
El final de mi historia con Álvaro me dejó un poco triste. Decir que no me importa lo sucedido, que no me afecta ser engañado y que por ratitos no me sentí un tonto desgraciado, sería mentir. Sin embargo, el trabajo combinado y ordenado de mi madre, hermana y amigos íntimos permitió que Juandieguín pasara de una depresión en ciernes a una...
