteros.html<br /><br />(2) (Dar click y ver a Jesse Bradford)<br />http://www.hollywoodteenmovies.com/JesseBradfordPic.jpg<br /><br /><br /><br /></span></strong></span></div>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com214tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-53528192294045315812008-04-28T06:21:00.000-07:002009-06-09T00:09:23.760-07:00CUMBIA PARA SOÑAR...<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9P9EErkBvklZo_6NfPDw9fok7h0PrkzqFie1IgI7KkTbTeOTxo_U6kTWrGs1EVe3GfU89d8lUQGb5T7vdc5G5AD8jdQ60Ay_fZUGj2z_jhc3Ie2ZEclP3055dphV3pKlt9KZxM-nFo7AD/s1600-h/Jorn+Mobius+66.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5194286983822591810" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9P9EErkBvklZo_6NfPDw9fok7h0PrkzqFie1IgI7KkTbTeOTxo_U6kTWrGs1EVe3GfU89d8lUQGb5T7vdc5G5AD8jdQ60Ay_fZUGj2z_jhc3Ie2ZEclP3055dphV3pKlt9KZxM-nFo7AD/s400/Jorn+Mobius+66.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Esta última semana sí que ha sido intensa. Entre el trabajo agotador, los estudios cada vez más complicados y el dilema de sentirme tío a los veintiocho años, el tiempo se hizo agua entre mis manos. </span></strong></div><strong><span style="font-family:verdana;"><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Ya me repuse de la penita que dejó Álvaro, demonio con pinta de arcángel, y ni me acuerdo que alguna vez sus labios besaron los míos, que hicimos el amor riquísimo y que su espalda es cien veces mas rica que la foto que acompaña el post anterior. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Entre tanta actividad física y mental, me alejé un poco de mis amigos-hermanos del alma. No tuve tiempo ni para hablar por teléfono. Entre las filmaciones, sesiones fotográficas, reuniones, planificaciones y estudios de maestría que exprimen hasta mi última neurona, dejé de ver a mis patazas. Mi madre y mi hermana me han dado más comida para no debilitarme por tanto esfuerzo corporal y mi padre me exige tomar maca, maca pura para tener harta resistencia...</span></div><div align="justify"><span class="fullpost"><br /><span style="font-size:85%;">Visitar el depa de Fabián me puso al tanto de los últimos acontecimientos suscitados entre mis amigos. Algo sabía acerca de lo que pasaba, pero estar ahí, en el centro mismo de la noticia, junto a Fabián, versión gay del diario Correo, me brindó la información precisa y calentita que necesitaba para actualizarme. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;">Fabiancito sirvió café. Aunque no venga al caso, debo contar que, gracias a una vieja receta familiar, él prepara el café express más rico de Lima, el acompañamiento perfecto para disfrutar los chismes del momento. Fabián posa sus cuidadas nalgas sobre el sofá y empieza con el recuento de los hechos. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Se sorprenderán tanto como yo con lo que me cuenta Fabián. Resulta que Omar, el sufrido Omar, parece, por fin, haber encontrado el amor. Si, tal cual lo leen. Mi amigo sufrido y el chico de las nalgas technocumbieras mas proporcionadas de Lima (y más ricas, dicen) son pareja. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Mi amigo, uno de los gays que más ha sufrido por amor y desamor en este mundo jodido, ha encontrado en Gary (asi se llama el culón), su primera pareja formal. No me asombra la rapidez del compromiso conociendo a Omar. Pero debo preguntar si ese muchachito proveniente de la selva peruana es conveniente para él. Considerando su facilidad para deprimirse y sufrir en exceso, quizá se topó con un mocoso aprovechador. No obstante, Fabián, pregona que Gary es un buen chico. Asevera que durante estas dos semanas solo ha demostrado amor desinteresado por Omarcito. Dice que mi amigo luce radiante, feliz, dichoso. De verdad eso me alegra. Nadie se merece ser feliz tanto como él. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Me cuenta, también, que Guillermo sale oficialmente con Armando, el que lo plantó dos veces en la disco. El chato, algo me había dicho por teléfono, pero como sabe que suelo ser muy incisivo con esas cosas, de hecho prefiere decírmelo personalmente. Fabián asegura que Armando es guapo, tiene como treinta y cinco años, es alto, interesante, se ríe como chiquillo travieso y bla, bla, bla... Armando es profesor universitario, militó antes en grupos católicos lo que le da cierto aire ecunémico, una postura de hombre bonachón que busca hacer lo correcto y que lo apega, además, y en gran medida, a la religión. Guillermo lo ha acompañado a misa dos veces esta última semana y me cuenta con discreción Fabiancito que el chatito amigo nuestro habla hasta más pausado, “parece un monaguillo” murmura, como si serlo fuera un crimen. Tendré que conocer al susodicho para opinar. Tengo buen ojo para deducir rápidamente si alguien es conveniente o no para un amigo. Lástima que ese nivel de intuición no funciona para ver quien realmente le conviene a mi vida. Bueno... </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Y, Leonel, sigue empecinado en convertir a Paul, el hétero, en el amor de su vida. Cuando todo parece estar súper bien entre ambos, Paulcito sale con alguna nueva pachotada y trastorna el sensitivo espíritu de Leonelcito. Mi amigo que no es discípulo de Martha Hildebrant y usa lo peor del diccionario cuando se molesta, le recuerda a su madre, abuela, bisabuela. Paul se pone rojo como la kola inglesa y lo deja hablando como loco. Leonel va tras de él y le exige devolver el dinero que le dio para comprar medicinas para el hijito que tiene con su ¿novia? y Paul llora, de rabia, dice, porque mi amigo lo hace sentir un sinvergüenza mantenido. Leonel, se siente, de pronto, dominado por el espíritu vivo del buen uso del idioma y dejándose adormecer por la jugosas lagrimitas de Paul, le pide perdón por usar, a veces, el idioma de tan mala forma y en contra suya. Paul se rasca los testículos para parecer bien macho y sonríe con esa expresión de pendejo que solo él tiene para encandilar a los gays. Leonel, se siente Verónica Castro en Los ricos también lloran y siente que a veces es necesario sufrir para ser feliz. Al minuto, la ¿mujer? ¿novia? de Paul lo llama al celular (comprado por Leonel, claro) y le exige verlo automáticamente. Paul se hace él que no sabe qué hacer. Obviamente deberá irse. “Me quito un rato“, asegura, para “arreglar” las cosas con su ¿esposa? ¿concubina? y Leonelcito, loquito como es, vuelve a olvidar a Martha Hildebrant y el buen uso del idioma y lanza el manifiesto abierto de la grosería. En ese listado de palabras sucias entran maldiciones, también, contra la ¿mujer? ¿esposa? ¿novia? de Paulcito. Leonel busca alguna piedra o elemento contundente para lanzárselo a Paul. El chiquillo hétero corre como loco moviendo el potito de futbolista. Leonel corre tras él y recuerda ahora a la señora madre del muchacho, al padre, a los tíos... Paul, aterrado, se sube al primer ómnibus que pasa cerca a la avenida. Leonel sigue gritando, chillando, maldiciendo. Luego va a casa de Fabián y llora. Luego de dos cafecitos, se calma un poco. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Nadiana, está más regia que nunca. Ha entrado al gimnasio, y atrevida como es, osa ir en minúsculos pantaloncillos de lycra. Por supuesto, escondiendo como se debe, ese pedazo de carne extra que aunque no quisiera está ahí, sudando, latiendo. Mi amigo-amiga ha exigido al instructor una rutina que le permita afirmar sus nalgas hasta convertirlas en dos deliciosas columnas romanas, firmes y torneadas. El instructor, que es gay y baila como Gloria Trevi en medio de la pista cada vez que toma un poco de licor, la entiende mejor que nadie y la engríe. La china es la reina en las masivas clases de Tae Bo, pero de eso y sus experiencias <em>gold</em>, hablaré en otra entrega. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Me quedo en el depa. Los amigos vendrán emparejados, y Fabiancito, Nadiana y yo, los solteros eternos del grupo, nos dedicaremos a contemplar las escenas románticas que seguramente van a darse en medio de la sala. Solo rezamos para que Leonel no venga. Bueno, que no venga acompañado de Paul. Solo será siempre bienvenido, pero con su hétero lo preferimos lejos. No queremos ver los adornos de Fabián (algunos del siglo XIX) volando de un lugar a otro. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">La primera pareja en llegar a esta suerte de club del amor homosexual es la conformada por Guillermo y Armando. El gordito (está bastante subido de peso) es alto, colorado, de cabello castaños y cejas pobladas. Luce bonachón, aunque me mira de pies a cabeza cada vez que no le doy cara (lo vi por el espejo). Bueno, soy el ex del chico con el que ahora quiere formar ¿familia? No siento celos, aunque muchos puedan pensar eso. He conocido tantos ¿amigos? de Guillermo que tendría que estar demente para sentir ardores en situaciones como ésta. Pero, la verdad, siento que detrás de la amplísima sonrisa de Armando, se esconde un marcado fastidio hacia mí. Insisto, carajo, no son celos, es mi sexto sentido diciéndome a gritos que ese hombre no me quiere para nada y para nada me quiere cerca de su Guillermín. Mi enano amigo me mira con carita de quien tiene al lado a San Francisco de Asís y ríe nervioso. Armando levanta una ceja y analiza cada mirada o gesto que Guillermo y yo nos damos. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Fabián trae su delicioso café como para calmar los ánimos y Cher salta como loca cerca de la puerta. El tío Omar llega acompañado de su charapa cumbiambero y la perrita peluda se deshace en mimos para quien la peina y mima todos los sábados. Omarcito trae la cara más feliz que alguna vez le he visto. Hace su ingreso tras de él su recién estrenada parejita, Gary. El charapita es un trigueñito guapetón, delgado, formado, de ojos caramelo, perfil de pekines y blanquísima sonrisa. Me saluda como si conociera de toda una vida. Me da un fuertísimo abrazo y expresa su gusto por conocerme. Se declara visitante de mi blog y me llena de halagos. Me conmueve tanto cariño y cuando uno está semi-depre viene bien recibir un poco de floro que nos avive el ego alicaído. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Armando, dice, que no conoce mi blog y aunque Guillermo algo le contó, su recargada agenda no le permite dedicarle tiempo a actividades extracurriculares. Así lo dijo. Sin embargo, el nuevo embajador del talento de Juan Diego, Garicito lindo y precioso, se encarga de decirle que mi blog es la sucursal del cielo. Ciertamente exagera, pero dejo, riendo hipocritísima, que mi edecán lance todas las marrullerías posibles. Cada halago dirigido a Juan Diego, elimina un puñado de pelos de la pomposa barba de Armando. Fabián nos sirve más café y sonríe cual anfitrión soñado. Cher, que entiende mis sentimientos, olfatea las canillas de Armando y ruge de pronto. Un grito de Fabián basta para que la perra se haga la tonta y moviendo la cola con sorna, le de la espalda al barbón. Gary llama a la perrita y la enana peluda enloquece en mimos con la parejita de Omar. “Este muchacho tiene buena vibra”, digo en voz alta. Armando ya ha perdido media barba. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Pero lo que nadie quería que pasara, pasó. Llegaron Leonel y Paul. Fabián, manteniendo las formas del perfecto anfitrión, sonríe como toda una <em>nona</em> y recibe al guapo, guapísimo, churrísimo, riquísimo Paul. Al conocer por fin al famoso hétero, entiendo porqué Leonel muere tanto por él. Bueno, nada justifica la estupidez, pero Paul, Paulcito es muy,muy,muy,muy guapo, un cuerazo. Medianamente alto, complexión media, cabello negro, piel blanca, ojos verdes, expresión de ángel, nariz de ángel, dientecitos de ángel, cuerpo de ángel, piernas de ángel, culo de arcángel. Paul, el hétero es un bombón. Para terminar de deslumbrarnos, Paul es un caballerito. Educado, de melodiosa voz, machito rico que se sienta con la piernas abiertas sobre el sofá principal y nos tiene a todos viéndolo con ¿sorpresa? ¿deseo? Trae la camisa desabotonada dejando parte de su pecho lampiño al descubierto, el jean desgastado se pega a sus piernas de roble, trae lindas zapatillas y huele riquísimo. Lo admiramos con tanto interés que nadie se percata en que Paul, Paulcito bello, vino acompañado de nuestro amigo. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Leonel que nos conoce bien y sabe por donde van nuestros homosexualísimos gustos, se sienta junto a su amado y lo toma firmemente su mano. Me pongo a repasar lo problemático que debe ser comprometerse con Paul para evitar sentir envidia de mi amigo.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Risas van, risas vienen, y hace su ingreso la versión gay de la mujer biónica, Nadiana. Luce divina, parece modelo de comercial de cerveza y luce sus formas con coquetería.¿Vino solita? Nooooo. Nadiana entra del brazo de Jorge Arturo. ¿Quién es ése? Me entero allí mismo que es un ingeniero de sistemas español con el que mi amiga-amigo está saliendo desde hace una semana. Es decir, todos están acompañados, menos Fabián y yo. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Le digo a Fabián que no queda de otra, que debemos resignarnos, que ya nos tocará salir con alguien. Fabiancito me mira con cierta vergüenza. Cher ladra como loca otra vez. ¿Esperamos a alguien más? logro preguntar. En eso ingresa Raúl, un tipo cuarentón y muy bien plantado que desde hace cinco días sale con Fabián. ¿Whattt??? </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">O sea, ¿Juandieguín será el violinista de la reunión? ¿el que verá la felicidad ajena y se resignará a acariciar a la perra? </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">De pronto, mis cinco amigos-hermanos del alma se besan y acarician con sus acompañantes y me da alegría que eso pase, ellos se merecen lo mejor del mundo, pero... se siente feíto ser el violinista. Todos centran su atención en mí, se dedican a halagarme, hablan de mi blog, mi vida laboral, de lo bien que está mi cuerpo. Siento que todos quieren que me sienta menos mal. Pero no estoy mal, ¿o sí? </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Mal no estoy, solamente estoy solo, y la verdad, descubrí que es mejor estar solo que mal acompañado. En ocasiones para no estar solo podemos ser capaces de lanzarnos a los brazos de cualquiera, yo no quiero eso. Pucha, tengo tanto trabajo, me absorbe tanto el estudio y tengo tantos proyectos por hacer que no me entristece tanto estar un tantito solo. ¿O si? </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">No sé. Me da alegría que Omar coja fuerte de la mano a Gary y que el chiquito lo mire con unos ojitos de profundo amor. Veo a Fabián sirviendo café con tremenda ilusión, con los ojos chispeantes. Raúl lo ve risueño y le roba un piquito. Fabián luce feliz. Leonel y su hétero guapísimo se divierten hablando de fútbol y se toman un trago del mismo vaso. Guillermo se deja abrazar por el chinchoso de Armando. El gordo le besa la frente y le dice que debe tomar algo para la garganta. Me gusta que se preocupe por él. Y, Nadiana, se siente hembra, mujer, ríe feliz junto a su español que le da unos besos ruidosos con seseo incluido. Estoy feliz por ellos. Si ellos están bien, yo estoy bien y eso es suficiente. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Bueno, hoy soy violinista, tal vez mañana no. La vida es así.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Gary pone un CD. Es cumbia, la música de moda. No me gustan mucho esos ritmos pero la noche amerita celebración. Además hay un violinista experto en medio de la sala. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Uno de estos grupos cumbiamberos de nombre que lleva letra y número se deja sentir con una cancioncita melosa que dice algo así como “yo sin tu amor me volvería loco, yo sin tu amor...” “ porque tu eres para mí las ganas de enfrentarme a la vida...” “ no podría vivir sin tu amor” Las parejas se ponen más románticas, Cher me ladra y baila. Me voy un ratito al baño, me miro en el espejo y pienso que sería rico que alguien me cante esa canción, aunque sea cumbia. De hecho alguna vez pasará, esta noche no... </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Gracias por leerme </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Juan Diego</span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">27-04-2008</span></div><div align="justify"><a href="mailto:escribeajuandiego@gmail.com"><span style="font-size:85%;color:#000000;">escribeajuandiego@gmail.com</span></a></div><div align="justify"><span style="font-family:Trebuchet MS;font-size:85%;color:#000000;"></span></span></strong></div></span>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com518tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-60262387258556216172008-04-22T06:10:00.000-07:002009-06-09T13:05:56.787-07:00Quiero que tus dedos sean...<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ0OhKUxMjKw0P8mHw5ajghydqifnA7GBF5lAl9IOicZ3fIP8E-PNntQNJV-G4wvVLk2Yauu6aqROEq3l7Xu1KPowMYN6sk6E-XFuE6LZ-spxU3r79fheo3hDLe0aWcnYKRzfEYjgbjkv2/s1600-h/994.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5192060975287519026" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ0OhKUxMjKw0P8mHw5ajghydqifnA7GBF5lAl9IOicZ3fIP8E-PNntQNJV-G4wvVLk2Yauu6aqROEq3l7Xu1KPowMYN6sk6E-XFuE6LZ-spxU3r79fheo3hDLe0aWcnYKRzfEYjgbjkv2/s400/994.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Hola amigos:</span></strong></div><br /><span style="color:#000000;"><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;"><strong>Una imagen tan humana como aquello que nos produce verla. Una imagen que reta la imaginación y la calma. La imagen perfecta para calentar este abril que empieza a ponerse frío. Acompaño la imagen con un fragmento del bello poema enviado por Jorge de Sevilla, España.</strong><br /><br /></span></span></span><span style="color:#000000;"><span style="font-family:courier new;"><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;"><strong>Quiero que tus dedos sean sobre mi piel como la lluvia<br />Y que la humedad que recorra mi cuerpo sea como la de un océano nacido de tu lengua<br />Quiero morir en el mar de los labios y deshacerme en los rincones de tus esquinas donde el viento sopla atrevido las silabas que esconden tu sexo.<br /><br />Quiero bañarme en el vapor que inhuma tu cuerpo cuando me devoras con tus muerdos<br />Y quiero de tus entrañas la pasión que condensa las gotas de sudor que recorren mi cuerpo.<br />Quiero resbalarme de tu cuerpo humedecido<br />y que me persigas con un abrazo que no me deje escapar de tu dominio,<br />quiero que me doblegues y me derrumbes hasta que confunda<br />las lagrimas con sudor, el sudor con sangre y la sangre con placer<br />hasta que muera en el éxtasis de sentirme un pedazo de carne corrupta<br />hasta que las letras que se escriben en mi conciencia comiencen a desaparecer. </strong><br /><br /><strong>Gracias por visitarme. Gracias por esperar.</strong><br /><br /><strong>Juan Diego</strong><br /><br /><strong><a href="mailto:escribeajuandiego@hotmail.com">escribeajuandiego@hotmail.com</a></strong><br /><br /><strong><span style="color:#000000;"><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></span></span></span></span></span><br /><br /><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com88tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-44707378825454339912008-04-12T10:32:00.000-07:002009-06-09T00:10:07.760-07:00ESTOY TÍO!!!<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEit94sR1MvFKlvK6BHrR1c_ZIAz0wVgsAqCBlWwaPLlcC7vvPiDI7xHwjA8vpbz1ngtLfr-DjpDePcp5i_3AuRB3O5YkyZxIsUFBB19KrH6Fu3-IPkakjpNIUFUVq83hsBZb40Q9cZGGpG0/s1600-h/Beau+34.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5188416903537263042" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEit94sR1MvFKlvK6BHrR1c_ZIAz0wVgsAqCBlWwaPLlcC7vvPiDI7xHwjA8vpbz1ngtLfr-DjpDePcp5i_3AuRB3O5YkyZxIsUFBB19KrH6Fu3-IPkakjpNIUFUVq83hsBZb40Q9cZGGpG0/s400/Beau+34.jpg" border="0" /></a> <div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;"><strong>El final de mi historia con Álvaro me dejó un poco triste. Decir que no me importa lo sucedido, que no me afecta ser engañado y que por ratitos no me sentí un tonto desgraciado, sería mentir. Sin embargo, el trabajo combinado y ordenado de mi madre, hermana y amigos íntimos permitió que Juandieguín pasara de una depresión en ciernes a una sosegada alegría. Sentirse querido hace bien.</strong></span></div><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><div align="justify"><br /><strong><span style="color:#000000;">Esta última semana mi madre y mi hermana me han dado de comer tanto que tengo provisiones en el estómago para dos largos meses. Ellas repiten segurísimas “barriga llena, corazón contento“ y, aunque mi peso no tarde en sufrir los estragos de tanta comida criolla y dulces de ensueño, para ellas comer en exceso no deja paso al dolor. Nada mejor que un ají de gallina para olvidar que Álvaro me floreó de lo lindo y un arroz con pollo bien taipá para no darme cuenta que lo esperé dos años en vano. Una inmensa porción de pye de limón para olvidar sus besos suavecitos y una taza, tazón, mejor olla de mazamorra de ser posible, para saber que nunca mas le haré el amor...</span> </strong></div><div align="justify"><span class="fullpost"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Fabián me regaló el último disco de Keane. Guillermo me llevó a comer los anticuchos por los que muero y que como por decenas (¡más comida!). Nadiana me hizo una fabulosa limpieza de cutis usando cremas frutales e intento hacerme la manicure, cura la depresión, dice, pero rechacé su ofrecimiento ipso facto, la mariconada no me da para tanto. Omar me regaló un libro de autoayuda “Como superar una ruptura sentimental” y Leonel, siempre osado, me regaló un hombre. Si, suena extraño, pero me regalo una cita sexual con un chico de veinte años, futbolista y dispuesto a todo, todo, todo. “Una noche con un chico rico y calentón para que Álvaro se borre totalmente de tu memoria” aseveró risueño y orgulloso de obsequiarme una fantasía que no pedí. Guillermo y Fabián se molestaron con él. “Sexo con desconocidos, no cura ninguna pena” gruñó Fabián. Guillermo me amenazó con quitarme el habla si aceptaba el regalo carnal. Tuve que rechazarlo... (qué pena). Leonel, indignado, se fue del depa recordando parte del diccionario de la grosería peruana.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>En general, todos contribuyeron a que me sienta relajado, casi feliz. Por ratitos, algunos suspiros se escapaban de mi pecho sin pedirlo, empero la depresión no ganó la partida y Álvaro, nunca arcángel, siempre demonio, se fue ocultando en el horizonte de mis ganas.