
Tenía nueve años cuando hice la primera comunión. Fue un día especial. Me sentí el centro del mundo, el pequeño cristiano más importante de la galaxia, querido por todos, protegido por Dios, casi invencible… Han pasado muchos años y no he vuelto ha sentirme así. No se porqué, siempre he ligado la sensación linda de la primera comunión...
