
¡Eres cabro! barbotó en mi cara cierta vez un melenudo y desgraciadito compañero de colegio. Lo odié en ese momento, quise hacerlo polvo con mis propias manos, pisarlo... Que te digan cabro a los catorce años si en realidad eres cabro (osea, gay a la peruana), puede ser terrible si es que no quieres que nadie sepa que eres cabro. Si eres...