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Ayer, luego del trabajo, me dirigía al depa de Fabián a continuar con la cariñosa terapia de engreimiento. Antes, decidí ir a la tienda de la esquina por cigarrillos. Frente al mostrador, esperé paciente que Don Sósino, el bodeguero, versión viva de Don Pepe, me atienda como de costumbre. Eso no ocurrió. Su adolescente vástago tuvo la responsabilidad de brindarme mis necesarios cigarrillos. El jovencito de catorce años buscó mis cigarros favoritos por los anaqueles, vitrinas, estantes y rumas de la tienda. Nunca los encontró. La desesperación por fumar me invadía. Cuando quiero algo, y ese algo se me niega por algún motivo, tiendo a entrar en desesperación, peor aún si se trata de mis cigarros, y con el niño sudoroso buscando mis puchos por doquier, la desesperación quería asomarse por mis ojos, boca, lengua...</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>En ese momento, mis oídos fueron expuestos a una terrible explosión.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>- ¡Pucha, tío, se han acabado los cigarros! - me dijo el chiquillo.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>¿Me llamó tío? me pregunté. Probablemnte me llamaba tío a la usanza de los españoles. En esos casos, el tío es equivalente a que te llamen brother...</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>- ¿Cómo dices? - pregunté confundido.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>- Ya no hay cigarros, señor - me respondió el niño.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>- ¿Cómo dices? </strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Del fondo de la tienda salían otros chiquillos amigos del hijito de Don Sósimo. Escuché claramente cuando el boguederito le susurraba a su tropa. “Ayúdenme a buscar cigarros para el tío de camisa azul” </strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Ese infernal chiflido que pasea mi cuerpo en los momentos complicados empezaba a poseerme sin control. Esos mocosos me decían viejo sin decirlo directamente.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>- Maestro - me habló un enano quinceañero. Miré a todos lados para cerciorarme de que realmente el pedazo de ser humano osaba llamarme maestro y decirle maestro a un gay es ponerlo a la altura de un maestro carpintero adulto o maestro albañil adulto o maestro de secundaria adulto. Ese grado de maestría no se parece a aquella que obtendré pronto por matarme estudiando cada noche, nooooo, esa maestría es el grado que recibes de boca de estos pequeños forajidos por ser viejo.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>En eso llegó Don Sósimo y fue advertido por su hijo que el “tío de camisa azul”, o sea, yo, buscaba una cajetilla de cigarros. Don Sósimo atisbó que uno de sus clientes principales esperaba presuroso y me ofreció unos cigarrillos que solo él conocía. Rechacé la oferta automáticamente, mis pulmones se merecen lo mejor. Fue, entonces, que caminando fastidiado hacia un rincón de la tienda, escuché a uno de esos adolescentes infernales decir: “Que chinchoso el tío, porque no se lleva esos cigarros, tan viejo y engreído”</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Tuve locas ganas de despedazar al niño aquel, de gritarle al mocoso malcriado que acabo de cumplir veintiocho años, que no soy viejo, que voy al gym, uso cremas de cuerpo y manos, y si estoy ojeroso es porque el ritmo de trabajo y estudios no me deja descansar como merezco. Quise decirle que no tengo arrugas, que me suelen echar veinticinco años o menos, que estoy en la plenitud de la vida y que mis sobrinos estarán de aquí a un tiempo prohibidos de llamarme tío. Cómo se atrevía ese chico esmirriado a llamarme viejo.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>- ¡Encontré sus cigarros! - exclamó emocionado Don Sósimo. Extendió la mano y me dio la cajetilla. Pese a todo, una deliciosa sensación de alivio cubrió mi pecho. Pero ésta se detuvo cuando una voz rasposa y metiche golpeó mi oreja. Era una venerable abuelita. “Para qué va a fumar” reclamó la señora viéndome con cierto aire maternal. Iba a explicarle que trato de dejar el vicio y que... “Usted debe cuidarse, ya no es tan joven como para maltratar su cuerpo”</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>¡Qué se creía esa vieja!! No tenía autoridad cronológica para referirse a mi edad cuando ella sobrepasaba los ochenta años. “Tengo veintiocho años” le aclaré esbozando una sonrisa burlona. “Por eso se lo digo, ya no es tan joven” remató su maldad la vieja bruja.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>No negaré que deseé ver a esa vieja bajo tierra mientras se alejaba moviendo las sandalias de jebe. Don Sósimo me regaló una sonrisa tan enorme que pude ver hasta sus muelas cordales y sin quererlo el bodeguero tonto remató la terrible faena de compra iniciada por el desgraciado de su hijito. “Ya, señor, vaya a casa tranquilo, ahi lo esperan su esposa e hijos, no haga caso a la viejita, jejeje...”</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Claro está, he prometido no volver a esa pocilga de tienda en lo que me quede de vida. Salí de ahí con urgentes ganas de verme en un espejo. Nunca me había sentido viejo o algo parecido. Sé que no soy viejo, pero supe después de estos magros acontecimientos que ya no soy el chiquillo rico que parece chiquillo rico y que aunque los treinta estén a más de setecientos días de llegar a mi vida, para el mundo ya soy un adulto oficial, lo que es igual a ser viejo o, por lo menos, a no ser el jovencito que deseo siempre ser y que ya no soy... nooooo</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Álvaro no contaba para mí, esa pena se había extinguido como por arte de magia, ahora el ánimo se me había alterado gracias a esos ciudadanos de bodega capaces de hacerme envejecer en un ratito. Necesitaba un cau cau urgente o un cebiche mixto con bastante ají o un bavarois de fresa para no deprimirme... </strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Llegué con hambre al depa de Fabián. Le conté a mi amigo lo que me había pasado. Cometí un error. A los cuarenta años y un poquito más, Fabiancito no debía escuchar estas cosas. Qué consejo puede darme alguien que tiene un arsenal de cremas antiarrugas. Mi amigo me vio niñito de veintiocho, luego se paró frente al espejo y estalló en un interminable llanto. ¡Si tú estas viejo, yo anciano! barbotaba.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Cuando llegó Guillermo se asustó con la escena. Juan Diego, a quien quieren evitarle la tristeza, calmaba la tristeza lacrimógena de Fabián. No entendió nada el chato renegón que jamás tendrá el talento de calmar con tino alguna pena. ¡Ya cállense, carajo! requintó. Jaló a Fabián frente al espejo y le exigió que deje de verse como anciano. Me llevó hacia otro espejo y me dijo, aliviándome, que me veo más joven que él y que Leonel y que Omar y que Nadiana. “Pareces el menor de todos”. Sentí cierto alivio. Empezar a hacerme viejo pareciendo el menos viejo de mi entorno es un mérito que no busqué, pero que me hace sentir menos hambre.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>De pronto sonó mi teléfono. La tía Dora, una octogenaria tía de mi padre acababa de morir. La verdad, vi a la señora una sola vez en mi vida, así que pena no llegué a sentir. Pero al colgar el teléfono reparé en que sí me hacía viejo porque la gente que era vieja vieja ya se estaba muriendo. Me dijeron cierta vez que un síntoma de vejez se halla en verificar que la gente mayor que tú empieza a morir en serie, y esta tía Dora era la séptima tía de mi padre que se moría en los últimos dos años.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>¿Que raro no? Yo siento que apenas empiezo a vivir y los demás me ven como tío. ¿Cuestión de percepciones? No sé. Pero al observar a mis amigos debatiendo sobre si éramos o no viejos y ver a Fabián llorando como Magdalena porque las cremas no son lo que prometen, me sentir súper maricón. Si, me sentí más gay que nunca al percatar en que doy demasiada importancia al querer ser siempre joven, cosa típica de los gays. </strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>No me siento viejo, ni soy viejo, ni quiero parecer viejo, es que la vejez está asociada con muerte y quiero a veces ser un gay que vive para siempre. Me llevó tantos años aceptarme completamente que siento que no llevé la infancia y adolescencia que debía, y al llegar a los veintitantos quiero vivir la adolescencia gay que no tuve. El rollo es más complicado de lo que parece. La vejez está, también, asociada con soledad, y ser gay y viejo es igual a estar solo. Será por la importancia que los gays damos a la apariencia física que todos queremos ser jovencitos para siempre, y el paso de los años es casi una condena a quedarte solo.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>¿Será por eso que los gays casi nunca dicen su verdadera edad? Casi siempre se la bajan, siempre queremos parecer menores de lo que somos. Es una forma de sentirnos menos solos o de no condenarnos a estarlo.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>El tiempo pasa inclemente y no lo puedes detener. Cuado menos cuenta te das, tienes las responsabilidades propias de un adulto, y eso te convierte en tío aunque no quieras. Además, y como para sentirme menos mal, debo reconocer que a los catorce o quince años todos nos parecen tíos, hasta los gays que no quisieran nunca serlo.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>A veces vemos pasar la vida y seguimos solos, y sentimos que las cadenas de la soledad empiezan a oprimir, como si una pareja sentimental fuera lo único que puede hacer sentir menos solo a un gay. Pero envejecer con alguien al lado debe ser menos trágico que hacerlo en soledad.<br /><br />Guillermo dice que envejecer no es un temor propio de los gays, es de todos los seres humanos. ¡Pero, carajo, aquí ninguno es viejo! aclara. Leonel dice que hay que tener sexo con la mayor cantidad posible de hombres de tal forma que cuando seamos viejos y no tiremos con nadie, recordaremos esos momentos placenteros y nos sentiremos menos infelices. Omar dice que los heterosexuales se vuelven viejitos acompañados de sus hijos, los gays, no. Nadiana no quiere tocar el tema. Travesti y vieja, debe ser una fatal combinación.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Este parece ser un mundo solo para gente joven y bonita, pero no es verdad. Es un mundo para todos. Para los jóvenes y los ya no tan jóvenes y para los que no son tan jóvenes y quieren sentirse así, y para los viejos que son viejos y quieren ser jóvenes y para los viejos que se resignaron a serlo.<br /><br />Fabián cesa su llanto y dice lo que siempre repite cuando tiene su depresión asociada con la vejez: "lo importante no es la edad, sino vivir intensamente". Y tiene razón. Siempre dije que no me importaría ser viejo, que lo más importante será llegar a los cincuenta habiendo logrado aquello que me propuse. No obstante, la vejez tiene apariencia fantasmagórica y quieras o no, asusta.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Nunca me habían dicho viejo ni me había sentido cerca de serlo. A los veintiocho años sería estúpido sentir que estás en la senectud. Pero viendo a mis papás con el cabello bañado de canas, ver a mis sobrinos crecer desmesuradamente, asistir a la boda de mi hermano menor, cansarme un poquito más, aburrirme un poquito más, preocuparme por el futuro un poquito más, me hace sentir que, por más que no quiera, soy un adulto promedio. </strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Voy a las discos y bailo como si tuviera dieciocho. Salto, chillo y me divierto como de dieciocho. Sueño, anhelo y devaneo como a los dieciocho. Sin embargo han pasado diez años desde que recibí mi primer DNI y aunque hoy me dijeron tío, la experiencia de vida acumulada me hace mejor que a los dieciocho. Soy mejor hijo, amigo y ciudadano que a los dieciocho, mucho mejor amante que a los dieciocho... Y, sí, hay mucho de niño en mí, tan niño que me enloqueció el chiquillo que me llamó tío, pero ser niño es parte de como me siento no de lo que soy.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Mamá y mi hermana me llaman al celu. Quieren que vaya a comer esas enormes y ricas papás rellenas que preparan. Me olvido otra vez de la dieta y corro hacia ellas, corro hacia casa donde sus besos y atenciones me harán sentir niño, niñito engreído, siquiera por un ratito. Mi sobrina me ve llegar y me grita feliz ¡Tíoooo! La abrazo fuerte y nos sentamos a la mesa a ser engreídos como los niños que somos, ella de nueve y yo de veintiocho...</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="color:#000000;"><strong>Juan Diego<br /></strong></span><a href="mailto:escribeajuandiego@gmail.com"><span style="font-family:trebuchet ms;color:#000000;"><strong>escribeajuandiego@gmail.com</strong></span></a></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:Trebuchet MS;font-size:100%;color:#000000;"></span></span></div></span>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com326tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-4002984419028048512008-04-09T07:03:00.000-07:002009-06-09T23:02:17.556-07:00EL ADIÓS...<strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG1zhpGn_FJpnrUHBvSYMVJqiW3N5HyxOd9LCxiAGbZOdxbbNDdj_y4B6x744fDxiUxxwnj4HUV0MIwoLV2g6HzcgS2V0d_r1qk1aVBNJYHET6AT6iHAJHi0yooC2l7mPj-O7z9rbQ7vS5/s1600-h/263496639_img.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5187251583031207938" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG1zhpGn_FJpnrUHBvSYMVJqiW3N5HyxOd9LCxiAGbZOdxbbNDdj_y4B6x744fDxiUxxwnj4HUV0MIwoLV2g6HzcgS2V0d_r1qk1aVBNJYHET6AT6iHAJHi0yooC2l7mPj-O7z9rbQ7vS5/s400/263496639_img.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Álvaro me esperó en Tarata con Larco el martes por la noche. Nunca llegué. Decidí no ir. Estos días me dediqué a pensar en lo que fuimos y en lo poco que somos. Cuestioné cada cosa viví a su lado. La espera de dos años aletargó mis ganas de besarlo. Cuando lo tuve frente a mí un sismo de gran magnitud remeció mi equilibrio, pero no fue suficiente.</span></strong></div><strong><span style="font-family:verdana;"><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Mi historia con Álvaro no empezó bien. Cuando empiezas con una mentira, todo lo demás está destinado al fracaso. Álvaro apareció en mi vida cuando me sentía solo y necesitado de un te quiero. Su presencia llenó mi cabeza de estrellitas de ilusión, creí en sus palabras, en sus besos, en nuestra única noche de pasión.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;"><span style="color:#000000;">Dice él que yo le exigía abandonar a Claudio. No le pedí eso. Le pedí compromiso, porque si amas, luchas, si no solo son palabras que se pierden en la brisa, y sus palabras, sus tantas palabras se perdieron etéreas en algún lugar adonde no quiero ir a buscarlas...</span><br /></span><span class="fullpost"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Me pregunté mil veces si lo amé, hoy creo que no. Tal vez sea una intransigencia fruto del naufragio que significó perderlo y perderme. No obstante, Álvaro no está incluido entre los amores de mi vida.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Pero, cuando me llamó para citarme, sentí una vibración extraña que abarrotó toda mi armadura. Álvaro es Álvaro y me mueve el piso. Le dije que sí, que estaría en nuestra esquina de siempre a las ocho en punto. No fui.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Me atrevo, aunque no sé si deba, a postear algunos de los correos electrónicos que él y yo intercambiamos los últimos dos años, haciendo énfasis en los intercambiados la última semana. </span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">-------------------------------------------------------------------------------------------------<br />Madrid, 16 Mayo 2,006<br />De: xxxxxx@hotmail.com<br />Para: <a href="mailto:jxxxxx@hotmail.com"><span style="color:#000000;">jxxxxx@hotmail.com</span></a><br />Asunto: Te amo</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Dieguito de mi vida:</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Perdóname no haber escrito antes, adaptarme a una nueva ciudad es muy complicado. ¿Como estás mi amorcito? ¿Me extrañas? Yo te extraño mucho y no veo las horas de volver a Lima y abrazarte. Me encontré con Miguel y Clarita, les conté de ti y mueren por conocerte.<br />Respóndeme pronto para quedar en encontrarnos por el msn y vernos por web cam. Extraño tu carita linda, tu boca rica, tu espalda suavecita, tu olor a tabaco y chanel.<br />Te amo mas que nunca. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Tu Álvaro </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">-------------------------------------------------------------------------------------------------<br />Madrid, 24 Mayo 2,006<br />De: xxxxxx@hotmail.com<br />Para: jxxxxx@hotmail.com<br />Asunto: Qué fue???? </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Niñito resentidito con olor a tabaco y chanel: </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Porqué no me ha respondido el correo??? Cundo en la desesperación. Te amo weboncito del alma y el cuerpo.<br />Pienso que estás resentido conmigo por no haberte escrito los últimos seis meses, pero debes entenderme, esta última etapa no ha sido fácil para mí. Me dijeron en tu casa que estabas viviendo solo, no me quisieron dar tu nuevo fono :(<br />Toy triste...<br />Respóndeme por favor...<br />Te ama</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Tu Álvaro (Muy triste)<br />-------------------------------------------------------------------------------------------------</span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">Madrid, 12 Junio 2,006<br />De: xxxxxx@hotmail.com<br />Para: <a href="mailto:jxxxxx@hotmail.com"><span style="color:#000000;">jxxxxx@hotmail.com</span></a><span style="color:#000000;"><br /></span>Asunto: No me odies... </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Juandidieguitodiego del alma con olor a tabaco y chanel: </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Deje ya la molestia con éste su seguro amante servidor. Me dicen sus amigos que está bien, que no le ha pasado nada malo, solamente no quiere hablar conmigo. ¿De qué me culpa? Nunca le mentí, solo omití lo de Claudio, no era justo ni para ud, ni para él, ni para mí que la situación hubiese sido compartida.<br />Me cuenta Fabián que te va muy bien en el trabajo, chazzzaaaaa con el Marketing de la moda que tanto te gusta... Te extraño como mierda, como si el mundo fuera solo un sitio para amarte. La distancia me ha hecho ver que te necesito más, pero necesito tiempo para calmarme.<br />No seas malito conmigo. Respóndeme.<br />Te amó y ama</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Tu Álvaro :(<br />-------------------------------------------------------------------------------------------------<br /></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">Madrid, 9 Octubre 2,006<br />De: xxxxxx@hotmail.com<br />Para: <a href="mailto:jxxxxxx@hotmail.com"><span style="color:#000000;">jxxxxxx@hotmail.com</span></a><span style="color:#000000;"><br /></span>Asunto: No puedo más... </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Diego: </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Carajo te he escrito unos 50 correos y tu nada de responderme. Solo quiero que me digas lo que piensas, lo que sientes por mí y sobre nosotros. Después de eso no vuelvo a joderte.<br />Te he llamado al celu, escuché tu voz, dije aló y me cortaste... ¿Porqueeee???<br />Escucha nuestra song... y escríbime...<br /><br />Tu Álvaro<br />-------------------------------------------------------------------------------------------------<br />Madrid, 14 Noviembre 2,006<br />De: <a href="mailto:jxxxxxx@hotmail.com"><span style="color:#000000;">jxxxxxx@hotmail.com</span></a><span style="color:#000000;"><br /></span>Para: xxxxxx@hotmail.com<br />Asunto: Hola </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Álvaro: </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Te escribo por única y última vez. No vuelvas a decirme te amo, esa es una frase muy amplia para alguien que miente y que escapa. Puedes hacer con tu vida lo que quieras, yo hago con la mía lo que mejor me parece.<br />Yo no te amo, ni podría amarte.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">JD<br />-------------------------------------------------------------------------------------------------<br /></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">Madrid, 14 Noviembre 2,006<br />De: xxxxxx@hotmail.com<br />Para: <a href="mailto:jxxxxx@hotmail.com"><span style="color:#000000;">jxxxxx@hotmail.com</span></a><br />Asunto: Re: Hola </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Diego, porque me hablas así????? Si me vine fue porque estaba a punto de perder la visa, te dije que me venia para trabajar por nosotros y poner un negocio en un par de años. Porque eres tan incomprensivo???? Me llegas al pincho. Eso que tu tienes es engreimiento, eres un chiquito malcriado que quiere vivir una vidita de principe o princesa... yo soy un ser humano oeeeee con defectos también, no es mi culpa si me idealizaste.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">No te preocupes, no te llamare ni escribiré más.<br />-------------------------------------------------------------------------------------------------<br /></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">Madrid, 24 Diciembre 2,007<br />De: xxxxxx@hotmail.com<br />Para: <a href="mailto:jxxxxx@hotmail.com"><span style="color:#000000;"><span style="color:#000000;">jxxxxx</span>@hotmail.</span><span style="color:#000000;">com</span></a><span style="color:#000000;"><br />Asunto: Feliz Navidad</span> </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Hola Juan Diego del alma con olor a tabaco y chanel: </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Ha pasado más de un año desde nuestro último e-mail, cuanto te he extrañado. Que pena que las cosas se dieran así... tu lo quisiste así, no yo.<br />Pasa una linda navidad junto a tus viejitos y familia, salúdame a tu patas y diles que los quiero mucho y extraño, al chato Guillermo, al Fabiancito, al loco Leonel, al buenito del Omar y la rica y mamachita Nadiana...<br />Como estás?? sé que bien. Estoy al tanto de todos tus pasos y sé que en más de una ocasión me piensas, sobre todo cuando escuchas nuestra canción.<br />En febrero llego a Lima. Espérame por fis...<br /><br />Tu Álvaro (siempre)<br />-------------------------------------------------------------------------------------------------<br /></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">Álvaro llegó en Febrero y no me buscó. Fue circunstancialmente, en Marzo, que me lo encontré en la disco. Me citó. Necesitaba hablar conmigo urgente, decirme “su verdad”. Preferí no ir. Preferí quedarme en casa a pensar en mí y en lo bueno que me merezco.</span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Esa misma noche me escribió un e-mail:</span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;"></span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Lima, 25 de Marzo 2,008<br />De: xxxxxx@hotmail.com<br />Para: <a href="mailto:jxxxxx@hotmail.com"><span style="color:#000000;">jxxxxx@hotmail.com</span></a><br />Asunto: Me plantaste</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">No sé que hice de malo para que me trates como me tratas. Ya me cansé de rogarte, de pedirte que me perdones por cosas de las que no estoy seguro que hice mal, pero como el maravilloso Juan Diego necesita que se le pida perdón casi de rodillas lo he hecho con humildad.<br />Me dio risa y coraje leer tu blog. Como has sido capaz de ventilar nuestra historia tan abiertamente??????????? Me gusta como me describes inicialmente y me parece terrible como me pintas después. Si me fui del país fue porque perdía la visa y porque necesitaba pensar en mí. ¿Es eso un delito?? No lo es, un delito es que me ames como me amas y me des la espalda. Pero ya decidí olvidarme que existes. No sé si te amo, tal vez es pasión lo que siento por ti, unas ganas locas de sentirte adentro mío, tal ves sea solo eso, y como ni para curar esta arrechura me sirves ahora, será mejor dejarte en paz y quedarme en paz.<br />Adiós Diego y gracias por hacer que cientos de desconocidos insinúen entre otras cosas que soy un vividor, sinvergüenza, tarado, imbécil, etc.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Has puesto el punto final ideal a esta estúpida historia.<br />-------------------------------------------------------------------------------------------------<br /></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">En ese mismo momento decidí responderle:</span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Lima, 25 de Marzo 2,008<br />De: <a href="mailto:jxxxxx@hotmail.com"><span style="color:#000000;">jxxxxx@hotmail.com</span></a><br />Para: xxxxxx@hotmail.com<br />Asunto: Adiós</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Álvaro:<br /><br />Cuando llegaste a mi vida creí que eras el hombre de mis sueños. Tienes razón, fui un tonto en idealizarte. El día aquel que te vi con Claudio, besándolo, abrazándolo, supe que había sido un tonto.<br />No creo que me ames, creo que guardas por mí el anhelo normal de quien no puede concretar algo que había deseado siempre. ¿Crees que, eternamente, voy a estar dispuesto para ti?<br />Hoy termina nuestra historia. Me quedó sin ti, te quedas sin mí, es lo mejor... Sabes, no nacimos para estar juntos. No naciste para estar junto a mí, talvez, junto a nadie...<br />Si no te encontraba en la disco, no me habría enterado que estás en Lima. Tú no me amas, yo no te amo, somos dos loquitos que imaginaron alguna vez que eran importantes el uno para el otro, pero que no fueron capaces de demostrarlo. Tú más que yo.<br />Te hubiese dado mi vida en algún momento, pero te fuiste.<br />Al irte, renunciaste a mí. Al volver, has vuelto a renunciar y he renunciado...<br />Quizá soy complicado y debería hacer las cosas más fáciles. Pero, no, no soy así, soy difícil, pues, y tú más difícil, y lo que vivimos y viviríamos todavía más difícil... Pensarte me da ganas de llorar, me cubro de nostalgia y pena, porque escucho la que era nuestra canción y me sobrecojo... y puta madre!!, Álvaro de mierda, quisiera no ser tan soñador, y no haber imaginado nunca que aunque habían pasado dos años ibas a volver a mí diciéndome te amo, y que correrías del avión a mis brazos... Pero ya ves que soy soñador y complicado, pésima combinación que obstruye que pueda hacerme el loco con aquel que hizo mi vida complicada, con el que prefirió marcharse a amarme, el que escogió alejarse que quedarse a acurrucarme, el que prefirió tener una pareja española durante el tiempo que me enviaba muchos correos electrónicos (lo vi en tu hi5 alternativo) a estar compartiendo la brisa helada de la Lima de nuestros desencuentros. Si, pues, soy complicado por no saber que te irás la otra semana por otro par de años, que tu pareja ya habla de matrimonio gay (de blanco, imagino), que te fuiste el sábado de una discoteca con un chiquillo mucho menor que tú, previos besos aventureros por la pista de baile... Soy complicado y soñador, Álvaro, por que no acepto verte para irnos a la cama un rato después de enterarme por boca de Fabián que tienes un hijo de 4 años y que tu retorno fortuito es para acelerar el trámite de divorcio de la que es su madre. Ves, Álvaro, que Juan Diego te idealizó en extremo, que te creyó un arcángel (lo viste en el blog).<br />Adiós, Alvarito... hoy termina nuestra accidentada y estrafalaria historia. Nunca te mentí, nunca jugué contigo, nunca pretendí dañar a nadie, ni dañarte.<br />Perdóname por ser tan complicado y difícil, y gracias por darle un final dramático al siguiente post de mi blog... </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Nunca tuyo</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Juan Diego</span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">-------------------------------------------------------------------------------------------------<br /></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">Lima, 25 de Marzo 2,008<br />De: xxxxxx@hotmail.com<br />Para: <a href="mailto:jxxxxxx@hotmail.com"><span style="color:#000000;">jxxxxxx@hotmail.com</span></a><br />Asunto: Re: Adios</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">Sólo espero que no vayas a contar todo esto en tu blog, porque ahora todo lo pones ahí... Las cosas no so tan sencillas como tú las pones Diego...<br />Perdóname si??? Pero no pongas nada de esto públicamente, hazlo por el amor que nos tenemos o tuvimos y porque tu Alvarito no se lo merece... </span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">-------------------------------------------------------------------------------------------------<br />Lima, 25 de Marzo 2,008<br />De: <a href="mailto:jxxxxx@hotmail.com">jxxxxx@hotmail.com</a><br />Para: jxxxxxx@hotmail.com<br />Asunto: Re:Re: Adios</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;color:#000000;">No te preocupes... No me da para tanto.</span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;"><span style="color:#000000;">Juan Diego </span><br /></span></span></strong></div></span>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com469tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-20509018869678735142008-04-06T16:55:00.001-07:002009-06-09T13:06:11.273-07:00FUEGO DE NOCHE, NIEVE DE DÍA<p align="justify"><object height="364" width="445"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/gGoEe-ZhMYg&hl=en&fs=1&color1=0x2b405b&color2=0x6b8ab6&border=1"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/gGoEe-ZhMYg&hl=en&fs=1&color1=0x2b405b&color2=0x6b8ab6&border=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="445" height="364"></embed></object><br /><br /><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">UNA CANCIÓN HERMOSA PARA MATIZAR MI NUEVO POST. RICKY MARTÍN LA CANTA CON INUSITADA FUERZA, TOCA EL CORAZÓN, SIN DUDA...<br /><br />GRACIAS POR SUS VISITAS Y LECTURAS. GRACIAS POR COMENTAR Y PARTICIPAR ACTIVAMENTE DE ESTE PEQUEÑO BLOG.<br /><br />CUANDO EMPECÉ CON ESTO DE COMPARTIR MIS VIVENCIAS EN LA BLOGÓSFERA, IMAGINÉ LLEGAR A UNAS CUANTAS PERSONAS Y AÑORABA QUE SIQUIERA MIS AMIGOS MÁS CERCANOS SE ATREVIERAN A DEJAR UN COMENTARIO.<br /><br />ME SIENTO SORPRENDIDO POR TANTAS VISITAS E IGUAL NÙMERO DE COMENTARIOS. ES UNO DE LOS BLOGS MÀS COMENTADOS DEL PERÚ, Y ESO ME DICE QUE LO QUE ESCRIBO NO ES TAN MALO Y QUE, ADEMÁS, LOGRA DESPERTAR CIERTAS EMOCIONES EN LOS DEMÁS.<br /><br />GRACIAS A TOMÁS FONZI, MI ADMINISTRADOR Y AMIGO. GRACIAS A TODOS USTEDES POR EL CARIÑO GRATUITO. GRACIAS, INCLUSIVE, A AQUELLOS QUE ME ENSEÑAN A MANEJARME POR EL MUNDO CON LOS OJOS BIEN ABIERTOS Y CON UNA GRAN SONRISA EN LA BOCA.<br /><br />EL PRÓXIMO POST NO SOLO SERÁ ESCRITO POR MÍ, TAMBIÉN POR ÁLVARO...<br /><br />HASTA MAÑANA<br /><br />JUAN DIEGO</span></strong></span> </p><p></p>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com123tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-3191021171963146462008-03-31T07:11:00.000-07:002009-06-09T00:10:49.652-07:00UN OLOR A TABACO Y CHANEL<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLe9cny7Zaa4B0XximHgnPHp0HeLp3w9aNgY831VsAtFs_kpEI7bgnX-HwgsROZNcMFrA3MPiS-pjVRv8ePHin3woqR81O4qgb9QY0nehNKYsv3NnyKWdo8uryT-xD6f3QHAkv_z-tsxzU/s1600-h/1.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5183929473072392178" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLe9cny7Zaa4B0XximHgnPHp0HeLp3w9aNgY831VsAtFs_kpEI7bgnX-HwgsROZNcMFrA3MPiS-pjVRv8ePHin3woqR81O4qgb9QY0nehNKYsv3NnyKWdo8uryT-xD6f3QHAkv_z-tsxzU/s400/1.jpg" border="0" /></a><span style="font-size:85%;"><span style="color:#000000;"><strong><span style="font-family:verdana;">El sábado, para variar, fuimos a la disco. Fabián y yo no andábamos muy entusiasmados con la idea. Sin embargo, la alegre presión a la que fuimos sometidos, nos forzó a soltar los pies y mezclarnos con el bullicio destemplado del espacio centelleante que nos hace bailar casi por inercia.</span></strong> </span></span><strong><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;"><br /><span style="color:#000000;"></span></span><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">Era una típica noche de discoteca. Leonel esperaba que Paul, su amante heterosexual, le marque al celular para saber que estaba libre y podían encontrarse. Cada sábado algún acontecimiento familiar retiene al muchachito hasta las tres de la madrugada. Omar bailaba un poquito más allá con un chiquillo de la selva que, dicen, baila ritmos de su tierra como nadie y que, en hilo dental deja ver las dos más bellas montañas de carne techocumbieras del oriente peruano. Nadiana estaba en el camerino en plena sesión de maquillaje y peinado alistándose para salir al escenario a cautivar como Edith Piaff. Fabián odiaba al triple a Paulina Rubio porque el DJ decidía poner una semblanza musical de la mexicana y el aburrimiento que lo oprime cada sábado a eso de las dos de la madrugada empezaba a apoderarse de sus pies. Guillermo miraba desesperado su reloj. Armando, el chico con el que sale hace tres semanas, no llegaba. El humor de mi amigo no era el mejor, sería plantado por segunda vez en una misma semana y el chato no estaba dispuesto a soportarlo. Yo, bailaba solo, como me gusta, y miraba disimulado a un pata simpaticón que me hacía ojitos a casi dos metros de distancia...</span></div><span class="fullpost"><br /></span></span><span class="fullpost"><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">De pronto, algo cambió. Mis ojos se dilataron imprudentes y mis oídos registraron un chillido que remeció mis tímpanos para acabar alojándose cerca de mi pecho. El aceleramiento nervioso que vivió mi corazón es difícil de explicar... </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Cuando menos me lo imaginaba, cuando menos debía pasar, cuando más vulnerable está mi espíritu por esto de arrastrar arbitraria soledad y andar sin compañía sentimental hace tiempo, cuando me dedico solo a trabajar y escribir, justo ahora, justo cuando ya ni me acordaba de él, mis ojos se cruzaron repentinamente con los ojos dulces y alegres de Álvaro.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Álvaro también dilató las pupilas y me vio con una mezcla de grata sorpresa y nostalgia. Me sonrió. Fingí que no lo había visto y seguí bailando con Paulina Rubio. No me quitó la mirada durante todo el rato que duró ‘te daría, te daría, te daría mi vida…’ La Rubio hubiese tenido que cantar en ese momento ‘te hubiera dado mi vida…” y así yo habría podido decirle en su cara aquello que nunca le dije. Álvaro apenas se movía y sonreía disimulado con sus acompañantes. Fabián, siempre observador, percató de la presencia que había dilatado mis columbres y me miró con el entusiasmo de quien descubre el mapa de un tesoro y desea que su amigo corra a buscarlo en ese momento. Leonel se olvidó de que Paul no timbraba y Guillermo que Armando no llegaba y Omar que a su lado tenía el mejor culo de Loreto. Ellos me rodearon avivando la expresión como si realmente todos tuvieran un mapa para que Juandieguín encuentre el tesorito que alguna vez no pudo buscar.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">- ¡Diego, allí está Álvaro!!! chilló Leonel.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Quise evitar que Álvaro se percatase de la emoción que se vivía entre mis amigos. Fue imposible. Leonel alzó las manos saludándolo, le siguió Guillermo, Fabián puso su mejor cara, Omar abrió los brazos esperando un abrazo, yo seguí bailando solo, como si nada de lo que se ponía frente a mí realmente importara, como si Álvaro riquísimo y feliz no me importara. Paulina regalaba su última canción y gritaba ‘ni una sola palabra, ni gestos…’</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">En ese momento mi cuerpo perdió gravedad y mi alma vivió una suerte de impávido suspiro que casi me ahogó. Álvaro estaba frente a mí, sonriente, casquivano, con la misma risita de pendejo que juega a ser macho gay, con un polo blanco que traslucía sus pectorales bien formados, con el cuello blanquísimo, la boca dibujada y los ojos brillosos. Su cabello chipoteaba jugando cómplice con el aire acondicionado. Mis oídos solo registraron un campaneo de iglesia vieja que al mezclarse con el seseo de Paulina y los gritos agudos de las locas vecinas, convertían ese momento en terrible.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">- Hola Juandi - me habló pegando su boca a mi oreja. Un hilillo de aire suyo se coló cerca de mi cuello.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">- ¡Álvaro! - exclamé más idiota que de costumbre, simulando que no lo había visto y que su presencia encantadora era una sorpresa.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Él me miró fijamente tratando de meter sus pupilas en las mías, como tratando de encontrar al Juan Diego de hace dos años en ese momento. Sus brazos me tomaron de la cintura mientras se acercaba cada vez más procurando hacerse escuchar entre la música estrepitosa. Me quité sus manos de encima. Ya no era su Juandi, no. Ciertamente, tenerlo cerca me acalambraba el alma. No obstante, Álvaro no se merecía verme sometido a sus encantos.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Conocí a Álvaro hace dos años. Me congelaba en la esquina de Tarata con Larco esperando a Leonel. Para variar, mi impuntual amigo me hacía esperarlo. El frío inclemente de esa noche latigaba cada palmo de mi cuerpo. Garuaba y una gris neblina cubría Miraflores.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">El agua que se desparramaba del cielo se estancaba en mi cabello destruyendo mi peinado, dejando a la vista una mata negra sin forma que se escurría hasta mi frente. Leonel, ausente, y yo al borde de un ataque de histeria. Cuando entre las sombras zigzagueantes de aquella noche vaporosa, zigzagueó frente a mí la figura de un ángel. Las luces de los autos que se detenían ante el semáforo enloquecido por la lluvia, advertían una cara linda, con ojos enormes y cabello cayendo sobre una frente amplia, con hoyitos en las mejillas y labios de niño. Ese angelito caído del cielo nublado me hablaba, pero mis oídos atormentados por el chasquido metálico de los autos y por una suerte de estrafalario trompeteo nervioso eran incapaces de escucharlo.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Quizá quería saber si no había encontrado sus alas o si conocía la manera en que podía regresar al paraíso. Quizá estaba perdido y pensó que la mata negra de mi cabello era el casco de un policía de turismo. Quizá solo quería saber que hora era en la tierra o era mi ángel de la guarda que llegaba a custodiar mi impaciencia y mi antiestético peinado.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">. Hola que tal, me llamo Álvaro - saludo tierno y masculino el arcángel.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Como casi siempre me pasó con él, no supe que decir. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">- Hace frío, ¿no? - hablaba melodioso mientras sus brazos cruzaban su pecho -. ¿Te comieron la lengua los ratones? Je,je… Bueno, vuelvo a presentarme, soy Álvaro…</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">- Yo Juan Diego - logré decir.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">El frío y la lluvia importaron un carajo en ese momento. Fui poseído por el espíritu de la conchudez gay y solté casi toda mi biografía. Álvaro me escuchó atento y luego me contó de él. Hablamos, reímos, me invitó a caminar y saber que Leonel estaba por llegar también que me importó un carajo. Me dijo que me había visto desde hacía rato, quería acercarse a mí, pero mi lucha constante con el agua empozada en mi cabeza lo detenían. Me sorprendió escucharlo decir que se había dicho “tengo que acercarme a él, no puedo perder la oportunidad de conocerlo”. Eso me atrapó. Me pegó a él. Fuimos inmensamente gays esa noche lluviosa. No hicieron falta los preámbulos típicos con preguntitas tontas acerca de si eres realmente homosexual o tal vez… Álvaro y yo nos manejamos con miradas y risas, con un extraño calor que aplacaba la baja temperatura. Caminamos lento mientras me contaba de su perro Campeón y de su trabajo en una importadora y de sus ganas de hallar el verdadero amor. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Su signo zodiacal compatible con el mío, sus sueños parecidos a los míos, sus manos rozando las mías. ¡Eso era una locura! Tres horas después y sentados en la banca vieja de un parque nos habíamos contado casi todo.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Nos despedimos luego de intercambiar números telefónicos y mirarnos acojudados como tortolitos con las alas ociosas poco listas para volar y despegarse el uno del otro. Lo vi alejarse haciéndome adiós con las manos grandes, sonriendo como niño malcriado, caminando en retroceso para no despegar sus ojos de los míos.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Desde ese día, nos frecuentamos a diario, hablábamos horas por teléfono y por la noche nos veíamos por web cam. A los dos días no aguantamos y nos dimos un beso largo con manoseo incluido. Fue una semana intensa. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Debo decir, para los que no saben, que soy fumador, a veces empedernido fumador. Álvaro llegó a mi vida y tuvo, automáticamente, la firme idea de alejarme del tabaco. Todos los hombres importantes en mi vida lo han intentado. Fumo hasta hoy. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Alvarito se quejaba del olor a tabaco, de mi boca YSL con nicotina, de mis besos con sabor a madera ahumada. Pero me besaba con locura, quería comerse mi boca en cada beso, succionarme la embocadura por completo. Mi olor a tabaco lo alocaba. Me decía algo lindo, alguna de esas cosas maravillosas que él sabe decir para trasladarte a las nubes albas, luego su carita de ángel se cargaba de pasión, su lengua jugaba traviesa, osada, me abrazaba fuerte, me pegaba a él, su nariz me recorría el cuello cual si fuera franela, raspaba de electricidad mi yugular, se detenía en mi mentón, volvía a mi boca, mordía suavemente mis labios ansiosos de él, sus manos temblaban durante el recorrido que le daba a mis formas, introducía una pierna entre mis piernas, me olfateaba, bebía, volvía a olfatear… ¡Puta mare! soltaba con los ojos blanquizcos por la pasión desplegada. ¡Me traes loco, carajo! chillaba como si odiara estar loco por mí. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Yo estaba loco por él. Álvaro traspasaba sin esfuerzo los linderos de mi calma. Era un ángel con dosis altas de demonio apasionado que me tomaba entre sus brazos y anulaba mis fuerzas, mi cordura. Debilitaba la resistencia de mis piernas y convertía sus labios en un nuevo vicio. Su voz me otorgaba amplias cuotas de locura y a la vez pacificaba mis miedos, ganaba la batalla de mis temores…</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Cuando lo presenté a mis camaradas, ellos lo recibieron como se recibe a un héroe de guerra, con honores y respeto. Mis amigos lo acogieron rápidamente, excepto Guillermo. Mi ex-pareja y amigo, lo vio con recelo. Me dijo después, “es guapo, pero… hay algo en él que no me convence“. Como suele decir siempre “a mucha perfección hay que ponerle él doble de atención”. En cambio, Leonel y Fabián pasaron a engreirlo y quererlo luego de diez palabras. Nadiana se dejó encandilar por su caballerosidad y Omar recibió emocionado sus consejos directos y francos. Guillermo siguió viéndolo con desconfianza. Así es él…</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Luego de una semana, me pidió ir a la cama. Siempre he sabido que a la cama no debo ir tan rápido. Lo fácil no es apreciable, y aunque el extasis sensorial en el que el susodicho me dejaba hubiera permitido que haga el amor en pleno centro de Miraflores, era mejor hacerme el loco.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Fue invitado a nuestra salida habitual a la disco de los sábados por la noche. Se escusó argumentando que un acontecimiento familiar le impedía acompañarnos. Fuimos sin el arcángel a vivir la experiencia loca de cada fin de semana. Lo extrañé en cada canción, me aburrí, no miré a ningun chico guapo, solo imaginé a mi angelito bailando con su mami y brindando por la unión familiar.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Al día siguiente no me respondió el celular. Se desapareció toda una semana. Le debí haber enviado unos doscientos e-mails. No obtuve respuesta alguna.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Entré en pánico. Su ausencia me ocasionaba terribles sensaciones, dolores de cabeza y malestar estomacal.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Las apuestas corrían entre mis amigos. Todos especulaban sobre los posibles motivos de su ausencia. Nadiana decía que tal vez tuvo que viajar de buenas a primeras y se olvidó de llevar mi teléfono, correo electrónico, etc. Leonel aseguraba que yo había cometido alguna estupidez. ¡Quizás dijiste algo que le incomodó! me reclamaba. Repasé cada una de nuestras conversaciones y negué esa posibilidad. Omar decía que el amor verdadero es así: injusto. “Si encuentras el amor déjalo ir, si vuelve es tuyo, si no nunca lo fue” expresaba con la sapiencia de quien conoce el dolor como nadie. Fabián me habló más paternal que nunca: “Te diré algunas cositas que a veces haces con los chicos“, me dijo. Enumeró decenas de cosas que según él suelo hacer cuando me involucró con un hombre. Debo admitir que algunas eran ciertas, las otras, exageraciones de mi amigo. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Guillermo no decía nada. Tuve que obligarlo a dar su opinión. “¿Quieres de verdad que te diga lo que pienso? Pues creo que ese chico tiene otra relación.” afirmó seguro originando una protesta de todos los panelistas asistentes al talk show de mi vida. ¡Eso es imposible! reclamaba Omar. “Solo es el destino que se torna injusto con aquellos que…” ¡Calma! exigía Nadiana. “Piensen que, quizá, tiene graves problemas existenciales, eso es común en la gente gay”. Tenía razón. “Noooooooooo…” bufaba Guillermo. “Ese chico esconde un secreto terrible, estoy seguro” Leonel puso esa cara de tragedia que pone cuando descubre una verdad espantosa o cree haberla descubierto. “¿Y si es seropositivo? gritó. ¡Cállate! voceó Fabián. “Están especulando y eso daña a Juan Diego”. Fabiancito ya me había dañado un poquito al hacer un análisis de lo desgraciado que podía ser con los hombres. Sin embargo, tenía razón. Cada hipótesis lanzada desgarbaba mi ánimo y aunque necesitaba conocer los motivos reales de la ausencia de mi arcangel, especular me escarapelaba la tranquilidad.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Llegó el sábado siguiente y fuimos como de costumbre a bailar, a desatar esos fragores internos que se acumulan en stress y pena existencial. Bailé como Joaquín Cortéz, zapateando, saltando, agitando el cabello. Debía botar aquellas dudas que me atormentaban. En ese momento, Leonel y Guillermo regresaron del baño con la expresión desencantada, pálidos, con un extraño tic que convulsionaba sus labios. Ambos hablaron con Fabián y Omar, murmurando algún chisme que yo no podía escuchar. ¿Qué pasa? pregunté. Todos me vieron con cara de heroína de telenovela venezolana cuando va a decir una verdad dolorosa.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Entendí que se trataba de Álvaro, lo intuí. No dije nada y caminé con dirección al baño. Sabía que esa era la ruta para hallar la verdad. Mi corazón palpitaba como marimba de banda escolar. Mis amigos corrieron tras de mí. No pudieron evitar que logre ver a Álvaro. Allí estaba, lindo, mirando a todos lados, rodeado de gente que reía. Me vio a distancia. Nuestros ojos se encontraron y se vieron con esa misma nostalgia que solo se puede describir con la canción que matiza este post. Estuvo presto a acercarse a mí. Sonreí como perdonando sus ausencias, sus silencios, tendría motivos valederos para explicar lo sucedido. Pero vi, claramente, que un tipo de unos cuarenta años, quizá más, se trepaba de su cuello y lo besaba efusivo mientras toda la ronda aplaudía. Álvaro no me quitó la mirada de encima todo el rato. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Mis amigos me abrazaron llevándome hacia un lado. La verdad, estaba destruido. No sé si me había enamorado, quizá sí, quizá no. Creo que sí. Mis ojos se llenaron de lágrimas, me sentí pequeño, niño, tonto. Sentí que no había nacido para amar y que era un gay más, a veces estúipido y soñador que cree que hay gays capaces de decir la verdad e intentar amar. Corrí al baño. Me encerré. Mis amigos tumbaban la puerta. Quería estar solo, desaparecer. Cuestioné mi idiota romanticismo, mis ideas pasadas de moda, fui infeliz…</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Fingí salir renovado. Leonel me abrazó y amenazó con desfigurar a Álvaro. La verdad es que si le daba permiso, él era capaz de hacerlo. Solo faltaba que Guillermo diga su eterna frase: “demás está decir que te lo dije”. Lo hizo, finalmente, originando la protesta de todos los que asistían al segundo capítulo del talk show de mi dramática vida amorosa.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Pero toda la conversación se cortó abruptamente cuando Álvaro se acercó. Leonel y Guillermo hubieran sido auténticos ninjas destripadores si yo lo hubiera querido. El ex-arcangel me llevó a un lado. Se ahogó en un mar de disculpas que no podían disculpar nada. Le pedí callarse. Al fin y al cabo, no eramos nada, apenas amiguitos cariñosos, cosa típica en los gays. Durante una semana jugamos a apasionarnos, más nada. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">- Juan Diego, yo te amo - me dijo mirandome fijamente a los ojos -. Eres el chico que soñé, el hombre que busqué siempre. Es solo…</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Enmudecí. Álvaro me amaba. Lo veía en sus ojos y esos ojos grandes no mentían al avivarse así. Pero… de qué servía eso.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Me pidió vernos el lunes. Acepté. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Rápidamente, Leonel, la urraca del grupo, se encargó de averiguar todo sobre esa parejita. Alvaro y Claudio, así se llamaba el tipo que lo seguía besando, tenían casi siete años de relación, vivían juntos y tenían su propio negocio: una importadora. El tal Claudio, decían, era un pan de Dios, un tipo bueno que trabajaba para fundaciones que ayudan a gays en fase terminal de sida. Es decir, el tipo era el arcangel, Álvaro su acompañante y yo el demonio que sin querer se metió entre ellos.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Pero como a veces Leonel bebe raciones de maldad líquida, se encargó de presentar a nuestro grupo con su grupo. Fuimos recibidos con beneplácito. Jóvenes, guapetones, bien presentados. La incomodidad me carcomía de principio a fin. Para mi desgracia, mi amable anfitrión fue Claudio. Por más que hubiese querido odiarlo para así quitarle la pareja sin contemplaciones de algún tipo, debo decir que él era un buen hombre, un tipo inteligente, poco agraciado fisicamente, pero con las características de esos hombres buenos que nacen para cambiar el mundo. Álvaro me observaba con ternura, pero a la vez lucía asustado, nervioso. Leonel lo retaba con la mirada y Guillermo lo odiaba diciéndole salud. Fabián lucía muy entretenido con un contemporáneo suyo y Omar casi se había enamorado de uno de los del grupo. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Claudio se encargó de restregarme, sin mala intensión, claro, lo felices que él y Álvaro eran desde hacía siete años. Me habló del amor verdadero, de lo difícil de mantener una relación sentimental gay, de lo mucho que anhelaba quedarse para siempre junto a su Alvarito, de cuánto habían pasado juntos, superando a todo y todos, de como Álvaro era su vida, su centro, aquello que lo forzaba a seguir. Me contó que había estado una semana de viaje. Fue al entierro de una tía querida en el norte.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Supe bien que durante su ausencia, el desgraciado ex-arcángel se había encargado de ilusionarme y besarme riquísimo. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Las horas pasaban a punta de baile y abundante cerveza, casi amanecía y, extrañamente, Álvaro y Guillermo habían hecho buenas migas. Del odio inicial de Guillermo, pasó a una suerte de comprensión gay-machista. Me diría mi amigo, después: "Álvaro te ama, eso no lo dudes". Leonel también cayó en las redes floreras del ex-arcángel. Fabián y Omar fueron por el mismo camino, y Nadiana, que luego de bailar, fue felicitada por todos, sobretodo por Álvaro, acabó comprendiéndolo. Todos lo entendieron. Todos lo aceptaron. Todos lo querían. Yo, a un lado hablando del amor verdadero con aquel que no era el amor verdadero de Álvaro, no entendía nada. Es que el ex-arcángel tenía magia, era sencillo que lograra que todos lo entiendan.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Pero ahí no hubo magia. Hubo verdad, una triste verdad. El abundante trago había logrado que Álvaro, medio borracho, le confiese a su nuevo amigo íntimo Guillermo, la verdad que lo ataba a vivir una relación sentimental con el único de los presentes que no bebía licor. Claudio solo tomaba agua mineral. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Como para avivar la telenovela venezolana, como punto máximo de drama en el talk show de mi vida, me enteraba por boca de Guillermo, que Álvaro le había confesado borracho que Claudio albergaba un cáncer al páncreas que se estaba generalizando. Los médicos le habían dado poco tiempo de vida, pero Claudito, se aferraba a la vida. Había adelgazado treinta kilos y seguía de mal en peor...</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Vi, luego, como Claudio abrazaba a Álvaro, con tanto amor, asiéndose a sus brazos, encontrando vida en él, y supe que la telenovela de mi vida con Álvaro debía llegar a su final. Talk show o estupidez, lo vivido ya era demasiado, mucho. Corrí al baño y me puse a llorar. Mojé mi cara. Creo que me había enamorado de Álvaro y carajo, eso estaba mal, muy mal. Álvaro entró al baño en ese momento y me abrazó. El acohol hacía estragos en él. “Te amo, carajo” lloraba. “Me cago por ti” y frases que los borrachos que siempre dicen la verdad suelen barbotar. Y, para que mentir, yo también lo amaba. Lo supe cuando sus lágrimas caían sobre mi polo. Pero eso no podía ser, pues. ¡Qué salado podía ser! Encontré al chico perfecto y su vida era más imperfecta que la mía y su imperfección me llenaba de infelicidad.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">- Nos vemos el lunes - me dijo y se alejó.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Lo vi el lunes por la noche. Tarata con Larco y otra lluvia que destrozaba mi peinado servían de marco. Nos abrazamos mucho. Caminamos un rato, y luego hice algo de lo que según mis amigos debía arrepentirme, pero de lo que no me arrpiento. La verdad, no suelo arrepentirme de nada. Álvaro y yo fuimos a un hotel e hicimos el amor. Fue una noche extraordinaria, alucinante, con vino tinto y música de Bacilos como fondo. Lo forcé a pasar la noche conmigo utilizando artilugios que sé manejar muy bien. Esa noche no importó nada, lo quería la madrugada entera para mí, quería a Álvaro oliendo a mí, a ese olor a tabaco que mi YSL deja en mi aliento y mi ropa y que se mezclaba con mi Chanel allure y lo enloquecía más. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Pobre Álvaro, había hecho de su vida un pretexto para no ser feliz. Su ropa olía a medicina, su billetera andaba lleba de recetas, era un enfermero que actuaba a la vez como respirador artificial de un hombre al que no amaba. Ya habían terminado la relación porque Álvaro había dejado de amarlo, pero la maldita enfermedad lo forzó a volver con él. Pasó el tiempo, la rutina típica y cierta noche llegué yo y lo cambié todo. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Esa noche le hablé claro. Le dije que no sea tonto, que tenía derecho a llevar una vida normal y el mismo derecho a amar. Le dije que Claudio iba morir con él o sin él, que no lo abandone, pero que no sea esclavo suyo. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Álvaro me dedicó esta canción, la que matiza el post y matiza cada uno de mis días nostálgicos. Me pregunté mil veces donde fuí parar, me sentí malo, pero a la vez feliz. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">A los dos días, Álvaro terminó su relación con Claudio. Se fue de la casa. A los quince días, Claudio murió. Luego del entierro, Álvaro se fue del país.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Antes de viajar me buscó. Me dijo que me amaba como nunca había amado en su vida, pero que luego de la experiencia con Claudio necesitaba marcharse un tiempo. Me pidió que lo espere y que cada vez que escuche nuestra canción recuerde que donde quiera que el esté me pensaría y amaría un poquito más.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Y, esta noche de sábado en la disco, hoy, Álvaro volvió. Está igual, quizá más lindo, pero han pasado dos años de todo eso y no le perdono su larga ausencia. Si me amaba como decía debió quedarse a mi lado, no lo hizo y su miedo o deseo de renovación o estupidez, tiene un precio, mi negativa a aceptarlo junto a mí.</span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Me mira con pasión, diría que hasta con amor, pero ya no soy ese Juandieguito tonto que soportaba y esperaba. Mis amigos le dicen salud, él sonríe amplio, alegre, parece que es por fin feliz. Su mirada tiene amor y nostalgia, me baila gracioso procurando arrancarme una sonrisita. Corre hacia la cabina del DJ y habla con él. A los minutos, “Tabaco y chanel” retumba por la disco, el se acerca a mí y me dice: “Te amo y ya volví”. La canción sigue sonando, doy media vuelta y me voy de la disco, solo, sin amigos, sin Álvaro, sin nostalgia por el pasado. </span></div><div align="justify"><span style="color:#000000;"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Hay amores que no pueden ser, amores que ya no son... Yo arreglaría la frasecita melosa de Omar. “Si encuentras el amor déjalo ir, si vueve es tuyo, pero si demora mucho ya fue... “ y Álvaro ya fue...</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">JUAN DIEGO<br /></span></div><div align="justify"><a href="mailto:juandinick@gmail.com"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">juandinick@gmail.com</span></a></span></strong></div></span></div>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com260tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-57275449753977982642008-03-27T12:29:00.001-07:002009-06-09T13:06:24.949-07:00TABACO Y CHANEL...<object height="364" width="445"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/rV0NlM63clk&hl=en&fs=1&color1=0x2b405b&color2=0x6b8ab6&border=1"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/rV0NlM63clk&hl=en&fs=1&color1=0x2b405b&color2=0x6b8ab6&border=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="445" height="364"></embed></object><p></p><p align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Hay gente que no se olvida nunca, olores, sabores, vapores que se hacen inolvidables, es que solo se viven una vez...<br /><br />Hermosa canción que comparto con ustedes mis amigos, mis lectores...<br /><br />Juan Diego</span></strong></p>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com54tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-63532661397062852492008-03-27T09:19:00.000-07:002009-06-09T13:06:52.016-07:00HOMBRES DESNUDOS II<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGirjJHoc9RkFs98LsGF8YGXzF-IBRr3VE-qMJwuFr7BSDIefgfl6QbrqDBxYPh6ARw7QQ8jY20twajjo5TBxmxMONyNPc1kOPm9L7v7uzTkBdmBNrbdP0yJj7NBA31ARGueAAvAwyzB3v/s1600-h/a.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5182818974918272978" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGirjJHoc9RkFs98LsGF8YGXzF-IBRr3VE-qMJwuFr7BSDIefgfl6QbrqDBxYPh6ARw7QQ8jY20twajjo5TBxmxMONyNPc1kOPm9L7v7uzTkBdmBNrbdP0yJj7NBA31ARGueAAvAwyzB3v/s320/a.jpg" border="0" /></a><br /><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">UN PAR DE IMÁGENES DELICIOSAS PARA MATIZAR ESTE CALUROSO MEDIODÍA...<br /></span></strong><span id="fullpost"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;"><br /></span></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"><strong><span style="font-size:100%;"><span style="font-family:verdana;color:#000000;">GRACIAS</span><span style="color:#000066;"></strong> </span></span></div></span>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com94tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-43231979961874877092008-03-17T11:01:00.000-07:002009-06-09T00:11:17.809-07:00DIOS Y YO...<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXOikEzJOVi3DYRwdGE90TfGwNpCyHaTnqqIMLlUbwG_YXO5FWWnqv460hwKDKrcza_AKqoZLtY8TNOz5Ercg9kxIZl6cmdCFXj4NTW6iLpyFXVvOPXBnOdbQYcqx0P-A-9CJTkCMeGFMv/s1600-h/jesusama.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5182578211936561042" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXOikEzJOVi3DYRwdGE90TfGwNpCyHaTnqqIMLlUbwG_YXO5FWWnqv460hwKDKrcza_AKqoZLtY8TNOz5Ercg9kxIZl6cmdCFXj4NTW6iLpyFXVvOPXBnOdbQYcqx0P-A-9CJTkCMeGFMv/s400/jesusama.jpg" border="0" /></a><br /><strong><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;"><span style="color:#000000;">Algo le pasó a Guillermo el lunes. Llegó al depa de Fabián con la firme idea de ir a una iglesia y confesarse. Armando, el chico con el que sale desde hace un par de semanas, parece estar influenciándolo para que recurra a un lavado urgente de pecados.<br />Algo le pasó a Guillermo el lunes. Llegó al depa de Fabián con la firme idea de ir a una iglesia y confesarse. Armando, el chico con el que sale desde hace un par de semanas, parece estar influenciándolo para que recurra a un lavado urgente de pecados.<br /><br />Leonel se burló en su cara. ¿Confesarte tú? ¿Qué le dirás al cura? “Padrecito, confieso que me gustan los penes… jajaja…” Omar nos confesaba su miedo a confesarse. “Se imaginan la cara del cura cuando le diga que soy homosexual, seguro me excomulga… nooooo”<br /><span class="fullpost"><br />Fabián sonreía recordando la última vez que se confesó, hace como diez años y cuando su mami vivía. La señora, devota del Señor de la Justicia, lo llevó a rastras hasta el confesionario. El cura tenía como cien años, apenas escuchaba, no hablaba ni veía. Fabián inicio el recital de pecados que tenía apuntados en un cuaderno de doscientas hojas, pero el curita obsoleto lo absolvió antes de que él confesara que se había acostado con su tío. Dice que llegó a decirle ¡Soy gay, padre! y el cura, cuyos oídos ya habían muerto, lo bendijo con frenesí. Fabián dice haberse sentido confesado a medias, pero confesado…<br /><br />Yo me confesé por última vez antes de salir del colegio. No volví a hacerlo más. Me enseñaron los salesianos (y obligaron) a confesarme una vez por semana. Seguí la rutina durante años. Mi declaración pecadora era muy genérica: consistía en mencionar un mandamiento y decir en qué lo había faltado. Nunca especificaba el pecado. Dejé de confesarme cuando tomé conciencia que nunca dejaría de ser gay por más rezo y penitencia que realizara. Después de Sandrito evité confesarme para siempre. Hoy no me confieso porque tendría que aceptar un pecado que yo no creo pecado: ser gay. Y no confesar un pecado que el cura considera pecado sería faltar al sacramento de la confesión y con eso pecar. Y ser como soy e intentar ser feliz siendo así, no es pecar.<br /><br />Hace un rato el ánimo de Guillermo cambió. Del lunes de entusiasmo religioso, pasó a un jueves de melancolía y resentimiento religioso. Guillermo salió del trabajo y partió feliz a confesarse en una iglesia bella y colonial. Esperó su turno paciente y nervioso. Mas cuando le llegó el momento de redimirse tembleteó de pies a cabeza, sus labios se mostraron trémulos y todo aquello que había ensayado para decir con sustento que era gay, pero amaba a Dios por sobretodas las cosas, no tomaba su santo nombre en vano y honraba a su madre y su padre (aunque el viejo ése no lo merezca), se fue al carajo porque se sintió más enano que de costumbre, muy chiquito, un puntito negro en medio de aquel templo enorme y rococó. El cura con camisa negra y clerigman blanco lo ojeó impaciente, y como hoy todo se ha simplificado, hasta las confesiones, el hombre de Dios le pidió decir su peor pecado. El titubeo de mi amigo prosiguió, los ojos del cura se dilataban de la impaciencia y Guillermito logró decir con la voz poco potente: padre, soy homosexual, pero … yo … El cura lo vio con el mismo desprecio con que un judío miraría a Hitler si lo tuviese en frente y preguntó asqueado ¿te arrepientes de ser… homosexual? Calmado y humilde cómo ya no es, trato de sonreír y musitó para que no escuchen las señoras con velo que seguían en la cola: “Padre creo que Dios me ama siendo gay y no me arrepiento de serlo, pero si de algo… “ El hombre que paso doce años en un seminario intentado comprender mejor a las ovejas del rebaño del señor, lo echó del confesionario no sin antes decirle que Dios no lo quería en su grey y que era una aberración, etc, etc, etc.<br /><br />No debería decirlo porqué sé que Guillermo se va a molestar, pero mi amigo salió llorando del templo. Recordó cuando era niño e iba a la misa con su abuelita-mamá y la señora le hacía cantar ‘pescador de hombres’ y él entonaba la canción a volumen alto para que la señora se sienta feliz y la virgen se sienta feliz y papalindo más feliz. Y lloró más Guillermo, porque cuando hizo la primera comunión usó una ropa viejita pero se sintió el más feliz de todititos y no masticó a Jesucito, lo tragó suavecito para no dañarlo y amarlo un poquito más. Lloró en la calle porque lo acababan de crucificar con unos clavos enormes que inflamaban el corazón. Se sintió humillado, insultado, hasta alejado de Dios o de la idea de Dios que ellos creen tener. Un Dios castigador y duro que no se parece al Dios al que le reza cada noche, al que luego de decirle te amo Señor, le brinda un calmado suspiro de amor en el pecho.<br /><br />Llegó a casa de Fabián y lloró como un niño y, para que mentir, todos lloramos con él. Nadie se aguantó el berreo. Lloramos hasta que Nadiana nos paró en seco y pañuelo en mano y nariz, nos dijo que Dios nos amaba, carajo…<br /><br />Leonel se había olvidado de las burlas que suele lanzar y decía que prefiere no rezar porque siente vergüenza de rezarle a ese Dios que dicen otros no nos incluye en su plan ni nos quiere como hijos. Porque a veces por no sentirse hijo suyo quisiera irse de una vez con él para saber porqué no lo quiere si no pidió ser así. Pero es el mismo Dios quien lo regresa a la vida. Dice que suele verlo azul, brillante, acariciándolo con rayitos de ternura en la cabeza.<br /><br />Omar recuerda las fiesta del Señor de Huamantanga, donde ataviado con uniforme de raso negro y cintas color arco iris zapateaba hasta desmayarse para que Diosito lo viera con piedad porque el niñito provinciano de mejillas rosa se sabía diferente y malo, porque en Ancash y en el mundo entero los maricones son malos y Dios no los quiere. Y le ponía piedras a su cama para sufrir un poquito como sufrió Jesús y debía sufrir más para alivianar la carga de ser un invento que nadie quería usar ni ver. Pero Dios lo amaba en los atardeceres cuando el sol se escondía ladino tras la cordillera, cuando mamá lo acercaba a su pecho grueso y besaba su cabello, cuando Juanito le daba un beso a los once años y él corría descalzo por el monte, feliz, tan feliz que Dios tomaba color luna plateada y perdonaba sus ofensas.<br /><br />Cuenta Fabián que durante su estancia en el convento intentando ser fraile franciscano, sus roomates con sotana y crucifijo en el pecho rezaban tanto, tanto, tanto que parecían olvidarse de Dios por entonar oraciones perfectas y cánticos en latín, olvidando salir a la calle a batallar con manos y pies por saciar en algo ese hambre cotidiano de una ciudad enorme y pobre. Nunca escuchó una oración por los que como él eran capaces de amar a un hombre. Nunca nadie oró por aquellos hijitos del cielo que padecían por no encontrar paz en sus almas homosexuadas. Solo escuchó a Fray Felipe, viejo español de rostro duro y ojos endiablados, decir que el más grande, peor y asqueroso pecado era el sexo entre hombres, que ese pecado mortal volvía a crucificar a Jesús y que el Cristo bueno de pelos largos murió por salvarnos de cualquier pecado menos del de ser un puto maricón. Fabián hizo una promesa con Dios, le habló claro. “Señor, - le dijo solemne - si es malo e indebido sentir como siento que se me caiga el techo de la celda en la cabeza”. Pasaron varios semanas y mi amigo esperó que el techo se desplomara. Por esos días, extrañamente, un acontecimiento que nadie pudo explicar originó que el techo de la celda de Fray Felipe se derrumbara matando al religioso. Al día siguiente Fabián abandonó el convento.<br /><br />Nadiana entra a la iglesia vestido de mujer. No le importa nada. No le importa que las viejas beatas lo miren de soslayo con la dentadura postiza a punto de dispararse. No le importa que sus tacos hagan un ruido descomunal y hagan que las miradas se posen en la mujer alta y bien vestida que posa sus rodillas frente a la Virgen de la Puerta. Ella cierra sus ojos y agradece por ser Fernando y poder ser Nadiana. Pide perdón por ser feliz, porque a veces ser feliz es malo, y pide perdón por las señoras que tapan los ojos a sus hijitos para que no vean que esa chica linda esconde el pipilín tras el pantaloncillo ajustado y el humo del incienzo. Reza y se libera. Sonríe, agradece y pide por mamita y papito, por nosotros, por el mundo raro en que decidió ponerlo mujer y porque pronto pueda juntar el dinero para comprar sus prótesis y por fin tener senos.<br /><br />El llanto cesa. Guillermo sonríe y asegura no tan seguro que él sabe bien que Dios lo ama y lo ama mucho. Fabián asegura sentir ese amor cada día y luego vuelve a llorar. Omar trata de recordar el baile para el Señor de Huamantanga y al hacerlo grita emocionado que Dios está aquí, entre nosotros, viéndonos llorar dubitativos de un amor del que no debemos dudar. Leonel se mantiene callado, no dice nada, solo nos mira. Nadiana se levanta presurosa y nos pide ir juntos a la misma iglesia de donde echaron a Guillermo. “Vamos a rezar” grita y coge su cartera.<br /><br />Nunca he dudado del amor de Dios, nunca he creído ser una falla o un defecto de fábrica. Dios es perfecto.<br /><br />Siento el amor de Dios cada día y aprendí que cada hombre tiene un modo particular de ver y amar a Dios. Aprendí que las religiones organizadas son métodos para encontrar a ese Dios bueno al que todos buscamos agradar y, sobretodo, aprendí, a soportar, escuchar y hasta reírme de aquella gente que jura tener la fórmula perfecta de la relación con el creador. Aprendí que Dios me hizo gay, y que descubrirme, amarme y sobrellevar a la gente que señala que ser como soy es malo y pecaminoso es solo una prueba para ser el hombre gay fuerte del que él, mi papá, papá Dios se pueda sentir orgulloso. No me confieso porque no quiero, me comulgo a veces porque quiero y siempre rezo porque quiero y debo. Tengo una linda relación con Dios. Le cuento todo aunque él lo sepa todo, y le pido de todo aunque el que me de lo que considere necesario.<br /><br />No siento culpas por ser gay. Dios nos pone en el mundo para ser felices. Qué injusto sería vivir para otros y no para mi propia felicidad. Dios es mi padre y no hay padre que quiera un hijo infeliz. A veces me equivoco tratando de encontrar mi camino, tratando de vivir. Si fuera heterosexual también trataría de ser feliz y sé que sería tan difícil lograrlo como lo es siendo gay.<br /><br />Dios es sabio. Dios es bueno. Es mi padre y siento que existe y vive en cada uno de mis días. Es mi amigo y cómplice.<br /><br />Esa gente que cree atacar mis convicciones y tranquilidad incentivándome a arrepentirme de mi supuesto pecado sacando a relucir párrafos bíblicos, me importa tanto como hacer el amor con una mujer. Respeto su postura. Respeto las ideas de todos, soy un demócrata. Pero no creo que un libro escrito por los hombres y en una época distinta, deba enmarcar cada paso que doy. Además, la Biblia y sus hermosos relatos está sujeta a una febril y siempre parcializada interpretación de los hombres. Mientras que para algunos la historia de David y Jonatan es una historia de amor gay, para otros es una simple historia de amistad fraternal. Basta ver que católicos, evangélicos, judíos y testigos de Jehová se jalan las mechas tratando de demostrar que su interpretación bíblica es la correcta, que su Dios es nuestro Dios y que comer chancho puede ser pecado o un rico manjar dentro de la carapulcra. Es que cada quién busca encontrar su camino y lo hace de mil formas distintas… casi todas válidas.<br /><br />No peleo ni me resiento con aquel que no piense como yo, no tiene porqué hacerlo. Dios es tan grande y perfecto que alcanza para todos. También para los gays.<br /><br />No peco por ser gay. Peco si no actúo con solidaridad, si soy egoísta, cruel, si atento contra los mandamientos elementales de la convivencia humana y que no son diez. Peco si ofendo, si daño, si fundamentalizo mi creencia, si alucino que tengo la verdad absoluta, si no soy capaz de entender al hermano del lado, si soy superficial, injusto y no pongo como prioridad ser auténticamente feliz. Peco si soy infiel, si me drogo, si soy promiscuo, si miento, si no soy tolerante, si no valoro a mi familia, no hago bien mi trabajo, no aporto socialmente, si maltrato a los animales, si no hago nada por mejorar este mundo pecador en el que me muevo.<br /><br />Muchos fundamentalistas, de esos católicos o evangélicos que dicen que los gays somos imagen y semejanza del diablo, serían capaces de perdonar violadores, hombres infieles, drogadictos asesinos y padres que dañan a sus hijos solo porque esos desgraciados son heterosexuales. Muchos católicos que se rasgan las vestiduras hablando de lo que dos hombres o dos mujeres hacemos en la cama, no dicen nada acerca de las miles de violaciones y abusos cometidos por sacerdotes contra menores de edad. Y esos evangélicos que terminan hablando en lenguas raras solo para liberar a los maricones del machísimo espíritu de satanás, no dicen nada acerca del diezmo y de las riquezas inconmensurables que alcanzan sus iglesias. Insisto, cada quien es libre de agradar a Dios como mejor le parezca.<br /><br />Incluso respeto a esa gente gay que dice haberse transformado. Hombres que alguna vez se quedaron sin pene hoy convertidos en padres de familia o gays con el trasero destruido por el uso casi animal, consagrados como pastores gracias a haberse arrepentido y haber encontrado en las santas escrituras alguna revelación que el resto no ve. Los respeto. No soporto su presencia, soy sincero, menos cuando quieren demostrarte que su vida hoy es limpia y la tuya no, pero los respeto pese a que me dan risa.<br /><br />No hay peor pecado que ser deshonesto contigo mismo y procuro ser honesto con mi vida y mis ideales. Dios me ama, me ayuda y me acompaña. Mamá reza por mí cada noche y le pide al mismo Dios que nos junta que cuide a su Juandieguito. El me cuida, yo me cuido…<br /><br />No comentaré nada sobre aquella gente que atribuye que el SIDA es un castigo por ser gays. Este post es sobre mi relación con Dios y no sobre la ignorancia y estupidez de muchos de sus hijos.<br /><br />Salimos todos rumbo a la iglesia, Hay cierto recogimiento en nosotros, algo de alegría rebelde. Vamos a retar al mundo, al cura intolerante, a nuestros propios temores.<br /><br />Me arrodillo ante aquel altar precioso, tallado por manos indígenas hace ciento de años. Tengo sobre mí a la Virgen bella, celestial, viéndome maternal. Amo a María, a los santos, los ángeles, amo a Dios.<br /><br />Guillermo pasa cerca del cura intolerante, el cura ni se percata del bajito homosexual al que botó, ése que fue con la firme intensión de ser un mejor hijo del padre para que él trabaja.<br /><br />Leonel bota unas lagrimitas, Fabián enciende una vela, Nadiana se acerca a Santa Rita, Omar se aferra a la imagen del Sr. de Huamantanga y yo siento que Dios existe más que nunca en nuestra homosexual sencillez, en nuestras ganas de vivir, en nuestros deseos de ser felices…<br /><br />Gracias señor por este día, por esta vida, por la libertad que me das para encontrar mi camino.<br /><br />Te amo, Señor. Te amo con toda mi alma. Gracias padre. Perdón padre. Líbranos del mal. Amén.<br /><br />escribeajuandiego@gmail.com</span></span></div></span></strong></span><br /><span style="font-family:verdana;"></span>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com419tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-85849956657122808052008-03-14T07:52:00.000-07:002009-06-09T13:06:40.452-07:00Hombres desnudos...<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0kz799RhebI0qRM7J8PKwfmiQX5e5Sf8yR1KcTs2T6Dk505V5FbEMDd9vHofP_jQ5jP3RRd0y0PY73qvUaua7uFoF-Cr0kFWgVGlT95bx91JPCzo7DtJE4K6Eq2hJzkVmqlzTmpR-lh2t/s1600-h/edson2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5182784469151016866" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0kz799RhebI0qRM7J8PKwfmiQX5e5Sf8yR1KcTs2T6Dk505V5FbEMDd9vHofP_jQ5jP3RRd0y0PY73qvUaua7uFoF-Cr0kFWgVGlT95bx91JPCzo7DtJE4K6Eq2hJzkVmqlzTmpR-lh2t/s320/edson2.jpg" border="0" /></a><br />Imágenes sin pudor se alternarán desde hoy con mis vivencias... Es decir, se alternarán mis vivencias y mis fantasías...<br /><br />La primera es una imagen que luego de ver detenidamente arrebata el pudor y extermina la calma...<br /><br />Matizo este post con un bello poema de Kosntantino Kavafis<br />Nada me contuvo.<br />Liberado completamente fuí.<br />Hacia los goces, poco reales,<br />poco elaborados que creó mi espíritu,<br />fuí en medio de la noche iluminada.<br />Y bebí vinos fuertes, tal como<br />beben los audaces del placer...Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com42tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-91486167662051687002008-03-10T16:19:00.000-07:002009-06-09T00:11:36.085-07:00HISTORIAS DE CHAT I<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHUc7XW388lwgr8mSWJeFqz6QHmbfmsmANDPr4nw9KWfFCQsMT9oILOdbJRDQ3AZNLgfWqK8aAAsuITeInBNg1gtsR7KebplxwBTiCuYyGIPoeZinYJCtKQblPE080Ecd7CKBG9YYUs-Ob/s1600-h/sebastianmoreno_com_Pasiones_contenidas.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5176264528708558562" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHUc7XW388lwgr8mSWJeFqz6QHmbfmsmANDPr4nw9KWfFCQsMT9oILOdbJRDQ3AZNLgfWqK8aAAsuITeInBNg1gtsR7KebplxwBTiCuYyGIPoeZinYJCtKQblPE080Ecd7CKBG9YYUs-Ob/s400/sebastianmoreno_com_Pasiones_contenidas.jpg" border="0" /></a> <span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-family:verdana;color:#000000;">Rodrigo fue parte de mi vida por unos quince días, hace unos años. Extrañamente, su presencia ocasionaba que mi corazón suspirara y mis ansias se dilataran. Esperaba cada noche para sentirlo, para palparlo a distancia, para dejarme seducir por su conversación encantadora.<br /><br />Lo conocí en una sala de chat. Su nick me encandiló. BEBITO LINDO se apodaba, y esa criaturita que no conocía cuadraba perfectamente con todo aquello que esperaba encontrar en un hombre. No sé como hacía, pero era capaz de hacerme sentir en las nubes. Cada palabrita que escribía tenía magia, parecían versos hechos solo para decirme que el susodicho era el hombre ideal. Durante el día lo recordaba gratamente y anhelaba que las horas pasen volando para sentarme frente al computador y verlo aparecer con sus saluditos de bebito lindo enamorador. Su foto era demasiado artística para la fría telaraña virtual. En blanco y negro, con luces contrastadas y el fondo oscuro, su cara parecía una sombra dulce envolviéndose en los píxeles misteriosos de una imagen digital. Su naricita se dejaba ver en un mohín que la opacidad no lograba descifrar y la sonrisa que él decía se notaba con claridad, era solo para imaginarla. Pero no importaba, Rodrigo era un bebito lindo que trascendía la digitalización, que acaparaba, raramente, mi tiempo y corazón...</span></strong> </span><span class="summarypost"><br /></span><span class="fullpost"><br /><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-family:verdana;"><span style="color:#000000;">Luego de unos días intercambiamos teléfonos. Fue maravilloso escuchar su voz. El bebito del chat, tenía la voz perfecta. Si, era esa voz que esperas escuchar en un chico. Porque para los gays el tono y modulación de la voz es importante. Y Rodriguito tenía la vocecita más rica, masculina, melodiosa e inteligente que mis vírgenes oídos habían escuchado. Y, por teléfono resultó ser mas encantador que por el chat. Cuando mi celular me indicaba que era él quien llamaba melodioso, un raro calambre estomacal me invadía.<br /><br />Podría asegurar que este servidor, se había casi templado. Mis amigos me torturaban con sus bromas maquiavélicas. Me decía Leonel, muy cruel, que Rodriguito era, de hecho, un típico mostrito de chat. Y, Guillermo, aseguraba perspicaz que demasiada perfección virtual debía tener mañas imposibles de reparar. Fabián me decía que crea el 70% de lo que me decía. Nadiana el 50% y Omar, el sufrido y poco optimista Omar que solo tome en serio el 5%. Me molesté con todos. Y, aseguré, que si el bebito lindo no fuera tan lindo no me importaría. ¿Y, si no fuera tan sincero? incidía Leonel. Pues, tampoco me importaría. Además, Juan Diego creía ciegamente en ese chico que le acalambraba la barriga y le chorreaba las medias de fútbol. Y, para ser sinceros, tampoco yo había sido tan sincero. Me había bajado dos años, 6 kilos y el número de encuentros sexuales. Y me había subido la estatura, la masculinidad y jamás, casi lo juré, me había emborrachado. Debía mentir para estar a la altura de ese angelito bonito y bueno que me hacía soñar que estaba próximo a vivir el verdadero amor.<br /><br />Rodrigo insistía en nuestro primer encuentro físico. Puse mil trabas y excusas para la ocasión. Moría de miedo de tener en frente al hombre de mi vida, al que amaría con locura y madurez, y que a ese hombre, a ese bebito lindo, yo no le gustara. El calambre estomacal se convertía en retortijón diarreico de solo imaginar su rechazo sutil. Pero no pude poner más barreras y cedí ante la petición de mi amado virtual para encontrarnos.<br /><br />Miraflores fue el escenario de ese encuentro. La segunda cuadra de Benavides testigo fiel de mis miedos y mis retortijones diarreicos casi a punto de dar frutos indeseados. Paradito en el punto de encuentro, suspiré profundo tipo contracción de yoga siguiendo los consejos dados por Fabián. De pronto, abriéndose paso entre la gente que se sorteaba presurosa, daba luces la figura de Rodrigo. Traía la camisa de cuadritos y el jean azul que dijo iba vestir. Lo vi aproximarse a mí con caminata señorial. La luz iba descubriendo su silueta delgada, más delgada, en realidad, de lo que había supuesto. Pero estaba allí, rico, riquísimo, con una carita de bebito lindo sacada de frasco de compota. Levantaba una ceja, sonreía de costado, mezcla de pendejito macho y gay delicioso que sabía iba a enloquecer el resto de mi vida. Yo sacaba pecho venciendo mis temores, procurando se percate que traía el polo blanco y el jean azul que había prometido. Pero el bebito lindo pasó de largo, apenas me miró. Podría decir que no existí para él. Todo se nubló. Metros más allá una mujercita de caderas voluptuosas y espantoso cabello se le aventaba a los brazos. No entendí nada. El yoga no funcionaba, el calambre casi rendía desgraciados frutos, cuando unas manos tocaron mi espalda.<br /><br />- Hola, Juan Diego - me dijeron.<br /><br />Era su voz, era él. Di media vuelta emocionado, listo para decirle tu pirata soy yo y tu mar es mi corazón, pero el calambre que se alojaba en mi estómago se extendió por todo mi cuerpo, porque el que yo creí que era el bebito lindo no era el bebito lindo y el verdadero bebito lindo que acababa de llegar tenía de bebito tanto como yo de heterosexual y lindo algún rincón de su alma que nunca pude ver.<br /><br />Rodriguito no era feo, era horrible. Tan delgado como un niño pobre de Etiopía. Su metro con setenta y siete se había convertido, sorprendentemente, en metro con cincuenta. No tenía cabello, y sobre su cuerpo habrían pasado, estoy seguro, unos cuarenta años más de aquellos que había dicho tener. Descubrí al escuchar su voz (lo único rescatable que poseía) que era el mismo romántico bonachón del chat, pero el truco mágico había terminado. Sus innumerables pliegues faciales, sus dientes tipo misiles apuntando hacia mis ojos asustados, su nariz ancha y aguileña como rocoto en un plato y su supuesta piel blanca convertida en ese momento en una gris alfombra de la fealdad en su máxima expresión, destrozaban los parámetros a veces versátiles, de mi agudo sentido estético.<br /><br />Debí haber balbuceado unos cinco monosílabos. Luego, y dejando de lado la consideración por el prójimo tan característica en mí, me largué sin calambres, sin retortijones, sin amor virtual, ni real, sin amor al prójimo, solo corrí metabolizando un cóctel amargo y salado de emociones que se anidaba en mi garganta.<br /><br />Legué a casa de Fabián acelerado cual si hubiese visto al demonio. La verdad, Rodrigo estaba bastante cerca de la imagen demoníaca que albergué desde niño en la cabeza. Fabián me interrogó, dice que yo traía la faz color blanco cadáver y apenas balbuceaba unas cuantas incoherencias. Pensó el buen Fabián que el bebito lindo había resultado un delincuente o un malvado pervertido que había dañado la santidad de su Juandieguito querido. Pero, no, el bebito lindo solo cometió un error, ser horrible. Bueno, y también no tener nada de bebito, ni de masculino, ni de atlético, ni de galán...<br /><br />Pude hablar y le dije a Fabián como soltando un grito de guerra: ¡El bebito era horribleeee! En ese momento, Fabián tuvo un mordaz e inadecuado ataque de risa. Al minuto, coincidieron en el departamento Leonel y Guillermo. A ellos también les dio un ataque de risa que nada ni nadie pudo detener. Me sentí insultado. Pero, Leonel, me recordó burlón que yo había dicho que si el bebito no fuera tan lindo no me importaría … Y luego de recordármelo, se burlaron aún más. Cuando llegó Omar, aluciné que mi amigo sufrido sufriría ahora por mí. Pero, Omar se privó de la risa con la misma intensidad con la que llora borracho. La siempre ecuánime Nadiana, era mi esperanza para cesar las burlas. Pero, mi amiga-amigo dejó los modismos femeninos para reírse como camionero porteño. Me molesté, cogí mis cosas y me dispuse a largarme. Había sido una noche terrible, mi corazón se había desbordado de emociones, y estos amigos mala gente en vez de darme el consuelo por la desilusión, se burlaban de mi pena. ¡Qué malos!<br /><br />Fabián me detuvo en la puerta y me dijo paternal como de costumbre. “Querido Juandi, no nos burlamos de ti, sino de tu circunstancia” (¿no era lo mismo?) “Pusiste al bebito lindo como una realidad hermosa, cuando el chat no es realidad, es ficción<br /><br />En ese momento recuperé la cordura. Mis amigos dejaron las risas y me sirvieron un trago, pasaron a mimarme como me gusta y Nadiana a hacerme masajitos en las manos. Supe bien que me había dejado llevar por ese mundo iluso y tonto que se inventa a través de las redes cibernéticas. Me pregunta Leonel muy intrigado: Y, dime, amigo, ¿tan tarado era el tal Rodrigo? Me quedé callado. El pobre Rodrigo no tuvo tiempo de demostrarme cómo era. Yo salí corriendo guiado solo por su fealdad. No le permití unos minutos de gracia. Lo condené sin juicio alguno.<br /><br />El chat es una suerte de pretexto para no ser infeliz. La vitrina ideal para lucir las ilusiones y vender aquello que nunca tuvimos y que siempre quisimos tener. Es cierto, y dejen de criticarme si lo están haciendo, me porté mal. Lo reconozco. Fui homosexualmente superficial. Pero soy humano, carajo, y toda esa parefarnalia existencial acerca de que el físico no interesa para nada, solo el amor, ¡es mentira! El ideal masculino es siempre principesco. Que al final, acabemos con un ser humano tan normal como nosotros, también es verdad. Pero, Rodrigo trascendía los límites de mi cordura y las reglas de la normalidad.<br /><br />Te haces una idea de alguien, lo alucinas, lo sueñas. El condenado chat le permite a ese alguien decirte cualquier cosa, y a los que estamos tras esa pantalla creer, cojudamente, cualquier cosa. Tal vez necesitamos de gente que nos diga cositas ricas y necesitamos, al doble, creer que esas cosas ricas vienen de alguien casi perfecto. Y, el que nos miente sabe bien que debe mentir y mentir mucho, es la manera mas gay de gustarle a otro gay. Pero eso está mal, pues. Y lo digo como víctima de esa mentira. Yo mentí piadosamente buscando agradar, nada más. Rodrigo no mintió, él creó un mundo falso en torno a él. El se disfrazó del hombre de mis sueños y yo me esforcé por ser el suyo. El mintió tanto que me dejó sin palabras y sin consideración hacia su triste verdad. El dijo ser otra persona, y mi mente elucubró aquella idea dulce que necesitaba.<br /><br />No busco un galán de telenovela, pero soy honesto, todo entra por los ojos, ¿o no? Quien te puede gustar quizá es un tipo bastante feo, pero te gusta y eso es suficiente. Podría ser un cuero y no gustarte. En cuestiones de preferencia nada está escrito, peor aún para los gays.<br /><br />La bella y la bestia es un cuento, un mágico cuento cuya moraleja es no ser superficial. Graciosamente la bestia se enamoró de una bella. Y el chat está lleno de bestias que se visten de belleza falsa buscando agradar. Muchas de esas bestias, podrían, incluso, llegar a ser bestias terribles y verdaderas dispuestas a robar o herir o matar … Es que es un mundo de ficción, no es real, y la ficción aguanta todo.<br /><br />Quién no ha sufrido estas mentiras de chat. Muchos encontraron un negro que dijo ser rubio, o un tipo de ciento veinte kilos que dijo pesar ochenta, o un chiquillo travieso que tenía cuarenta años. Y por más linda que sea el alma de estos sujetos, mintieron, y su mentira cubre su verdad de desilusión. Nadie pone su peor foto en el chat y todos procuramos ser agradables, ocultamos ciertas fallitas y jugamos a ser ese gay maravilloso que todos queremos ser. Es que el chat es una de las actividades más gays que existen. Nos permite intentar parecer impolutos, y no hay sueño más gay que ése. El chat es como la luz oscura y difusa de una disco. No te permite ver la realidad. Te deja jugar, te deja soñar …El chat alivia la soledad, mantiene la esperanza y acompaña las ansias. Pero es ficción, no es verdad.<br /><br />Si por casualidad Rodrigo lee este post, aprovecho para pedirle disculpas por mi comportamiento aquel día, por mi prolongada ausencia y de paso por los adjetivos que le he dado a su físico. No sé si en realidad te llamabas Rodrigo, imagino que no. De igual forma, también te disculpo. No te sientas mal, fuimos víctimas y victimarios de un territorio ficticio en el cual tu podías ser un bebito lindo y yo un iluso chiquillo que llegó, tontamente, a sentir retortijones estomacales y a chorrearse las medias de fútbol por ti …<br /><br /></span><a href="mailto:escribeajuandiego@gmail.com"><span style="color:#000000;">escribeajuandiego@gmail.com</span></a></span></strong> </span></span><br /></span><span style="font-family:verdana;"></span></div>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com259tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-43010348517302357942008-03-05T07:38:00.000-08:002009-06-09T00:11:54.225-07:00LOS AMIGOS QUE GANÉ...<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJKxCqDOmzSztqV6oAysJkYQ-gGdWM4SppAVpTng_PBHTNAxm3VCp2R1iXNCulmoDfYRX_XShYyoYw0_ENV2d1bAFkWqBno10XtEGL6VnCTtO2y68FJaxys8KUuPwDpwtvcOYzaMzxCEkB/s1600-h/amigos2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5174283356356255026" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJKxCqDOmzSztqV6oAysJkYQ-gGdWM4SppAVpTng_PBHTNAxm3VCp2R1iXNCulmoDfYRX_XShYyoYw0_ENV2d1bAFkWqBno10XtEGL6VnCTtO2y68FJaxys8KUuPwDpwtvcOYzaMzxCEkB/s400/amigos2.jpg" border="0" /></a> <strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Es aproximadamente la una de la madrugada, no puedo dormir. Doy vueltas en la cama, cuento ovejas, cabritos y hasta perros. ¡Imposible! Mi insomnio de los viernes me impide pegar los ojos y lanzarme a los brazos del desgraciado de Morfeo.<br /><br />Cojo el celular y marco a Fabián. El pobre acaba de responderme con una voz de espanto. Dormía plácidamente hasta que el condenado insomne (cada viernes) de Juandieguito osó joderle el sueño rico y acolchadito que el señor suele tener. ¿Y ahora porqué no puede dormir? me pregunta con la voz cansada. Le doy una lista de las posibles razones de mi falta de sueño y entre mi hablar acelerado escucho un ronquido del pobre abogado y amigo, y me vuelvo mejor amigo y corto la llamada… Decido, entonces, llamar a Leonel. ¡Te llamo luego! me responde jadeante. ¡Estoy tirando! Corto en el acto. Cualquier cosa menos interrumpir a un amigo cuando lo están haciendo feliz...<br /></span></strong><span class="fullpost"><br /><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">Llamo a Guillermo. Sé que me requintará como cada viernes insomne y me recomendará tomar pimpinela, wawa sana y rezar el rosario. Igual le marco. Aunque me putee una vez más, su voz me hará compañía un ratito. El chato me responde e inicio el acelerado concierto de razones por las cuales no puedo dormir esta vez. Guillermo me escucha paciente y luego me recomienda tomar pimpinela, wawa sana y rezar el rosario. “Te quiero, amigo“, respondo y corto. Con Nadiana es imposible hablar. Ella apaga sus teléfonos a las once. Si algo perturba su sueño, eso podría arruinarle el cutis. Y, el caballero-señorita no invierte tanto en cremas de belleza para dejar que un demente nocturno (como yo) impida que Elizabeth Arden trabaje la madrugada entera.<br /><br />No queda de otra, llamo a Omar. Adoro a mi amigo, pero cada viernes que lo llamo, él empeora mi insomnio con alguna nueva tragedia amorosa rondando su vida. Es tanto mi aburrimiento y la cama es cada vez menos compañera, que decido marcarle. Omar contesta de inmediato. “Sabía que llamarías” me dice. “Cuéntame, ahora que pasa”. Sabe bien Omar que no pasa nada extraordinario, solo es viernes, y los viernes por la noche, ya sábados por la madrugada, no puedo dormir, y llamarlo, aunque no quiera, es un hábito que él valora mucho. Pues, aunque Omar, en ocasiones, me perturbe con sus historias tristes, es el único que escucha el listado de razones por las cuales me cuesta dormir. Me escucha paciente y luego pasa a contarme acerca del chiclayano desgraciado que la semana pasada lo ilusionó en vano y al final se descubrió que estaba comprometido y bla, bla, bla …<br /><br />Mientras Omar me cuenta la historia completa, la que soporto estoicamente, siento que mis madrugadas insomnes son un pretexto obligado para sentir que tengo amigos. Y sí los tengo. Ninguno se parece al otro, todos son distintos, pero todos se parecen mucho en que son mis amigos, Si, los cinco son mis amigos. Aunque Fabián se duerma, Guillermo me putee con voz de militar marica, Leonel me diga que me llamará con acento de heroína de la serie rosa, Nadiana duerma como estibador con la cara embadurnada y Omar acabe llorando porque nadie lo quiere como hombre, ellos son mis amigos y están ahí, están allá, están acá … Casi venzo el insomnio porque no tengo razones para no dormir, solo quería saber que estaban allí, allá, acá, y eso basta para bostezar, despido a Omar, me arropo en mi frazada de Snoopy y veo venir a Morfeo dispuesto a cargarme con sus brazos lacertosos.<br /><br />Dicen que los gays nos quedaremos solos, que estamos condenados a eso. No lo creo. Tengo cada día, cinco razones para no sentirme solo. Razones distintas, pero que me llevan a sentir que la soledad se larga espantada cuando tienes amigos como ellos.<br /><br />Fabián es un adulto de cuarenta años y alma de chiquillo tranquilo de dieciocho. Es abogado penalista. En los pasillos de los juzgados lo conocen como “el justo”. En realidad su primer nombre es Justo. Justo Fabián lo bautizaron, aunque él omita su primer nombre por considerarlo una infamia al buen gusto. Pudo ser abogado corporativo o tributario, el optó por defender causas perdidas y a perdidos sin causa ni defensa. Se pasea gay delante de los jueces expresando su deseo férreo de hacer justicia. No sabe de coimas ni de artimañas bajas. Él es un abogado justo. Si el cliente tiene dinero, será el abogado más caro de Lima. Si el cliente trae una causa justa y nada en el bolsillo, el justo amigo que me dio Dios, defenderá al acusado con la misma vehemencia cual si le pagaran un millón de dólares. Es que él es justo y ese sentido de la justicia, agudo, dulce, sincero, es aquello que lo convierte en un hombre único. Quiso ser sacerdote alguna vez. Entró al seminario, casi fue clérigo franciscano, no obstante, luego de seis meses descubrió que los pasillos del convento y la oración constante no contribuían a mejorar este mundo injusto y complicado. Vive solo, tiene un depa lindo que él mismo decoró y sigue decorando y, Cher es su hermosa shitzu que todos adoramos. Es su hija y nuestra sobrina. Tiene mucha clase, es virgen y ladra con suavidad.<br /><br />Mi amigo justo no es lo que llamaríamos un adulto guapo tipo George Clooney, pero tiene sus encantos. Es alto, blanco, cuida su piel como mi madre su vajilla, osea de manera obsesiva. Viste bien, vive bien y es esa suerte de confesor gay que todos los gays necesitamos para desembuchar nuestros pecados. Antes de nosotros se consideraba un hombre solitario. Hoy, aunque no tenga familia, apenas a su Tía Cuchi, insoportable ochentona que vive la aristocracia del siglo XIX, el ya no está más solo, tiene cinco amigos que lo quieren. Eso sí, hay un detallito, Fabiancito bueno puede ser algunas veces, quizás la mayoría de las veces, muy aburrido. Si, mi amigo querido es tan bueno como un pan francés recién salidito del horno, pero puede ser muy aburrido. Metódico como es, ha tratado de adaptarse a nuestros ímpetus juveniles y cojudas locuras infantiles, pero antes de las dos de la madrugada (cuando la noche apenas está calentándose) él ya tiene sueño. No toma cerveza ni ron, no le gusta que tomemos mucho, no baila ni escucha música estridente, prefiere canciones de los sesenta y le desespera la cumbia, lo trastorna el rock, detesta la salsa y le encantaría desaparecer a Paulina Rubio. Qué más da, es nuestro amigo.<br /><br />Leonel tiene 27 años. Debo recordar que lo conocí en plena sesión de vómito en una disco gay. El chiquillo asustadizo y traumadito, había tomado más de la cuenta y se retorcía plagado de nauseas y mareos en un rincón del baño. Gays brillosos entraba y salían, pero a ninguno le importaba que ese gaycito pálido se ahogara en el mar de sus angustias. No es que yo sea el buen samaritano, pero vi aquel muchachito asustado, solo, con la naricita griega apelmazada, mirándome con ojos de carnerito degollado y lo auxilié. No sé cómo lo ayudé a vomitar, le sobé la barriga, hasta le acaricié el cabello pidiéndole calma. Se recuperó, me vio agradecido y esbozó una sonrisa de no sé como llegué a esta instancia. Desde aquel día nos hicimos inseparables. Crecimos juntos sobrellevando la pubertad homosexual tan difícil de digerir sin dudas. Evolucionamos de monos a gays confesos, entre noches, días, tardes y madrugadas de risa y llanto, de secretos incontables, de mañoserías compartidas y abrazos interminables.<br /><br />Él es mi hermano. Uno de mis cinco amigos-hermanos del alma. De ser traumadito, asustadizo y culpable por sentir gusto por los de su mismo sexo, pasó a disfrutar a los de su mismo sexo con vehemencia y sin culpabilidades. Del chiquillo que vomitaba aquella vez en el baño, quedan solo la misma nariz griega que todos amamos y él odia y que piensa operar en los próximos meses, y ese corazón que se impresiona y sonríe en cada hallazgo masculino de sus ojos vivaces y a veces grises. Es osado, atrevido y medio pendejín. Se excede a veces. Siempre dice, “yo sé cuidarme”. Es terco, se raya en ocasiones, enrojece, la nariz parece torcérsele, se molesta, tira puertas y se va. Al rato vuelve, sonríe, entra en sí y te abraza. Es loco. “Estás loco” le decimos y él parece orgulloso de estarlo. Es coqueto, directo, se enamora cada mes, se apasiona cada quincena, y se entrega cada semana. A veces se deprime y dice que no quiere vivir, que preferiría morirse, que odia a su padre y su mamá no sabe qué hacer. Luego entra en sí y te abraza, se abraza a la vida y a sus múltiples sueños piscis. A veces tengo miedo que un día enloquezca más de la cuenta e intente marcharse del mundo con sus sueños y locuras, a veces veo los mismo ojitos de carnero degollado que vi la vez que lo conocí y lo abrazo mucho, lo mimo mucho, le digo que lo quiero mucho.<br /><br />Trabaja en un canal de televisión, es parte del equipo de producción de un programa. Es talentosamente loco, llegará muy lejos. Me hace reír siempre, me eleva el ego, es parte fundamental de la alegría que alimenta mi vida. Es mi amigo, el que quiere siempre cuidarme, pero a quien yo cuido, el que quiere siempre abrazarme y a quien yo abrazo más fuerte …<br /><br />Guillermo fue mi pareja. Lo amé más de lo que se supone o creí amarlo mas de lo que supuse o supuse amarlo más de lo que debía amar a alguien que nace para ser amado como tu hermano. Pero los caminos de la vida son extraños, quizá insólitos. Éramos una pareja especial. Teníamos un vínculo muy fuerte, intenso, irrompible. Llegó el día en que sentí que no lo amaba, que vivir con él era inaguantable, que no podía más. Nos fundimos en un prolongado abrazo y lloramos. Carajo, ni él ni yo, y nadie podría entenderlo, solo él y yo, podíamos estar separados. No lo deseaba, no quería dormir con él, no teníamos sexo hacía un año, solo nos cuidábamos, solo nos decíamos te amo, solo nos necesitábamos para vivir. Solo juntamos nuestras historias y luchamos con todo y todos para protegernos, y él se convirtió en mi superhéroe protector y yo en su inspiración para vivir. Pero no era amor romántico, no. Cierta noche no pudimos dormir. Prolongado insomnio parecido al de los viernes, nos miramos, lloramos hasta agotar las lágrimas y luego nos reímos hasta encontrar más risa porque suspiramos aliviados que el universo nos había puesto para ser hermanos del alma, y el método inicial usado para lograrlo, ser pareja, había sido un ensayo, un caprichoso mecanismo para querernos, amarnos y entendernos más … Como nuestro lazo es irrompible nos convertimos en amigos, en los mejores amigos. Me conoce como nadie y lo conozco como a ninguno. A veces no lo soporto, su carácter cambia con las fases de la luna y cree tener la razón en todo lo que dice y hace. Igual lo quiero, lo amo y no pienso alejarlo de mi vida. Los demás no suelen entender que nuestro lazo es de hermanos, que de pareja no queda ni el recuerdo del primer beso, que imaginarme con él en alguna situación extra amical sería incesto. Ya no importa lo que digan o piensen los demás. Mi Guillermo criticón y sincero dice que no puedes ir por la vida intentando que los demás entiendan algo que jamás podrán entender.<br /><br />Él es inteligente, analítico, hábil para los negocios. Trabaja administrando una peluquería grande. Tiene planes, metas, quiere construir un imperio tipo Rockefeller. A veces es un adulto serio, otras, el niño de infancia dura y padres separados que se crío con una abuelita buena que se murió cuando él no había terminado de entender que tenía una mamá viejita. Quiere en cada suspiro de aliento, arremeter exitoso contra al mundo duro que su padre le puso para vivir. Por eso dice las cosas como son, sin medias tintas, aunque duelan, aunque no te gusten. Puede ser insoportablemente amargado y quiere manejar todo y a todos. Luego, se hace el tonto, suspira y arremete contra ese mundo duro y acorazado que a veces se pone en frente, y entiende que soy su familia verdadera, somos su familia verdadera, y se ríe, se desploma de risa y dice salud …<br /><br />Nadiana era Fernando y siempre será Fernando, aunque su alma y parte de su cuerpo se parezcan más a Nadiana que al chico oriental que solo quería ser feliz, pero que no podía hacerlo porque había una mujer que vivía dentro de él y a veces quería salir, salir completa, libre, pero debía esconderse. Fernando me presentó el mundo gay con nombre y apellido. Sin tener tanta experiencia fue una suerte de ‘baby sister’ homosexual que le mostró al pequeño Juandieguito que ser mariconcito, cabrito, gaycito, no era tan malo, es más, carajo, no era malo, podía ser bueno, lindo, alegre, aunque su alma con mujer escondida no era tan alegre. Aprendí con él, que podía ser amigo de ella y ayudarle a ser él mismo sin importar que nunca sea completamente ella. Trabajamos juntos mucho tiempo, antes de que él decida una mañana de enero, luego de cumplir veinticinco años que quería dejar de ser Fernando para llevar el nombre que siempre quiso llevar pero que ni el cura ni sus papás incluyeron en el sacramento del bautizo. Decidió aquella vez, vivir para él, para ella, no para mamá, ni papá, ni para el que dirán, y la vida es corta, efímera como para vivir para los otros y no para tus sueños. ¿Por qué ser egoísta con mi sueños? me dijo lloroso. Me sentí orgulloso de ser su amigo-hermano. Y se vinieron a mi mente las primeras veces que se vistió de mujer, en secreto, en madrugadas encendidas cambiándose en el taxi, con pelucas prestadas y vestidos de su hermana, y sus ojos una vez maquillados, destellaban felicidad, incontenible dicha femenina.<br /><br />Mi amigo se convirtió en Nadiana, dejó crecer sus cabellos y los enrojeció, y su cuerpo que nunca fue el de un hombre, se lució en pantaloncitos pequeños y apretados, cintura fibrosa, piel lampiña y elegante coquetería. Es que no es porque sea mi amiga, pero ella no tiene nada que ver con el típico travesti que pulula por la ciudad. Ella es linda, fina y tenía una mujer dentro que ahora se luce sin complejos.<br /><br />Baila y encanta. Fue contratada para hacer shows en discotecas y a puro baile y movimientos sensuales se convirtió en una estrella del Travesti Music Hall peruano. Se roba aplausos y vítores, encandila a sus espectadores y en primera fila estamos sus amigos del alma, los que nos quedamos sin voz de tanto gritar y rebalsamos de orgullo porque Fernando baila como los dioses, Nadiana es una diosa y diosito debe estar feliz de que tanta alegría se pose sobre un escenario, sobre una vida, sobre nuestras vidas …<br /><br />Omar es el ser humano más dulce que conozco. Tiene veintinueve años, es contador público colegiado y es el gay que más sufre por amor en el mundo. Nació en Ancash. Su familia, cargó sus ilusiones y se vino a Lima cuando él era un pequeñín. Familia numerosa y feliz, unida y luchadora. Omarcito creció sabiéndose diferente, callando sus diferencias, guardándolas como secreto provinciano. Él y su madre llevaban la más estrecha relación, tan estrecha que cierto día, cuando él tenía diecinueve años, sintió que debía decirle a mamá que era homosexual. Se lo dijo sin rodeos, botando unas cuantas lágrimas, con vergüenza provinciana de por medio. Mamá se olvidó de ser mamá y lo golpeó como nunca se golpea a nadie. Las manos maternas se estrellaban contra su cara, su espalda, su alma. Cada golpe laceró su alma. Mamá le contó a papá machista y a los siete hermanos que Omar era un maricón desgraciado. Todos lo golpearon, rompieron su ropa, cortaron su cabello, arañaron su dignidad. Omar fue echado de su casa sin ropa y sin plata, con odio y con la vida muriendo de la pena.<br /><br />Solo, gay, más solo todavía sin mamá buena y vida provinciana en casa con sopita de chuño y zapateos de fiesta. Solo contra este mundo raro que rechaza lo que no entiende ni conoce. Se sobrepuso. Diosito lo ayudó. Carajo, el es su padre, nunca lo dejaría solo. Omar trabajó como loco, estudio como loco, y con la cordura propia de un loco que tiene revancha con la vida, terminó la carrera de contador y aprendió orgulloso y decente a valerse por si mismo.<br /><br />Tal vez sus tristes vivencias personales despertaron en él un deseo obsesivo por ser amado a como de lugar. Nosotros lo amamos, mimamos, y a veces reemplazamos a mamá, papá y vida provinciana. Pero él desea ser amado por un hombre, amado de manera distinta, de una forma que no podemos cubrir. Cuando digo que se enamora cada semana y cada semana sufre, no exagero. Procura encontrar el amor en cualquier lado, de alguna manera, posar su boca sobre alguna boca y que esa boca le diga te amo. Empero, el universo no pone aún ese tipo de amor en su camino. Va de desilusión en desilusión. Su corazón arañado, sus ojos necesitados de ese amor de telenovela mexicana que él alberga hallar. Un galán romanticón y sincero que llegue a su vida y la tiña de pasión. Por eso sufre, por eso llora y se emborracha los sábados. Por eso cree que el chiquillo que baila a su lado y le sonríe casquivano es, probablemente, el amor de su vida. Siempre se equivoca, siempre sufre. Pero allí estamos nosotros, sus amigos-hermanos del alma para decirle, aunque no creamos mucho en eso, que hay cosas en la vida más importantes que una pareja.<br /><br />El sigue buscando, su alma no se cansa de esperar y sus ojos de buscar. Y, aunque no lo diga, estoy seguro, extraña a mamá, papá y vida provinciana, y renunciaría a la pareja que tanto anhela, por tener solo un rato el amor calentito y maternal de la mujer que le dio la vida …<br /><br />Ellos son mis amigos, mis hermanitos, aquellos que me puso Dios en el camino para no morir en el intento de ser feliz. A la familia la impone la vida, a los amigos los escogemos. Yo escogí a Fabián, Leonel, Guillermo, Nadiana y Omar y ellos me escogieron para recorrer juntos el camino extraño de este mundo que a veces es difícil entender y donde más difícil es encajar …<br /><br />Algún día hallaré mi camino, y no lo habré hecho solo, ellos estarán a mi lado porque siempre están aquí, allá, acá y el solo hecho de saberlos aquí, allá, acá me hace mejor hombre, mejor gay y me aproximo al Juan Diego que Juan Diego ha soñado de si mismo.<br /><br />Mi teléfono suena, es Leonel. Ya terminó su sesión amatoria y me llama para matizar mi insomnio y darme detalles de su encuentro placentero. Me quedo en línea con él, riendo, sintiéndome acompañado, eliminando las razones que me evitan dormir, pidiéndole a Morfeo que me espere un ratito más. Leonel se ríe escandalosamente y encuentro en su risa un razón más para no estar solo, para saber que siempre, ellos, mis amigos-hermanos del alma, están aquí, allá, acá …<br /><br />JUAN DIEGO<br />escribeajuandiego@gmail.com</span></strong> </span></div>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com206tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-30598740706345306022008-03-05T07:33:00.001-08:002009-06-09T13:07:04.839-07:00Canción para un viejo amigo...<p><object height="364" width="445"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/nmQCH9vjJA4&hl=en&fs=1&color1=0x2b405b&color2=0x6b8ab6&border=1"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/nmQCH9vjJA4&hl=en&fs=1&color1=0x2b405b&color2=0x6b8ab6&border=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="445" height="364"></embed></object></p><p align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">SOY FAN DE ISMAEL SERRANO. TAL VEZ POR ESO PENSÉ EN ÉL PARA MATIZAR EL TEMA DEL POST.<br /><br />ESTA ES UNA CANCIÓN PERSONAL, LINDA, PARA SENTIRLA. PARA TODOS AQUELLOS QUE QUEREMOS Y VALORAMOS A LOS AMIGOS...<br /><br />UN ABRAZO Y VIVA ISMAEL<br /><br />JUAN DIEGO </span></strong></p><p></p>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com44tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-11523693500512817972008-02-27T05:24:00.000-08:002015-01-04T16:57:27.246-08:00¿DÓNDE ESTÁS CORAZÓN?<div align="justify">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 85%;"></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeGbA9spRgxGE-Hfiq3uF8qF8Bi6WCQguyUn1-GjoLZ8zizj1m5uAQLGNjxnhMq83gBzBUWWN0a3EjJtaSplyzRbA_pEClfIETftR_PafjXChbmRMcrVbgeRBcoOOweSJ9qnmj8IOq81Z7/s1600-h/k03.jpg"><strong><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeGbA9spRgxGE-Hfiq3uF8qF8Bi6WCQguyUn1-GjoLZ8zizj1m5uAQLGNjxnhMq83gBzBUWWN0a3EjJtaSplyzRbA_pEClfIETftR_PafjXChbmRMcrVbgeRBcoOOweSJ9qnmj8IOq81Z7/s400/k03.jpg" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5171661533160452274" style="cursor: hand; display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /></strong></a><strong><br /></strong><br />
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Tenía nueve años cuando hice la primera comunión. Fue un día especial. Me sentí el centro del mundo, el pequeño cristiano más importante de la galaxia, querido por todos, protegido por Dios, casi invencible… Han pasado muchos años y no he vuelto ha sentirme así. No se porqué, siempre he ligado la sensación linda de la primera comunión con la linda sensación de sentirme amado y de amar. De sentir los besos como hostias que fortalecen, de sentirme el centro de algún mundo, la persona más importante de alguna galaxia creada para mí, protegido, casi invencible… Si, suena cursi, quizá ridículo para algunos, baratamente romántico para otros. No obstante, es verdad, y la verdad quiero volver a hacer la primera comunión (aunque ya no sea la primera) como hizo ayer mi sobrina a sus nueve años.</strong></span></div>
<br />
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>La enana estaba feliz. Pero el único demente obsesionado con insistir en que éste había sido 'el día más especial de su existencia' era yo. La niña que parece una anciana sabia, me hizo sentir verdaderamente ridículo, baratamente romántico, porque me aclaró segura, que ‘el día más especial de su vida sería el de su matrimonio’. Sentí que añoraba tanto la primera comunión, porque el día más especial de mi vida, el de mi matrimonio o de algo similar, probablemente nunca llegaría…</strong></span></span><span style="font-family: verdana;"><span class="fullpost"><br /></span></span><br />
<div align="justify">
<span style="font-family: verdana;"><span class="fullpost"><strong><span style="color: black; font-size: 85%;">Lo de Leonel y su amante heterosexual me dejó con la cabeza llena de preguntas. El llanto de ayer de Omar, esta vez por un mozalbete chiclayano que lo ilusionó y luego engañó, me destrozó el corazón. El silencio de Fabián hace un rato, sus ojos mirando a la nada, sus suspiros de soledad adulta, me desconcertaron. La seriedad de Guillermo más seriedad que de costumbre, y sus disquisiciones casi científicas acerca de la imposibilidad de amar para los gays, me descorazonaron. Nadiana, maquillando sus ojos, olvidando los aplausos que recibe en el escenario, sintiéndose sola, hombre solo detrás de sus cabellos largos y brillantes, me dejó sin voz. Y yo, fumando y esperando al hombre que aún no quiero, pero que querré con locura si él quiere que lo quiera, completaron una semana de reflexión y cuitas de amor más graves que las del joven Werther. Sabe Dios porqué, estos días se cargaron de nostalgia, de deseos de amar insatisfechos, de profundos temores a la arbitraria soledad. Fuimos presas fáciles de la pena, gays tristes y sin pareja a los que les faltó ‘Yo no nací para amar’ de Juan Gabriel y siete whiskies sin hielo para sentirse como verdaderos desgraciados.</span></strong></span></span></div>
<span style="font-family: verdana;"><span class="fullpost"><br /><div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-size: 85%;">La ultima vez que me había sentido así de triste, fue el 14 de febrero. Es verdad, también es el día de la amistad, pero no nos engañemos, ese es el día de los enamorados por excelencia. Lo de la amistad fue otro invento comercial para que los solitarios como nosotros no dejemos de gastar nuestro dinero.</span></strong></div>
<br /><div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-size: 85%;">Tenía diecisiete años cuando tuve mi primera pareja gay. Su nombre era Giovanni. Rubio, tablista, pecoso, de envidiable y goloso trasero. Sin embargo, ser más gay que Paco Ferrer era una idea que lo trastornaba, y si yo con cada remecida que le daba, contribuía a que Paco y él compitan en mariconada, Giovanni terminó siendo un imbécil y yo un adolescente infeliz (duramos 28 días). Ya integrado al ambiente gracias a Fernando, hoy Nadiana, conocí a mis diecinueve a Richard, un flaquito, trigueñito, sin trasero y con mucho trauma. No sé porque se me acabó el amor sin haberlo usado tanto. Nunca terminé con él, simplemente me alejé dejándolo ahogado en la pena (duramos 32 días). Pero como todo se paga en esta vida, vendría a mis veinte, Pierre. Cuerponcito, medio rubio, bailarín delicioso que remeció mis cimientos con sus curvas prodigiosas y sus movimientos salvajes. Me volvió loco, y la locura es estupidez, y fui el más estúpido loco que Gitano y Perseo conocieron. En resumen, Pierre fue un desgraciado. Sufrí, adelgacé, lloré, casi desfallecí… (duramos 45 días). Me costó mucho superar la mala experiencia y aunque aparecieron varios pretendientes en el camino, no lograron conquistarme. Hasta que, en una cita a ciegas que en otra entrega comentaré, conocí a Daniel. Aladino criollo de labios gruesos y ‘derriere’ de mamacha. Quizá el amor de vida, quizá la más grande tristeza de mi vida. Fui su primera experiencia y fue él mi segunda primera comunión. Cierto día partió a Alemania de vacaciones con la promesa de ser fiel y volver para compartir cucuruchones en el Frágola. Pero Daniel me engañó. Se dejó seducir por un nazi y el muy desgraciado me lo contó, según dijo, para empezar de cero y sin mentiras. Conclusión, lo eché de mi vida. Conclusión, me consumió la pena… (duramos 125 días). Como estar sólo era algo que mi espíritu no consentía, me arrojé fácilmente a los brazos de Víctor. Sencillo muchacho del centro de Lima, chato, romántico e infiel. Me colocaría las más grandes cornamentas que gay alguno haya llevado. Porque, aunque suene gracioso, me adornó hasta con el lechero, el canillita y el salchipapero. Conclusión: acabé otra vez solo y estúpido. (duramos 50 días). Más, todo cambiaría al poco tiempo al aparecer Guillermo. Blanco, atractivo, sexy y también chato. Fue amor a primera vista, flechazo instantáneo, locura automática. Nos mudamos juntos a la semana, nos amamos como criaturas recibiendo la hostia en la basílica catedral, fui feliz. Sin embargo, el universo me había puesto a Guillermo para amarlo diferente, para amarlo como amigo, para compartir algo más profundo que la intimidad. Y cierta noche descubrimos que habíamos nacido para ser hermanos, no amantes. Hablo del mismo Guillermo analítico y criticón que forma parte de mi grupo inseparable de amigos, a quien veo hoy como hermano, a quien ver de otra forma, sería incesto. Cosas de la vida, cosas del amor… (duramos 327 días).</span></strong></div>
<br /><div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-size: 85%;">Luego de este aburrido paso por mis experiencias sentimentales, todas fallidas, llegué hasta hoy en completa soledad sentimental, lo que no es malo. Hace un tiempo que no tengo pareja, y estar solo, a veces hace bien, sólo a veces, porque en semanas como ésta, contagiado por la pena grupal, siento que a mis veintiséis años necesito casarme (no de blanco, claro), pero necesito por fin un amor de verdad…</span></strong></div>
<br /><div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-size: 85%;">Fabián ha tenido a sus cuarenta y tantos años, 17 parejas. Leonel en sus cortos años de gay confeso, entre trauma y trenzas sueltas, 8 parejas y 14 amigos cariñosos (incluido Paul, el hétero). Guillermo, 3 parejas (incluido yo) y varias aventuras sin sentido. Omar, el sufrido Omar, no ha tenido nunca pareja, apenas 56 intentos fallidos de ser amado e igual número de decepciones. Y Nadiana ha tenido 2 parejitas y varios amantes machos que no han pasado de encuentros fugaces.</span></strong></div>
<br /><div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-size: 85%;">¿Será que los gays somos inestables? ¿Será que los gays nos equivocamos demasiado? ¿Será que no nacimos para amar? ¿Será que nos la pasamos probando, intentando, esperando el amor verdadero que tarda, tarda, tarda y que no sabemos si llegará? ¿Seremos taaan putos, promiscuos o tarados como dicen?</span></strong></div>
<br /><div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-size: 85%;">Pero en noches como ésta, y luego de pensar en Leonel intentando convertir a su heterosexual en el verdadero amor, siento que todos, a veces de forma equivocada, procuramos no estar solos, procuramos hallar en la disco el amor negado, en la calle el amor soñado, en el chat el amor que no llega y que se tiñe de misterio, anhelamos hallar al príncipe azul que nunca se convierta en sapo, al pata perfecto que nos haga sentir más gays que nunca y menos gays que siempre.</span></strong></div>
<br /><div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-size: 85%;">Mientras llega, atiborramos nuestras cabezas de fantasías, complacemos nuestros cuerpos con otros cuerpos solitarios, y entre la amargura, la pena, la nostalgia, la cólera, la frustración y el resentimiento por ser gays y estar condenados a estar solos, nos parecemos a Shakira y buscamos al ‘corazón’, y lo buscamos ayer entre el cielo y el suelo y no lo encontramos. Y buscamos en el armario, el abecedario, en los libros de historia… y no lo encontramos.</span></strong></div>
<br /><div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-size: 85%;">Odio la promiscuidad porque mata. Odio la soledad porque mata. Amo el amor aunque a veces mata. Amo a mis amigos que mitigan mi soledad y me evitan morir en ella. Amo a ese alguien que no conozco y que no llega, ese que nació para amar como yo, pero que no me encuentra todavía. </span></strong></div>
<br /><div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-size: 85%;">Me acuesto y eso que no tengo sueño. La cama es una excelente compañera, el espacio calentito que encontré para soñar con el día cursi y especial en que vuelva a hacer la primera comunión, y pueda por fin, otra vez, sentirme el centro de algún mundo, la persona más importante de alguna galaxia creada para mí, protegido, casi invencible…</span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-size: 85%;">JUAN DIEGO </span></strong></div>
<div align="justify">
<a href="mailto:escribeajuandiego@gmail.com"><strong><span style="color: black; font-size: 85%;">escribeajuandiego@gmail.com</span></strong></a></div>
<div align="justify">
<span style="color: black; font-size: 85%;"></span></div>
</span></span></div>
<br />
<span style="font-family: verdana;"></span>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com136tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-16493858337359540442008-02-27T05:23:00.001-08:002009-06-09T13:07:15.970-07:00YO NO NACÍ PARA AMAR...<p><object height="364" width="445"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/SsA3XSgRfTU&hl=en&fs=1&color1=0x2b405b&color2=0x6b8ab6&border=1"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/SsA3XSgRfTU&hl=en&fs=1&color1=0x2b405b&color2=0x6b8ab6&border=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="445" height="364"></embed></object></p><p align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#000000;">ESTA CANCIÓN CAE A PELO CON EL CONTENIDO DE MI CRÓNICA ANTERIOR.A MIS AMIGOS Y A MÍ NOS FALTABA SIETE VASOS DE WHISKY Y ESTA SONG PARA SENTIRNOS COMO VERDADEROS DESGRACIADOS... NO ES MI INTENSIÓN QUE ALGUNO DE LOS LECTORES SE SIENTA PRESA DE LA DESGRACIA, PERO ES BUENO MATIZAR EL BLOG CON ALGO DE MUSICA...<br /><br />JD</span></strong> </p><p></p>Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com25tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-36546107095019599782008-02-20T07:45:00.000-08:002015-01-04T16:56:57.805-08:00LA MALDICIÓN DE LOS HÉTEROS...<div align="justify">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcN9mEQtA8cSC47f7TmBbIAJvayK6uPZb1jqGE6B9L5oCTvKhX3bYEGj0dIeMglEmVwxV6rCPgCd0kgrn40xCJryhiY7OfqswcVC7JWOeNQBluMecWAfp1OtJY_eQHEjyvvGAIE9sgd6y-/s1600-h/sebastianmoreno_com_A_mano.jpg"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcN9mEQtA8cSC47f7TmBbIAJvayK6uPZb1jqGE6B9L5oCTvKhX3bYEGj0dIeMglEmVwxV6rCPgCd0kgrn40xCJryhiY7OfqswcVC7JWOeNQBluMecWAfp1OtJY_eQHEjyvvGAIE9sgd6y-/s400/sebastianmoreno_com_A_mano.jpg" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5169093421890318466" style="cursor: hand; display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /></a><br />
<div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Durante la secundaria, viví enamorado (si esa es la palabra correcta) de un lindo compañero de clase: Miguel. Estaba buenote. Ojos melados, mirada de galán; nariz de dios griego, labios carnosos, cabello brillante y lacio cayendo sobre la frente; el cuerpo (ufffff…) fibroso, marcado, piernas de futbolista, trasero redondo, apetecible delantera. En resumen, un auténtico Brad Pitt criollo y en edad escolar. Pasaba horas contemplándolo acojudado durante la clase de educación física. El pantaloncito corto traslucía gentilmente sus encantos. El polo blanco, sudado, pegándose a su pecho; el cabello húmedo rozando su carita de ángel ( uhmmm…) y, verlo correr tras la pelota o hacer planchas una tras otra, eran el mejor premio a mi sacrificada contemplación. Una vez en las duchas, casi me volvía loco. Él se desvestía con naturalidad, dejando al descubierto los encantos que el buen Dios le dio y, yo aguantaba el aire para no dejar al descubierto los ‘particulares’ gustos que el buen Dios también me dio. Cada noche al acostarme pensaba en Miguel, al levantarme pensaba en Miguel, llegaba al colegio con la esperanza de ver a Miguel… Lastimosamente, Miguel jamás me miró. La cosa no pasó de gentiles saludos de patitas de la misma clase, y lloré discretamente cuando lo vi besando a su enamorada (¡bruja!)...</span></strong></div>
<div align="justify">
<span class="fullpost"><br /><strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">No cabía en mi cabeza (primitivamente gay en aquel entonces), que los gays debíamos fijarnos exclusivamente en otros gays. Más aún, si el ideal de gay que desfilaba ante mis ojos, se parecía al de la Miss Universo con barba recién afeitada y voz de tenor. Pasó algún tiempo para entenderlo, para darme cuenta de lo ricos que podían ser algunos gays…</span></strong></span></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Lo cierto es, que Miguel jamás se marchó de mi cabeza, como tampoco se marcharon: Raúl, Claudio, Pablo, Mario, etc., variopinto grupo de muchachitos heterosexuales que ocuparon mi mente, y aceleraron mis fantasías diurnas y nocturnas durante la academia, la universidad, la playa; en la parroquia, el barrio, el trabajo. Muchachitos héteros atractivos, pendejitos al mirar, potoncitos al caminar, machos cabríos de hablar desgarbado, pregoneros fufulleros de mil noches de amor con supuestas hembritas de medidas perfectas. Sin embargo, ninguno de ellos se fijó en mí. Y, no porque yo no sea capaz de despertar el deseo en un pata. ¡Nooo! No debo mentir, estoy en algo. Sino que, ellos eran, son y serán ¡HETEROSEXUALES! (que largo suena) y, por leyes naturales (¿?) los heterosexuales solo se fijan en heterosexuales, y los homosexuales ‘sólo nos deberíamos fijar en homosexuales’. Como dice la canción de Montaner, “cada quién con cada cual…” y así está escrito, aunque duela, aunque lo dudemos, aunque no queramos, aunque el que esté a nuestro lado sea ‘hétero’.</span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Leonel, para variar, estrenó hace unos días nuevo amigo cariñoso: Paul. Diecinueve años, blanco, cejón, ondulado; apetecible, masculino, ‘aventajado’ (pregona mi amigo), y como valor agregado: heterosexual y con enamorada incluida. </span></strong></div>
<br />
<div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Lo conoció sin querer en un ‘fast food’, conversaron un rato, y dice Leonel que, de pronto, surgió una química incontrolable con el muchacho, tan rápida como la comida que servían, y a la media hora, luego de dos vueltas al parque, el chico hétero que dice amar con locura a su enamorada, lo besó. </span></strong></div>
<div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"></span></strong></div>
<div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Nos pasmamos al escuchar la historia. ¡Pero, Leonel! resonó por el grupo. Sin embargo, decirle a una loca encaprichada que el hombre que lo acompaña no es el hombre que le conviene, es como pedirle al Cardenal Cipriani que nos incluya en ‘su’ plan de Dios. </span></strong></div>
<br />
<div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Cuenta Leonel para escándalo de la tropa que, el buen Paul ha cometido un ligero traspié. ¿Cuál? Su enamorada adorada está embarazada, y el tierno Paul, solicita de manera urgente la ayuda económica de Leonel. Guillermo pegó el grito en el cielo, Fabián quiso desmayarse, Omar encontró un nuevo motivo para llorar, Nadiana enmudeció todo el rato, yo sólo quise saber que haría Leonel. </span></strong></div>
<br />
<div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Pues, bien, mi amigo cuenta que, siendo Paul taaaaaan desinteresado (sólo él lo nota) debe ayudarlo a superar la crisis que atraviesa. La chica dará a luz en unos días y, como el pobre Paulcito, es uno más de la larga lista de desempleados del Perú de hoy, cómo comprara leche, biberón, pañales, medicinas y asumirá otros tantos gastos. Y como el buen Paul se emborracha a diario agobiado por la preocupación, Leonel, que tiene un corazón de oro, decidió pedir un adelanto en el trabajo para ayudar a su amado…</span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">¡Te esta viviendo! – bufó Guillermo sin ir por las ramas.</span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Pero, Leonel no admite esa posibilidad. El cree ciegamente en Paul y en sus besos, en la pasión, sexo a granel y cariños que le da; y lo peor o mejor, no sé, es que el heterosexual Paul es activo, pero es posesor del mejor trasero de Lima, Callao y balnearios. ¡Tiene un culo perfecto y pito! chilla Leonel.</span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">“Sin duda lo tiene amarrado” dice Omar. No hay nada peor que un hétero culón y coqueto, de esos que juegan con el hecho de saberse culoncito y se quiebran el doble al caminar para que la loca cojuda babee con generosidad y meta la mano al bolsillo anhelando esperanzada que uno de esos días y tras una borrachera, el muchachito se anime a probar, a intentar o a dejarse hacer de todo haciéndose el dormido. Y si ese heterosexual ya dio visos de poder hacerlo o lo insinuó luego de un puta mare, no hará más que avivar una obsesión gay que puede costar dólares, soles, euros, lágrimas, visitas a tiendas de ropa, y desayunos, almuerzos, comidas y viáticos. Sentencia Fabián: “Es la maldición de los héteros”.</span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Reflexiono y pienso en Miguel, mi fantasía adolescente, y de haber sabido que hacía falta invertir dinero para lograr siquiera un beso suyo, hubiese gastado todas mis propinas. </span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Y, admitamos que, un heterosexual, puede ser una excelente alternativa sexual, tiene sus encantos. Pero de allí a que exprese desinteresado amor por un gay está bien verde. Y si algo siente, pasaría a formar parte de la ingrata y cómoda categoría de los bisexuales o, es probable que el hétero no sea tan hétero, y albergue muy dentro a un gay gritando por salir, necesitando sólo de un empujoncito. Porque héteros vividores de gays han habido, hay y habrán muchos, pero héteros desinteresados pero necesitados de gays, no hay, esos son homosexuales fingidos.</span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Es verdad, ante tanta nueva loquita que hoy pulula en el ambiente, hay escasez masiva de muchachos gays masculinos, y los que quedan están emparejados o usados o, hay que decirlo aunque suene cruel, tienen un precio. Ante la escasez, los ojos de muchos gays se dirigen hoy a los héteros. Ellos tienen otros gustos, otros temas de conversación, y ¡oh, destino cruel e infausto!, terminan diciendo que nadie mejor que un gay para entenderlos. Y los gays, tontitos, débiles, caen rendidos ante los Romeos que hablan de fútbol. Pero hay algo peor, la más grande tontería (la peor de todas), es que muchos gays creen que los héteros, están exonerados de enfermedades de transmisión sexual. ¿Qué ocurre? Es la ‘maldición de los héteros’.</span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">A quién no le ha gustado el vecinito, o el chico de la carpeta de adelante o el amigo del hermano o un compañero de trabajo o el hijo del bodeguero. Quién no guarda la esperanza de que cierto día, alguno de los susodichos termine declarándose gay y grite que lo desea. Por lo general eso no pasa, y si alguna vez pasa, será como nos pasó a muchos: fuiste a la disco y el chico hétero que te quitaba el sueño estaba ahí. Pero acabaste destruido, porque su acompañante es otro gay, con quien baila y al que besa, el que te ganó por puesta de floro. Y si contamos que muchos gays alucinamos que todos los heterosexuales guapos que alguna vez nos sonrieron, también son gays, encontramos otra tonta manía, otra tonta manera de ilusionarnos en vano. Con eso de que 'el ojo de loca no se equivoca', convertimos al heterosexual más recio en loca potencial, y llegamos a afirmarlo voz en cuello y con total seguridad. No son más que reacciones producidas por la ‘maldición de los héteros’.</span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">¿Qué tiene un hétero que no tenga un gay confeso? Quizá sólo la etiqueta o sólo sea cuestión de costumbres sexuales o el sentimiento que es capaz de dar… Quizá no hay diferencias sustanciales, quizá hay diferencias radicales, no lo sé. Sólo sé que los héteros que se cruzaron por mi vida nunca me amaron, ni quisieron luchar por mí, ni me regalaron un peluche. Los gays que se cruzaron en mi vida, si.</span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Fabián, se ríe de la locas que estrenan parejas ‘héteros’ en una disco o fiesta gay, y que defienden a ultranza la hombría a carta cabal de sus parejas. Dan más risa cuando dicen: “El es hombre y el único hombre al que mira es a mí”. Incluso les permiten tener enamorada (¿?). “Es hombre”, dicen disculpándolos. ‘Puede estar con cien mujeres, pero no con otro gay’, dicen otros. Mientras tanto, el muchachito hétero come, viste, calza, estudia y - lo he visto - mantiene a su esposa, hijos, madre, padre, hermanos, y termina de construir la casa familiar a costa de su pareja gay. </span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Nos da un ataque de risa al recordar a un estilista que llega siempre a la discoteca acompañado de un pelotón de muchachos héteros a los que emborracha hasta más no poder. El pobre estilista que no es un barril sin fondo, se emborracha más que sus acompañantes y acaba tirado en un rincón. El pelotón de héteros se dispersa, y por si fuera poco, algunos se van con gays que, conocedores de lo que va a suceder, los rondan como leones a los cervatillos, y aprovechándose de las circunstancias y sin invertir un sol, se llevan un hétero borracho y dispuesto a todo como premio a su insistencia… </span></strong></div>
<br />
<div align="justify">
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Nadiana se ríe de los comentarios, y aunque es femenina, es consecuente al pensar que un hétero podrá ser amante de una noche, pero nunca amor de una vida. ¿Acaso un gay puede serlo? pregunta el sufrido Omar, y no le falta razón. En esto del amor entre hombres, todo es impredecible… </span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Guillermo, cierra los comentarios sobre héteros soltando algo cruel pero cierto: “La mayoría de crímenes, robos, asaltos, agravios o abusos que se cometen contra los gays, son ejecutados por muchos de los héteros que le sirvieron de parejas o amantes”. Nos quedamos callados, no decimos nada y no sabemos que hacer con Leonel.</span></strong></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">Finalmente, Leonel está bastante grande para tomar sus decisiones, es dueño de sus actos, aciertos y errores. Quizá se equivoque, quizá sea feliz por un tiempo, quizá Paul sea el amor de su vida. Quizá se quede en la ruina o goce como loco… no lo sabemos. A veces, la soledad, la necesidad de alguien, el deseo de sentirse amado, llevan a hacer cosas que no podemos juzgar. Hoy, sentado frente a mi laptop, sé que Miguel, bello y perfecto, no fue una maldición, tampoco una bendición. Sólo fue y es heterosexual. Solo fui y soy gay. Y las maldiciones, al final, sólo son supersticiones, supersticiones capaces de alojarse en nuestras cabezas si nosotros queremos… </span></strong></div>
<br />
<strong><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;">JUAN DIEGO</span></strong><br />
<span style="color: red; font-family: verdana;"></span><br />
<br />
<div align="justify">
</div>
</div>
<br />Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com131tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-45549026318830346552008-02-13T11:08:00.000-08:002015-01-04T16:56:50.585-08:00FIEBRE DE SÁBADO POR LA NOCHE...<div align="justify">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha7j90Ddide3cQasXEFROSK4iZSR6ASer9Gfj5FI0tvVON606lwq6LowBhhlpVqTgNSPEPkBKUNNIcrWujEeti-6CYFS7rZhJXDGAcRpE5KC5zamIqa2jdDUJDNFXFNf011BOrOL8En25a/s1600-h/jesolodiscoteche.jpg"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha7j90Ddide3cQasXEFROSK4iZSR6ASer9Gfj5FI0tvVON606lwq6LowBhhlpVqTgNSPEPkBKUNNIcrWujEeti-6CYFS7rZhJXDGAcRpE5KC5zamIqa2jdDUJDNFXFNf011BOrOL8En25a/s400/jesolodiscoteche.jpg" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5166552351734280274" style="cursor: hand; display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /></a><strong><span style="color: black; font-family: verdana;"></span></strong> <br />
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Hoy será como de costumbre un sábado de discoteca… Sábado, día de destape, de fiebre incontrolable. La noche invita a la diversión, un fuerte deseo de liberación invade los sentidos, pican los pies, la sangre se calienta, el posible príncipe azul esperando por nosotros (nunca llega), decenas de tarjetitas de promoción abarrotando los bolsillos (Happy Hour, sexo en vivo, 2x1). Mis amigos llamando al celular. “Es sábado, Juan Diego, ¡Vamos a la disco!” grita Guilllermo destrozando mis tímpanos. “Hagamos un tour”, sugiere Leonel, "de Miraflores al centro… uhmm… ¡Adrenalina pura!”. Fabián preferiría quedarse en su depa, cocinar para todos, beber vino, escuchar música… También yo preferiría algo más tranquilo; pero, Omar con el ánimo por los suelos debido a sus clásicas penas de amor, necesita urgente diversión, lo que termina decidiendo nuestro destino sabatino: la discoteca. Además, Nadiana, nuestra amiga de años, es una reconocida estrella del Travesti Music Hall y hoy inicia temporada danzística. Una razón más para discotequear…</strong></span></div>
<div align="justify">
<span class="fullpost"><br /><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Tenía dieciocho años cuando fui por primera vez a una discoteca gay. Fue Nadiana, en aquel tiempo Fernando, quien me llevó. “Debes integrarte al gremio” dijo convencido de hacerme un bien. Era el buen Fernando, mi único amigo gay, y su promesa de ver bailando en un mismo lugar a guapísimos muchachos igualitos a los de mis fantasías cotidianas, me arrastró a bailar. Bailar es un decir. Di un vistazo al lugar y me asusté. No quise bailar una sola pieza pese a la insistencia de Fernando. Sólo cuando un príncipe azul me invitó a la pista de baile hipnotizándome con su sonrrisa perfecta, accedí a bailar. La verdad, me sentí taaaan estúpido parado allí en el centro, sintiendo todos los ojos puestos en mí, pero el muchacho aquél se veía taaaaan bueno, que anuló cualquier prejuicio y verguenza.<br /><br />Aquella noche es inolvidable. No por el príncipe azul que, finalmente, se convirtió en sapo; más bien, por lo ridículo que se siente un hombre al bailar con otro hombre (cuando no tienes experiencia en la materia, claro). Se siente rarísimo dar un giro quimboso, cuando tu eventual pareja de baile tiene la barba tupida y la voz gruesa. Nada que ver con mi grácil pareja de promoción. El supuesto príncipe terminó por traumarme. Yo, creyéndolo sueño hecho realidad, y el muy condenado queriendo llevarme a la cama luego de dos canciones. “Asi son todos aquí” repetía Fernando. “Todos buscan sexo”.<br /><br />Al margen de la decepción, me hizo bien saber que, habían muchos otros gays que, agazapándose bajo la luz rojisa o envolviéndose en deliciosos movimentos producidos por la música de Donna Sumers, se parecían a mí. Por lo menos en lo concerniente a preferencias sexuales. Al salir aquella noche de la disco, supe bien que no era un hongo, ni un hecho aislado…</strong></span></span></div>
<div align="justify">
<br />
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Luego, haría de cada sábado, un pretexto obligado para no sentirme un hongo, y volvería a la disco reiteradamente. Cierto día, justo en el baño de la disco y ayudándolo a vomitar, conocí a Leonel que, por aquellos tiempos era más traumado que yo (hoy no tiene una pizca de trauma). Junto a Fernando, nos convertiríamos en un trío inseparable, en tres chiquillos deseosos de amar y divertirse. </strong></span></div>
<br />
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Tuve problemas con este rollo complicado de los roles sexuales en que nos trata de colocar el sistema (pasivo, activo, moderno), ya que no podía ubicar mi exacto lugar. “Prueba todo y quédate con lo más te guste” me sugería Leonel. Fernando, que hoy es Nadiana, en aquel tiempo quería ser Nadiana pero era Fernando, y aunque se comportaba como Nadiana, los ideales masculinos de sus fantasías, no encontraban correspondencia en la fauna discotequera, más bien flora en ocaciones. En cambio, el traumado Leonel, se quitó las culpas rápidamente, y sorprendió a propios y entendidos con una simpatíquisima pareja: Fabián. Un atractivo pata de cuarenta años bien llevados, abogado, culto, gay experimentado. Para variar, lo conoció en la disco. Tomaron un trago, bailaron dos piezas, se chaparon y mejor no sigo. Resultado final: se hicieron pareja. Sin embargo, este rollo de los roles sexuales - ambos decían ser pasivos complacientes -, les impidió ir más allá. Duraron muy poco (1 mes), pero Fabián se quedó en el grupo y aportaría esa cuota de experiencia y madurez que necesitábamos. </strong></span></div>
<br />
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Poco tiempo después, llegaría al grupo Guillermo. ¿Quién lo trajo? Fui yo. Fue mi pareja número cuatro en dos años, nos amamos con locura (eso creímos), parecía ser el amor de mi vida, eramos insoportablemente melosos. Sin embargo, cierto día nos convencimos de que él y yo habíamos nacido para ser hermanos del alma, no amantes, y aunque dicen que los ‘ex’ no pueden ser amigos, con nosotros ocurrió todo lo contrario. Guillermo es extremadamente analítico, criticón, atractivo y con jale y, a pesar de su carácter dependiente de las fases lunares, se quedó en el grupo y es una de las personas más especiales que conozco.<br /><br />Otra noche de discoteca conocí a Omar. Quiso seducirme, no lo logró. Dijo que me amaba a los diez minutos de conocerme, me transtornó con su discurso dramático; no obstante, nos pareció tierno y se quedó en el grupo. El pobre Omar, vive sufriendo cual Magdalena por cada hombre que se le cruza en el camino. Tiene mala suerte en el amor, y aunque él, es culpable de sus desgracias por enamorarse cada semana de la persona equivocada, es nuestro amigo y hay que entenderlo. Pese a todo, mi amigo sueña con encontrar al amor de su vida en la disco; nunca lo encuentra, y cuando cree haberlo encontrado, la tragedia ronda… y ¡oh sorpresa! el hombrecito nuevo es descubierto en un rincón de la disco besándose con otro. Omar llora, sufre y se emborracha más que la semana anterior, pero ahí estamos nosotros, Leonel, Guillermo, Fabián, Nadiana y quien escribe, sus amigos del alma, para apoyarlo y soportarlo. Y de buenos amigos que somos, volvemos a la discoteca buscando alegrarlo…</strong></span></div>
<div align="justify">
<br />
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Hay que admitir que la discoteca se vuelve adicción. Nunca aparece el príncipe azul, pero… estúpidos que somos, nos quedamos mirando edulcorados al chico más guapo de la noche, buscando encontrar en sus ojos el amor negado en otros ojos. Empero, como el amor soñado nunca llega, muchos optan por el sexo soñado. Y borrachos, sabemos bien que el tipo mañosón que nos florea de lo lindo, no se aproxima en lo absoluto a nuestros sueños, más la pena, la angustia, la cólera por lo que no llega, los calores corporales inevitables producidos por el alcohol y eso de que 'eres gay pero hombre por sobre todas las cosas', terminan aventándonos a la cama con el mañosón. Cuando amanece odiamos la discoteca por ser tan oscura: la luz de la mañana nos deja ver un sapo completo roncado a nuestro lado… Igual volvemos a la disco y, sin darnos cuenta, la convertimos en el depósito de nuestros sueños y fantasías, más aún los sábados. La segunda casa para muchos, casa ingrata a veces. Lugar aislado, caleta, oscuro, pero nuestro, ideal para evitar las miradas que escudriñan nuestra masculinidad, patrimonio cultural de nuestra homosexualidad, lugar rico para dar besos suaves o salvajes o, simplemente no besar y añorar besar…</strong></span></div>
<div align="justify">
<br />
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>En ocaciones decidimos dejar de ir. Sin embargo, terminamos añorando el suelo veteado y gastado de las pistas de baile; añorando los apretujones, las luces bañando nuestros cuerpos; añoramos el lugar donde se esconde más de una historia de amor y de amistad, historias que, probablemente, han hecho de nosotros mejores personas…</strong></span></div>
<div align="justify">
<br />
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Si, hoy es sábado y la disco espera. Es lo mismo, lo sé. La misma música, los mismos shows, la misma gente, el mismo mal gusto en ocaciones… Pero no negarás, que, aún, como cuando fuiste por primera vez, continúas albergando los mismos deseos que sólo una noche de sábado en la disco tiene para los gays…</strong></span></div>
<div align="justify">
<br />
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Y, de hecho, hoy, más de una nueva historia volverá a escribirse. Quizá la tuya; quizá Omar llore por el desgraciado que lo ha de engañar esta vez; quizá Leonel logre conocer al pata del chat que lo trae loco; quizá Fabián vuelva decir que la nueva generación es muy amanerada; quizá Guillermo vuelva a criticar la poca origininalidad de los shows y se queje de los empellones en la pista de baile; quizá Nadiana triunfe otra vez y se robe los aplausos; quizá yo, abrigue la tonta esperanza de encontrar por fin al príncipe azul; quizá tú, que nunca pisaste una disco gay, sentirás la estupidez del primer día, estupidez que será reiterativa, tan reiterativa que, de seguro, muchos de nosotros, y porque así lo queremos, volveremos hoy a sentirla… </strong></span></div>
<div align="justify">
<br />
<strong><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; font-size: 85%;"><br />JUAN DIEGO </span></span></strong></div>
<span style="color: #009900; font-family: Verdana;"></span><strong><span style="color: #009900; font-family: Verdana;"></span></strong></div>
Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com96tag:blogger.com,1999:blog-8168552341154833708.post-25404916565532569652008-02-09T07:52:00.000-08:002015-01-04T16:56:33.978-08:00ERES CABRO!!!! 2da parte<div align="justify">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK5-zRTTTlGqsTQ0wg_A2rSmQgoNf67j1PnK_-TwH26RUyPl58QDZMuDckcjk7-NpYA2kaMR6uNkdDlt87njBTXFrZFSGePULyzrfcQxRw3F-fTZobt8pCQdz0jCYADLrU8RBLbScYgsSD/s1600-h/Martegod1.jpg"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK5-zRTTTlGqsTQ0wg_A2rSmQgoNf67j1PnK_-TwH26RUyPl58QDZMuDckcjk7-NpYA2kaMR6uNkdDlt87njBTXFrZFSGePULyzrfcQxRw3F-fTZobt8pCQdz0jCYADLrU8RBLbScYgsSD/s400/Martegod1.jpg" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5165112223430127650" style="cursor: hand; display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /></a><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong><br /></strong></span><br />
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Esa noche no pude dormir. Imaginaba a Lidia Meléndez, traumada, acojudada, transtornada, diciéndole a mis papás lo que había visto. "Encontré a Juandi y Sandrito desnudos dándose de besos" y se echaría a llorar inconsolable, loca, más traumada, acojudada y transtornada que antes de decirlo. </strong></span></div>
<div align="justify">
<br />
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>La luz de la noche se filtraba azulada a través de la ventana cubriendo mi habitación de un halo terrorífico. Mis manos sudaban como hojas empapadas por la lluvia, mi cabeza se atiborraba de un nuevo temor cada minuto, mi silencio coyuntural se rompía con sollozos...</strong></span></div>
<br />
<div align="justify">
<span style="font-size: 85%;"><span style="color: black; font-family: verdana;"><strong>Todos mis miedos a punto de estallar. Mi madre lloraría como una loca porque su Juandieguito era maricón, mariconazo, cabrazoooo, y nunca más me hornearía un keke para comerlo calentito en el desayuno, ni me miraría hermosa y dulce al partir a la escuela, ni me daría mis siete besitos y mi bendición matutina. Mi papá me sacaría la madre y la abuela juntas porque yo era su engreido, su Juandi inteligente y buenito, ¡carajo!, el Juandi que entonaba afinadísimo cancioncitas lindas camino del colegio y al que él llevaba orgulloso de la manito, y su mano negra y fuerte me paseeba por esas aceras vetustas del Callao, y sacaba pecho porque me había ganado todas las diplomas de la primaria y decía voz en cuello ¡ése es mi hijo! Bueno, y a Sandrito iba a ser dificíl volverlo a poseer. Tan rico que era poseerlo mientras me ponía su carita de pavito malcriado. </strong></span></span><span class="fullpost"><br /></span></div>
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Había adiestrado a Sandrito sobre lo que tenía que decirle a sus padres cuando el escándalo explote. Debía aclarar, muy frío y seguro, que lo que hacíamos era un tonto juego de chiquillos arechines que de tanto pensar en mujeres calatas decidieron esa única vez, ver si sus pipilines habían crecido lo suficiente para satisfacer a alguna hembra que se nos cruzara llegado el momento. Pero, la joda de la situación y la confianza de amigos hicieron que, él y yo, juguetones por naturaleza, pusiéramos nuestros cuerpos uno encima de otro. Era una escusa creíble. Los adolescentes son calentones por inercia y gustan de juegos exploratorios a veces raros, así que ni Lidia ni Samuel Meléndez debían exagerar con esa payasada. "Míralos a los ojos, no tiembles, relájate, Sandro" le dije varias veces antes de irme a casa esa tarde funesta. Claro está, el miedo igual corroía mi valentía y solo el rezo abundante me otorgaba cierta calma.</strong></span></div>
<br />
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Pero como el hombre propone y Dios dispone, recé aquella noche como nunca lo había hecho (hasta ese momento) y prometí el oro y el moro al Dios bueno que me hacía llorar, y a su mamita, la virgen, la arropé en mi almohada y la bañé de lágrimas. Mi vida estaba a punto de cambiar, a un paso de destruirse, a un leve suspiro de ser una triste vida... Entre suspiros y llanto me dormí. Me despertaron los siete besos ricos de mamá, los boleros de papá, los ladridos del <em>flash,</em> la sonrisa de Frida, los gritos de Santiago, el abrazo tierno de Martincito, la luz clara y fresca de esa mañana de abril...</strong></span></div>
<br />
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Partí a la escuela cubierto de risas, las risas que la fiesta de cada mañana hacía brotar de mi boca. Sentí alivio. Diosito era buenito, es que yo no era tan malo, solo cacherito de Sandrito y casi cabrito de quince veranos. Mamá me despedía moviendo sus manos huesudas y largas. Yo reía. Papá palmeaba mi hombro, el sol brillaba intensamente, mi corazón se aliviaba, Dio era bueno, carajo...</strong></span></div>
<br />
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Llegué al colegio, busqué a Sandro, no me dio cara. Lo encaré en el refrigerio. ¿Qué tienes? le increpé. Cuéntame qué pasó... Apenas me miró, y me dijo con la cara mustia que no pudo mentir y le contó a sus papás que Juandieguito y él hacìan mañoserías desde los diez años.</strong></span></div>
<br />
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Grité como un demente. Le dije que era un imbécil, un cabroooo, un tarado incapaz de manejar una situación que no era tan complicada. Él dio media vuelta y me dejó con los gritos en la boca. Al minuto regresó y me dijo que no me le acerque más, que yo era una mala persona, una influencia negativa para él... Mi corazón no tenía tiempo ni ánimo de romperse. Lo vi alejarse con su caminata de chiquillo asustado que tanto me gustaba. No lo volvería a ver hasta después de seis años...<br /></strong></span></div>
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Regresé a casa caminando con extrema lentitud. Parecía que los edificios y los árboles se burlaban jadeantes al paso del cabrito. Recé otra vez. Odié a Sandro, debió hacerme caso, pero fue cabroooo y me embarró. Todo lo que había planificado con absoluta frialdad se había destruido. Quise que la situación pareciera un juego tonto, que no trascendiera y que Lidia borrará rápidamente la gelidez que abrumaba su mirada. Pero, Dios no me había escuchado, me traicionó, me traicionaron el cielo azul y sus habitantes que tanto amaba.</strong></span></div>
<br />
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Llegué a casa. Mi primo Segundo nos visitaba. Mamá y papá me saludaron como siempre, pero noté algo extraño en sus risas, un brillo opaco en sus ojos. Frida apenas me habló. Me encerré en mi cuarto, lloré un poco más. Cuando sentí el auto de mi primo rechinando al partir, mi corazón se quedó estático. Mis padres subían la escalera presurosos y al llegar a mi cuarto tocaron la puerta con insistencia. </strong></span><br />
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Sequé mis lágrimas, quizá eran solo ideas mías, tonterías producidas por mi conciencia sucia... Mamá me miró y se echó a llorar. Papá traía la cara en el piso. No estaba molesto, estaba dolido, desilusionado... ¿Qué pasa? alcancé a preguntar...</strong></span><br />
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>En ese momento mi vida cambió. Dejé la adolescencia para convertirme en hombre. Hombre cabro, hombre gay, pero hombre, al fin y al cabo, con la hombría propia de Juan Diego, ésa que no se parecía a la que anhelaba su papá, pero era hombría... </strong></span><br />
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Samuel Meléndez había interceptado a mi padre durante la compra del pan y le dijo fríamente que su santa esposa nos había encontrado desnudos en la cama, y que Sandrito me poseía echado sobre mí. Osea, Juandieguito era un reverendo cabrazo.</strong></span><br />
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Aunque había ensayado ser frío y práctico, me eché a llorar desconsoladamente. Escuché los cuestionamientos, preguntas, el qué hemos hecho, en qué fallamos, porqué nos haces esto, porqué nos averguenzas así, porque Juan diegooooo, porqueeeeeeeee y lloraba el triple mi mamá. Quería decirle que no exagerarán, que yo no quería ser como la Gommy, que solo quería disfrutar de algunos hombres ricos que se me pusieran en el camino y, si el Dios que ese día me había traicionado, me ponía un pata rico y bueno, pues, ser su parejita, ser novios como se cuenta en la internet que llegan a ser muchos gays . Pero mamá se apretaba el rostro hasta maltratárselo y sus lágrimas salían como de un caño, papá no paraba de preguntar con cuántos hombres más me había acostado. Por supuesto, le dije que con ninguno más. La verdad, mentía...</strong></span></div>
<br />
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Pero debía hacer una aclaración inmediata. Sandro no me había poseído jamás. Desde los diez años fui yoooo quien le hizo el sexo al potoncito, él jamás posó algo suyo sobre mí. Mi papá detuvo sus reclamos, mamá acabó intespestivamente su llanto. ¿Cómoooo? preguntaron al unísono. Aclaré suelto de huesos y como buscando limpiar mi honor mancillado por tal mentira, que yo, Juan Diego, Juandi, Juandieguito se comía riquísimo al Sandrito y lo demás era mentira...</strong></span></div>
<br />
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Papá corrió a la tienda de los Meléndez y encaró a Don Samuel: "Mi hijo se tiraba al tuyo" le increpó como sacando a relucir un escudo que protegía a su Juandi de los rayos ultravioletas que disparan mariconada. El tiendero titubeó, su rostro adquirió matices naranjas y gritó Sandrooooooo. El culoncito bajó atolondrado para ser cuestionado. Sandro asintió ruborizado y aceptó que era yo quien lo hacía feliz. Doña Lidia lloró triplemente traumada, acojudada y transtornada . Una cosa era que su hijo se comiera al corrompido futuro cabrito declarado del Juadieguito, y otra, muy distinta, era que el Juandieguito con cada remecida que le dio a su Sandrito lo había corrompido y declarado como futuro cabrito. Mi padre sacaba pecho. "Mi Juandi era el hombre" habría dicho feliz, pero la consideración ante el dolor terrible que debían experimentar los padres del pasivito descubierto, lo detuvieron de festejar ahí mismo y botar de contento las rumas de leche y arroz. </strong></span></div>
<div align="justify">
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Mamá me dijo que lo que habíamos hecho era malo, que no lo volviera a hacer nunca más. Que los hombres debían estar con niñitas, ellas tenían chuchita y nosotros pipilín, y eso era lo normal, cuerdo, lógico, y ya verás cuando lo pruebes, me dijo papá, es más rico... Todo volvió a ser lo mismo. Juan Diego no era el cabrooo que ellos creían, tenía sus problemitas quizá, había que tratarlo o entederlo, pero cabrooo como el Sandrito no era... Pobres de los Melendez, lidiar ahora con un cabrito en la casa, un chiquillo al que le gusta el pene, ¡Qué miedo! Voy a rezar por ellos, decía mamá...</strong></span></div>
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Pero a mí me gustaban los hombres, y las chuchitas me despertaban tanto interés como la física cuántica. Yo era cabrito, quizá má que el Sandrito, pero para mis padres, para Frida, era un cacherito que se confundió de hueco, un chiquillo precoz que buscaba su lugar en el mundo y usó el agujero del vecino como radar... No obstante, para mí todo había cambiado. Cada vez que recordaba los ojos de la Sra Meléndez viendo a su hijo desnudo sobre mí, sabía que ya no era el mismo. El rechazo de Sandro, la noche sin dormir, la consecuencia de mostrar tu verdad aunque los otros no la entiendan y, sobretodo, el saber que nada de eso habría pasado si yo no hubiera sido cabrito, me llenaban el pecho de una extraña sensación...</strong></span><br />
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Esa noche supe que era libre y cabro, ¡eres cabro! me dije, ¡eres gay!, y supe bien que eso no iba a cambiar, que era como un sello, una suerte de estigma que podía ser delicioso y terrible, pero que estaba aquí, metidito en mi pecho, luchando por no salir de mi boca y palpitando en mi todo. Eres cabro, Juan Diego, no como dice el pelucón, ni como tu papá cree que es Sandrito. Eres cabro, simplemente, porque Dios no te había traicionado. Te había puesto, sabiamente, las herramientas necesarias para encontrar tu camino... </strong></span><br />
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>Y, hoy frente a mi notebook, sé que aún no encontré mi camino, es tan difìcil. Pero aquí estoy, menos cabro y más gay, mas Juan Diego y menos Juan Dieguito, y listo, acicalado, perfumado e ilusionado con esta noche de sabado, de disco gay, donde seré uno más del mar de gays y cabritos con historias y sueños parecidos y que aún no encuentran su camino...</strong></span><br />
<span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 85%;"><strong>JUAN DIEGO</strong></span></div>
Juan Diegohttp://www.blogger.com/profile/15731039428520014011noreply@blogger.com91